Antes de seguir ruta, paramos a comer en el "Restaurante Asador El Cossio", en la localidad de Mojados. Vi que tenía buenas reseñas en Google y quisimos probar. Al venir en temporada baja, no había mucha gente pero en 15 minutos se llenó, si venís en verano, os recomiendo que reservéis porque tiene pinta de ser muy conocido. Nos pedimos el menú del día que costaba 14 euros, primer plato, segundo, postre, pan y bebida, no es muy caro pero tampoco barato, precio razonable.


Lo que no me gusta de los restaurantes, es que tienden a tener la comida muy al alcance del paso de la gente, sin vidrieras, mostradores o algo que la resguarde y así evitar que le caiga de todo, como en este caso que el cocinero está nada más entrar en el salón del restaurante, al paso de todos, me parece bien que esté ahí pero resguardada la comida de la gente, pueden caer pelos, la gente estornuda, se sacude el pelo, se quita los abrigos, etc..., no sé, lo mismo soy muy pijotera pero sólo pido algo de higiene y más si lo estoy viendo, jajajaja. El restaurante está adornado en estilo taurino, se deduce por el nombre



Lo primero que hago siempre antes de comer, es ir al baño a lavarme las manos y al menos estos estaban impecables y eran muy grandes, algo raro en este tipo de establecimientos que suelen estar penosos


Me pedí una paella que estaba algo pasada, de segundo albóndigas que estaban muy buenas pero la salsa muy salada y natillas que no se si eran caseras pero no sabían a nada, jajajaja. Ósea que les pongo un 5/10




Los exteriores también son grandes, con una terraza, una fuente y parking gratuito.

Una vez comidos, ponemos rumbo a nuestro próximo destino pero antes hacemos una breve parada en la cercana localidad de Mojados, desde el coche nos pareció muy bonita. Es uno de los pueblos que podemos encontrar en la conocida Tierra de Pinares. Os dejo mapa cogido de internet.

La entrada al pueblo la hacemos por un puente de piedra del siglo XVI, que cuenta con seis arcos. Paramos el coche un momento para hacernos unas fotos junto al río Cega, (afluente del río Duero), que va completamente seco, que pena, y junto a este precioso edificio abandonado que no he encontrado ningún tipo de información sobre él



Vamos hasta la Iglesia parroquial de Santa María, en la plazuela de alrededor aparcamos el coche y salí para hacer algunas fotos al templo mudéjar del siglo XIV, su construcción se prolongó hasta el siglo XVI. Consta de tres naves separadas por pilares, tiene una portada gótica de archivoltas apuntadas y un ábside mudéjar con dos cuerpos de arquerías, revestido de yeso, otra joyita



Su torre cuadrangular alberga cuatro campanas, una de 1764, otra de 1799, la tercera más grande de 1833 y la cuarta de 1985.



En la misma Plaza Santa María y junto a la iglesia, se puede ver la Casa del Conde de la Patilla del siglo XV.

Y también se puede ver el Ayuntamiento que como dice la placa que hay en su fachada, se reconstruyó en 1957 y se reformó en el año 1988. Luce un pequeño campanario y un reloj en su fachada.


Mojados cuenta con algo más de 3.000 habitantes en la actualidad. El casco antiguo de Mojados, fue villa realenga al recibir su primer fuero en 1176. Aquí ocurrió un hecho que cambió la historia de España. El 12 de noviembre de 1517, tuvo lugar la reunión que se hizo entre las comitivas reales del futuro emperador Carlos V y de su hermano Fernando de Austria, a quien no conocía. Fernando, el primer infante de los Austrias nacido en suelo español, reconoció a Carlos como rey de Castilla a su llegada a España tras pisar tierras castellano-leonesas y verse las caras en Mojados. El nuevo monarca procedía de Flandes donde nació. Carlos tenía intención de preparar su entrada en Valladolid donde sería proclamado rey ante las Cortes Castellanas. La casualidad hizo que en Mojados se dieran cita, sin ellos saberlo, dos futuros emperadores, una reina y Adriano de Utrecht, que llegaría a ser Papa. Cinco siglos después, Mojados sigue celebrando aquel encuentro real entre hermanos, cada primer fin de semana de julio con recreaciones históricas. Paseamos por las calles de alrededor.


Vamos hasta la Iglesia de San Juan, de estilo mudéjar y construida entre los siglos XIII/XIV en mampostería y ladrillo. El campanario tiene dos campanas, una se fundió en 1772, y la pequeña en 1827. En 1872, tras la unificación de las dos parroquias, el alcalde de entonces solicita al obispo de Segovia el traslado de las campanas de la Iglesia de San Juan a la de Santa María, que tenía reloj para anunciar todos los actos públicos. Posteriormente sería el reloj del Ayuntamiento quien se encargaría de estas funciones. La iglesia fue restaurada en 1994 y luce como la vemos hoy día.



Alrededor dela iglesia se pueden ver algunas esculturas.


De camino al coche fotografío esta bonita casa y los nidos de cigüeñas acomodados en estos depósitos.


La verdad que nos ha parecido un pueblo muy interesante y coqueto. No le hemos dedicado mucho tiempo porque tenemos que continuar ruta, pero bien merece una parada y disfrutarlo, nos ha dejado muy buen sabor de boca
