Ha amanecido despejado. No vamos a tirar las campanas al vuelo porque cuesta creer que no se vaya a liar, viendo que aquí todos los días ha diluviado pero despejado está. Por si acaso hemos recogido todas las cosas y las hemos metido al coche. Si no terminamos muy tarde el trekking, y no está lloviendo, salimos pitando de aquí.
Tras desayunar la cutrez que nos han puesto en Amajambere, hemos tirado para la puerta del parque. Allí hemos coincidido con una pareja de alemanes, que vinieron ayer a los gorilas, y una pareja de indios. En total 6 personas para los monos dorados. Nos han puesto junto con 8 franceses que iban a los gorilas y después de hacernos nuevamente el baile de presentación y un pequeño briefing hemos arrancado a andar.
Los monos dorados (Cercopithecus kandti) son uno de los primates más amenazados que existen y por tanto de los más raros de ver, en peligro crítico de extinción dado lo limitado de su hábitat y la constante reducción de su número. Solo se encuentran en las faldas de los volcanes de Mgahinga y en el lado ruandés. En la parte del Congo los dan por extintos. Se parecen mucho al mono azul pero el color del pelaje es totalmente distinto, teniendo estos un tono anaranjado que con el sol parece dorado. De ahí el lema del parque Mgahinga "Where gold meets silver".
El trekking es una chulada. Se va ascendiendo suavemente con vistas muy bonitas. Durante la subida el cielo ha estado totalmente despejado. A la hora y media llegamos a un cartel a los 2700 metros en el que indica el final del "Rain Forest" y en el comienzo del bosque de bambú, hogar de los monos dorados.

El bosque de bambú es una pasada. Es literalmente un bosque exclusivo de bambú por donde vamos serpenteando 20 minutos. La imagen parece sacada de una película japonesa. En pleno bosque comenzamos a escuchar movimiento encima nuestra, el primer mono dorado!
Una vez llegamos a los primeros monos nos encontramos con los rangers que han salido a primera hora a localizarlos y permanecemos una hora viéndolos. Los monos dorados, a diferencia de los gorilas, no paran quietos. Están constantemente en movimiento sobre el bambú, yendo de un lado a otro de caña en caña.
Nos hemos subido a una parte en alto y ahí he podido verlos a placer. Adentrándote por el bosque te los llegas a encontrar prácticamente al lado, se van comiendo los brotes nuevos de bambú con una saña que deben de estarles buenísimos. Es curioso que entre ellos se hacen un ruido que hubiera jurado que es un pájaro, hasta que la excitación sube y entonces ya se ponen a gritar con un sonido más primate.
Tras estar una hora de un lado para otro hemos puesto camino de vuelta. A media vuelta pasamos por un claro y sorpresa, está todo cubierto de nubes. A los 5 minutos ya estaba tronando y justo cuando terminamos el trekking se ha puesto a llover. La cuestión es que a lo lejos se ve que hace sol pero justo en las faldas de los volcanes, donde estamos nosotros, se acumulan las nubes y se lía parda.



Como no queríamos pasar una tarde muerta aquí, y más después de la experiencia de ayer, viendo que son las 13 le decimos a la chica del Lodge que nos haga la cuenta. Que nos vamos aunque sea en barco.
A las 13:30 nos disponemos a bajar el camino del diablo en pleno diluvio. La chica nos ha recomendado que tomemos una alternativa distinta a por dónde venimos y gracias a Dios. Este camino ha sido mucho más asequible. Al poco de bajar ya había sol y ha sido como cambiar de mundo literalmente. Me acabo de dar cuenta de que cuando vinimos Google me la jugó entonces. Aviso navegantes, si venís de forma independiente no os fieis de Google que os la lía infernalmente. Preguntar en Kisoro antes de abandonar la carretera asfaltada o, si usáis la aplicación de Open Street Maps, coged la carretera que es ligeramente más gruesa en el mapa que las demás. Son más kilómetros, pero no hay color.
Hemos parado en Kisoro para ver qué opciones teníamos. Llegar al mismo lago Mburo era imposible. Son las 14:30 y se tarda más de 4 horas, se haría de noche. Hay un pueblo a 3 horas y media en donde la guía que llevo recomienda un sitio, refiriéndolo como muy bonito. Asi que allá que vamos.
La carretera ha sido de lejos la mejor de todo el viaje. Casi condiciones europeas. Hemos llegado al alojamiento a las 18:00. Nyore hillside. Después de estar dos noches en el pozo de Amajambere esto nos ha parecido el paraíso. Qué cosa más bonita. Justo además para el atardecer. Hasta nos hemos pedido Pizza para cenar y la pizza estaba buena. Es que encima es barato, poco más que Amajambere. En realidad lo sorprendente es lo que vale Amajambere para las condiciones del alojamiento, y encima tenía un 9 en booking... ya me he encargado yo de bajarle la media.

Hoy vamos a dormir como reyes.