Nuevamente nos vamos a la costa. Volvemos a atravesar el Desfiladero de la Hermida con sus 21 kilómetros de largo. Al comienzo del desfiladero se encuentra la iglesia de Santa María de Lebeña, el principal monumento de origen prerrománico de toda Cantabria, de estilo mozárabe y en un entorno espectacular. Más adelante, nos encontramos con las pozas del rio Deva, donde donde las aguas manan a una temperatura de 40 grados y se precipitan al rio, justo debajo del puente de la localidad de La Hermida. Además, en este pueblo hay una carretera que asciende hasta el mirador de Santa Catalina, que visitaremos otro día. Y al final del pueblo de La Hermida, el mirador del Salmón, el único sitio amplio en el recorrido por el desfiladero por el cual puedes hacer una parada y disfrutar de los paredones de roca, que en algunos tramos alcanzan los 600 m. de altura. Y para los que les gusta aventuras más arriesgadas, hay una via ferrata.

Tras atravesar el desfiladero, ya en Unquera, nos dirigimos hacia la costa asturiana, si bien nuestro primer destino aún está en tierras cántabras: la playa de Berellín, en Val de San Vicente, muy cerca ya de la frontera con Asturias. Leímos que era una maravilla de playa. Y la verdad, es que no nos defraudó. Es una playa que en bajamar conforma multitud de calitas, y permite acercarse a las formaciones karsticas. Es de fácil acceso.



Después nos dirigimos a Asturias. Concretamente a Ribadesella. Y es que allí queríamos visitar una Cueva muy peculiar llamada la Cuevona. La Cuevona es una cueva natural de unos 300 m. de longitud con una entrada y una salida donde han construido una carretera. Es decir, como un túnel natural. Y al otro lado de la cueva hay un valle aislado con un pueblo llamado cueva del Agua, que para acceder a él decidieron utilizar la cueva como túnel de carretera. En el pueblo hay multitud de hórreos y el valle es, como todos los valles de Asturias y Cantabria, una belleza. Nosotros atravesamos la cueva andando, para ello si queréis apreciar el interior os aconsejo que llevéis linternas. En ellas hay algunas estalactitas y estalagmitas, y es un recorrido muy curioso, teniendo a un lado la carretera, y algún coche que nos ilumina de vez en cuando el camino.










Toca hora de almorzar. Y siempre nos pasa. Cuando buscamos un lugar agradable para comer nuestros bocadillos y nuestras bebidas, damos vueltas y vueltas, y lo encontramos, eso si, no sin antes haber recorrido unos cuantos kilómetros. Con lo fácil que sería decir ahí y ya. Pero bueno, al final siempre encontramos lugares que no preveíamos ver y son preciosos. Como en este caso, que llegamos hasta el pueblo de Niembro, y allí, hay un area recreativa junto a l aiglesia parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, que se caracteriza por su ubicación, ya que está junto a una pequeña ría que cuando sube la marea, gran parte del terreno que la rodea queda cubierto por el agua ofreciendo una vista espectacular.

Después de almorzar nos dirigimos a otro lugar peculiar, cerca de Llanes. Hay una playa muy pequeñita pero que la única salida al mar la tiene por debajo de tierra, formando una playa interior. Es famosa y se llama Gulpiyuri. Como sabíamos que iba a estar repleta de gente porque ya a estas alturas del viaje se nota que hay más gente de veraneo, nosotros teníamos otra opción. Existe otra playa de estas características y menos conocida: la playa de Cobijeru. Además, su acceso es más complicado ya que tienes un sendero de unos 600 m. hasta llegar a ella. Por el camino te encuentras una cueva, un rio que también desemboca en la playa, y por si fuera poco, al lado hay una oquedad por donde se accede a la gruta por la que el agua ha ido accediendo desde el mar hasta la playa. Desde la playa hasta la costa, hay unos 100 metros. Además, muy cerca hay una arco natural llamado “Salto del Caballo”. Cuidado con las rocas. Y hay algunos bufones y más allá, un antiguo molino de mareas.






Hora de volver a Potes. Toca hacer unos cuantos kilómetros. Y descansar temprano teniendo en cuenta que al día siguiente nos espera un sendero intenso.