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Te apetece conocer un lugar emblemático, lleno de historia, donde poder disfrutar de plena naturaleza, hacer rutas y cerca de Madrid?, toma nota de este lugar que no te defraudará y donde podrás aprovechar el día para visitar otros lugares cercanos también llenos de encanto. Son las 13h cuando mi hijo, Samba y yo llegamos a este hermoso paraje para conocer el embalse y presa más antigua de Madrid y con unas vistas alucinantes de la Sierra de Ayllón. En la zona hay varios aparcamientos gratuitos.
Se trata de la Presa el Pontón de la Oliva que está justo en la frontera entre Madrid y Guadalajara, a unos 70 km de Madrid capital.
En la zona tenéis varias rutas para hacer, nosotros no hicimos ninguna pero anduvimos un rato por la zona disfrutando del paisaje. La foto la he cogido de internet.
Después de estar un rato por la zona nos fuimos a visitar Las Cárcavas que lo pondré en la siguiente etapa. Unas tres horas más tarde, volvimos a parar de nuevo en la presa y nos recreamos otro rato, es un lugar precioso.
La Presa del Pontón de la Oliva se encuentra junto al río Lozoya que es el principal abastecedor de agua potable para la capital. Sus limpias aguas bajadas de montañas, han tenido siempre gran fama, por su finura y frescura y para mi es la mejor agua de España, está super buena.
En 1848, Madrid tenía 206.000 habitantes, número que crecía rápidamente dada su condición de capital del Reino. Salvo una minoría de privilegiados que disponían de agua en sus residencias, el resto de los madrileños se abastecían de la que brotaba de 54 fuentes. Se puso la primera piedra el 11 de agosto de 1851 (día de mi cumpleaños, aunque yo nací bastantes años después, jajajajaja) en un acto que contó con la asistencia del rey consorte Francisco de Asís de Borbón, se construyó para intentar solucionar los problemas de abastecimiento de agua que había en aquella época en Madrid. En la construcción trabajaron miles de personas, entre ellos presos de las guerras carlistas, unos 1500 en concreto, 200 obreros libres y 400 animales, que trabajaron en durísimas condiciones. En el campamento situado a pie de obra apareció una epidemia de cólera.
La Presa del Pontón se inauguró siete años más tarde por la reina Isabel II y todo el Consejo de Ministros, pero no duraría mucho ya que ésta, no fue capaz de soportar toda la capacidad de agua y había bastantes filtraciones y escapes de agua. El agua la intentaron contener con otras presas cercanas que hay a lo largo del río Lozoya pero finalmente quedó en desuso por no conseguir el objetivo marcado.
La presa hoy día, forma parte del Patrimonio Histórico del Canal de Isabel II. En esta foto se puede apreciar la envergadura del río Lozoya y su característico color verde.
Andando por los alrededores de la presa, llegas a rincones tan bonitos como este que hacen de mirador al cañón del río Lozoya.
Toda la infraestructura de la presa es una auténtica obra de ingeniería adelantada a su época. Los ingenieros utilizaron un sistema de comunicación entre obras basado en palomas mensajeras al que llamaron "telegrafía alada"
Bajamos a pie de agua donde hay unos túneles soltando agua con bastante presión y es un espectáculo verlo. Aquí tampoco se libró Samba de su baño, jajajajaja.
Ya veis con que fuerza sale el agua, si te arrimas un poco te mojas.
Es una zona ideal para hacer picnic y sobre todo para ir con mascotas ya que disfrutan mucho de estos lugares. En época de vacaciones y fines de semana, suele estar bastante concurrido, suerte que nosotros no pillamos a casi nadie al ser febrero.
Unos metros más abajo, al otro lado del puente, se encuentra esta zona donde las aguas van más tranquilas. Creo que está prohibido el baño en esta zona.
Este es el gran muro de la presa que nunca fue utilizada porque se filtraba el agua por debajo de las piedras, es impresionante verla de cerca.
Junto a la presa hay un pequeño memorial en recuerdo a las víctimas.
Volvemos a dar otro paseo por la zona del río que está pasado el puente, el entorno es muy bonito y tranquilo.
No podíamos irnos sin darle otro chapuzón en la zona, jajajajajaja, la pobre ya está acostumbrada y sabe que no se libra, además se ha quedado una tarde muy buena para ser primeros de febrero, un tiempo primaveral.
Aquí viene nadando deprisa pero no le sirvió de mucho porque la volvimos a tirar 2/3 veces
Me encanta como se le queda los pelos de punta cuando está recién mojada y se sacude, que carita más bonita, me tiene loca
No podía faltar tampoco mi postureo para mi book de fotos
Volvemos a la zona de la presa pero esta vez donde sale el agua de los túneles, que fuerza Dios. Envolvimos a Samba en una manta que llevo siempre en el coche para emergencias para que no pase frío.
Última visión a la presa antes de irnos a casa.
Y con esta carita preciosa nos despedimos de este bello paraje, se quedo tan agusto después del baño que fue durmiendo y tapada con la manta hasta llegar a casa.
Y después de 4h de paseo entre la presa y las cárcavas, que como os dije os pondré la visita en la siguiente etapa, volvemos a casa
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