Dejamos atrás la Presa del Pontón de la Oliva y nos vamos a Las Cárcavas que se encuentran a tan sólo 3,5km de distancia y pertenecen a la localidad de Valdepeñas de la Sierra ya en la provincia de Guadalajara. Os dejo mapa de la zona cogido de internet.

A mitad de camino aproximadamente, hacemos una breve parada para fotografiar el Acueducto El Partenón, una obra de ingeniería que forma parte del Canal del Jarama.

Dejamos la carretera y nos metemos por un camino de gravilla que pasa junto al Barranco del Gato y donde nos encontramos con esta pequeña laguna, obviamente volvemos a parar para hacer unas panorámicas.



Aparcamos el coche en medio del campo y vamos a ver Las Cárcavas de Valdepeñas de la Sierra, que también son conocidas como Cárcavas de Patones, Cárcavas de Madrid o Cárcavas del Pontón de la Oliva, por la cercanía a todos ellos. Por esta zona de Guadalajara encontrarás varios lugares, pero las más famosas son estas.


Si conoces La Médulas, se le asemeja mucho, no tanto por extensión que son muchos más pequeñas, ni por sus formaciones que son menos impresionantes, pero sí por su color rojizo y por estar formadas por arcilla, de la cual no os debéis fiar ya que el terreno es débil y se puede desprender bajo tus pies en cualquier momento, sobre todo si es época de lluvias. Mejor asomarse con precaución y si tienes vértigo como yo, un pasito para atrás y listo, por descontado si vas con mascotas y niños, precaución con ellos que la altura es vertiginosa y como veis en las fotos, también suele hacer mucho viento y el riesgo se acentúa.


Las Cárcavas son formaciones creadas en el terreno debido a la erosión de las corrientes de agua, normalmente de la lluvia, sobre todo en terrenos blandos de tipo arcilloso como éste caso, formando impresionantes surcos, generando torres, chimeneas y dando formas caprichosas a doquier, convirtiéndolo en un paisaje espectacular y colorido.




Desde la Presa del Pontón de la Oliva sale una ruta por si la queréis hacer andando y disfrutar del paisaje y serán unos 6km ida y vuelta.


Vamos bordeando Las Cárcavas y viendo sus formaciones desde distintos ángulos, da igual por donde mires que son preciosas.


Si el dinero o el tiempo no te da para ir al Gran Cañón del Colorado, siempre te quedarán Las Cárcavas éstas o las de Toledo que son más impresionantes todavía, jajajajaja.


Como veis, estamos completamente solos y disfrutando al máximo de esta maravilla de la naturaleza, luego vino una pareja y nada más.



Mi Samba también se vino de paseo con mi hijo y conmigo, ella también tiene su book de fotos




Después de disfrutar de esta belleza, cogemos el coche hasta Alpedrete de la Sierra para dar un paseo por el pueblo.

Una pequeña localidad de la provincia de Guadalajara con apenas unos 36 habitantes censados en el 2013. Situada entre los ríos Jarama y Sorbe, a los pies de los montes del Atazar y de la cuerda del pico de la Centenera. Si bien se ha respetado el trazado original del pueblo, las construcciones tradicionales de caliza, de pizarra y de adobe están abandonadas, dando lugar a construcciones modernas. El pueblo perteneció al Alfoz o Tierra de Uceda, perteneciente a la Corona desde el siglo XI al XIII, y a los arzobispos de Toledo. En la posguerra se produjo la repoblación forestal y se creó la Reserva Nacional de Caza del Sonsaz que afectó a su término municipal.



Al final del pueblo se puede ver la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción y el campo santo. No encuentro información sobre ella, destacable su Torre Campanario y sus vistas al valle.



Nos despedimos del lugar con esta maravillosa foto que a mi personalmente me gusta mucho.

A pocos metros se encuentra Sectores Patones, una zona preciosa donde se practica la escalada. Es un barranco sorteado por el río Lozoya y desde donde las vistas te dejaran sin aliento.



Como veis, la altura es considerable y hay que tener mucho cuidado, no se ni como me pude poner ahí con mi vértigo, en la foto que estoy como tumbada, creí que me llevaba el viento, era difícil de mantenerme aunque parezca que estoy relajada me estaba sujetando a la roca con todas mis fuerzas, jajajajaja.



Entre estas dos rocas hay que tener mucho cuidado porque el viento es tan fuerte que te absorbe como un sumidero, había una zona acotada para los imprudentes.

Menuda gama de colores hay en el parking, me encanta, jajajajaja.

El río Lozoya tiene una forma serpenteante que va atravesando todo el barranco.




En la zona se pueden ver buitres sobrevolando el barranco.


Y volvemos a casa después de pasar un bonito día por estos lugares

