Día 13 de diciembre:
El guía pasó a buscarme temprano por el hotel, no recuerdo si a las 7 ó a las 8, y pusimos rumbo a Calakmul, en el estado de Campeche. La visita de este sitio arqueológico era uno de los que tenía pendiente desde mi viaje anterior, al estar cerrado en aquella ocasión.
Paramos a desayunar a las afueras de la ciudad de Xpujil, en un lugar llamado Gouter Coffee. Tomé un licuado de fresa y una tortilla vegetariana picante. Me costó todo 95 MXN. Luego, atravesando Xpujil, me pareció una ciudad horrible.
Los 60 km desde el centro de recepción hasta el sitio arqueológico son impresionantes. La carretera atraviesa un bosque que casi forma una galería cubierta. Nos encontramos algunas aves, como pavos ocelados y hocofaisanes, así como también un coatí.

El guía que llevaba, me estuvo explicando durante la visita a Calakmul, un poco de las guerras que había entre las ciudades rivales de Palenque, Tikal y Calakmul; los grupos o clases en las que se dividía la sociedad (al modo de las castas indias en las que una persona nacida en una casta no podía salir de la misma a lo largo de su vida); la morfología física de los mayas (especialmente de la realeza) y la vestimenta; la cosmogonía según los mayas, representada en el árbol sagrado que es la ceiba; algunas especies vegetales aparte de la ceiba, como el chicozapote, el chechén (que produce una quemadura en la piel en contacto con su resina) y el chacá que es su antídoto natural y crece en la misma zona.

En lo que se refiere al sitio arqueológico en sí, está bastante restringido actualmente por la covid-19 (como no) y hay bastantes edificios que no se pueden visitar.
Buena parte del tiempo que se invierte en el recorrido es para subir a la Estructura I, la Estructura II y la Estructura VIII. Yo subí a esta última por ser la más discreta en altura con 30 metros, aunque al menos me permitió ver asomar por encima de los árboles la Estructura II (55 metros de altura).


La Estructura I parece más alta al estar sobre una plataforma, pero tiene sólo unos 40 metros de altura. Aparte, vi algunas estelas. Gracias a las representaciones de las estelas y a algunos murales encontrados en la Estructura II (se puede ver una reproducción a la entrada del recinto arqueológico) pudieron conocer algunas costumbres, vestimenta, etc... de los mayas de la ciudad.

En total fueron 3 horas y 15 minutos de visita que se me pasaron volando.
Tengo que reconocer que no es el sitio arqueológico que más me ha impresionado, teniendo en cuenta que hay limitaciones en la visita, pero las pirámides son impactantes y si ya la vista desde la Estructura VIII ofrecía una pequeña visión de la selva, la panorámica desde la Estructura I o la II debe ser espectacular. Me quedo eso sí con la ubicación de Calakmul en la selva, de las mejores que he visto en México.
El regreso lo hicimos de un tirón y tardamos 3 horas para llegar a Bacalar.
Para cenar decidí tirar un poco más la casa por la ventana y me fui al restaurante Los Hechizos, en el hotel Rancho Encantado. La única pega que tiene por la noche es que no se ven las vistas de la laguna. Pedí lo siguiente:
- Sopa de lima
- Pulpo al poc chuc
- Pastel cremoso de queso con guayaba

Junto con la bebida, la cuenta fue de 530 MXN.
loshechizos.net/index.html
Y con esta cena di por concluida la visita a Bacalar. Al día siguiente, rumbo a Valladolid.