15/03 Islas y vaporettos ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Salimos del hotel puntuales a las 8.40 para llegar a coger uno de los primeros vaporettos que salen desde Fondamente Nove. Hay que atravesar unos diez minutos de callejones y canales desde nuestro hotel, pero es un trayecto mucho mas corto y sencillo que cogiendo el vaporetto en San Marco. Nada mas salir a la calle nos damos cuenta de que ha empezado a llover, así que perdemos cinco minutos en volver a la habitación a por los paraguas y esos cinco minutos son cruciales para perder el vaporetto en nuestras narices. Eso implica esperar media hora en la parada hasta el siguiente vaporetto, ¡madrugar para esto!


Nos habían hablado muy bien de Torcello, pero personalmente le dedicaría mas tiempo a Burano y Murano y no daría parte del día a Torcello.
Volvemos a Burano ya sin lluvia y aun así, nuestra primera visita es un café donde poder tomar algo para calentar el cuerpo y hacer uso del baño. Casi casi el mismo precio por un café que por una enorme porción de pizza

Para cuando salimos del café el sol ha hecho su aparición, mejorando mucho el día y el humor del grupo.


Nos dimos una vuelta por el pueblo, observando sus puestos de artesanía y sus casas de colores. Era como estar en una aldea de dibujos animados, muy pintoresco todo y encantador de ver.


Tenemos reserva para comer en la Osteria Al Duomo así que cogemos de nuevo un vaporetto esta vez en dirección a la famosa isla de Murano. Llegamos con el tiempo mas bien justo, así que nos vamos directas hacia el restaurante, donde pedimos un salmón ahumado, unos spritz, un coctel sin alcohol y una barcaza de pasta fresca que cuesta un dineral pero es la mejor pasta que comemos en todo el viaje.


La broma nos sale por 103'50€ de los cuales solo seis son en concepto de cubierto. De ahí intentamos acceder a alguna de las demostraciones de soplado de vidrio, pero a pesar de que la mayoría de fábricas y exposiciones indican que cierran a las cuatro, cuando nos acercamos a varias a las tres ya nos dicen que no hay mas demostraciones ese día. Tenedlo en cuenta si queréis verlo, porque por la tarde ya es difícil encontrar opciones. Recomendaría empezar el día en Murano si queréis ver como se prepara el famoso vidrio.

En nuestro caso, llevábamos una fanática del vidrio en el grupo ¡así que un fallo como este era garrafal! Finalmente a eso de las cuatro y tras mucho correr, encontramos la Vetreria Colleoni que cobraba diez euros de entrada por persona para entrar y luego la entrada te sirve como "bono" para llevarte algo de la tienda. Ya os digo que luego los precios dentro estaban infladísimos para los mismos productos que ya habíamos visto en las tiendas fuera e incluso en la misma Venecia, pero había que corregir el error y para dentro que fuimos. Al final no fue en vano, porque había un recuerdo concreto que una de nosotras quería y aprovechó los 30€ de las entradas para conseguirlo.


Intentamos llegar al cementerio de San Michele, pero cuando vamos a bajar del Vaporetto nos lo impiden. En teoría cierra a las seis y sólo eran las cinco, pero no nos permitieron bajar el tema de los horarios va de mal en peor este día. Sin mas remedio, seguimos la línea hasta Venecia y decidimos atravesar la isla y aprovechar el bono ilimitado de vaporetto durante el día de hoy para ir hacia la basílica Giorgio Maggiore. Por el camino vemos el hospital de Venecia, que si no lo sabes ni loco pensarías que es un hospital, pero la cantidad de ambulancias acuáticas aparcadas en el canal lateral dan una idea rápida.


La basílica en si no merece demasiado la pena habiendo otras mejores, pero las vistas que nos regala la isla del atardecer veneciano no tienen precio. ¡Ha valido la pena venir hasta aquí!


Nos subimos a nuestro penúltimo vaporetto del día para que nos lleve hasta plaza Roma, cogiendo allí un último que nos lleva canal abajo por el gran canal. La lástima es que se ha hecho ya tan de noche que no resulta tan disfrutable como lo habría sido de día. Todavía algo hartas de la comida, probamos el famoso y recomendado Dal Moro pero no nos parece para tanto. Las opciones de salsa son básicas, la pasta casi está demasiado al dente y aunque la ración es contundente y barata para lo que es Venecia, no es destacable y casi me atrevo a decir que ni siquiera esta buena.

Callejeamos un poco mas mientras vamos degustando nuestra cena y compramos los últimos souvenirs con la idea en mente de que esta noche tenemos ya que ir organizando y cerrando maletas. Pasamos por el hotel a eso de las ocho de la tarde para descargar bolsas, reponer energías y volver a salir para un último callejeo nocturno pero el día puede con nosotras y ya no nos movemos mas

Nota del día: 7.75 sobre 10.
Distancia recorrida: 21.300 pasos/14.9 kilómetros

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