Desayunamos en el buffet del hotel (el primero del viaje!!!) a las 8.30 de la mañana, algo mas tarde que otros días. Se empieza a notar la acumulación de cansancio. Por suerte, nuestros días estaban planificados ya con mas calma.
El desayuno no estaba mal, tenía todos los ingredientes de un desayuno escocés (con los huevos mas malos que he tomado en mi vida) y también continental. ¿Es sólo cosa mía o ni siquiera en los buffets tienen cacao?¿Qué desayunan los niños británicos?¿Zumos?¿Té?
Ya con el estómago lleno, salimos en dirección Dunnotar. El parking es bastante pequeño y de tierra, con agujeros importantes. Recomiendo llegar temprano.
La taquilla está dentro del castillo, así que los exteriores pueden visitarse de forma gratuita. El parking tampoco se paga, se entiende que está incluido con la entrada.
Hay un pequeño desvío a la derecha desde donde podéis encontrar unas vistas espectaculares.
Sin embargo, os recomiendo ir por el camino de la izquierda, donde realmente podéis observar el castillo totalmente aislado del resto del paisaje y admirar la increíble situación de la fortaleza.
Llevábamos las entradas adquiridas desde casa, este castillo no entra en la Explorer pass. (£22 para dos adultos)
En teoría había wifi en la taquilla para poder descargar la audioguía, pero no hay forma de conectar así que nos las arreglamos con el folleto.
Creo que fue el castillo favorito de ambas, con diferencia. Es alucinante, puedes imaginarlos viviendo allí.
Ya veis que no hemos madrugado especialmente, pero hacer noche cerca nos ha ayudado mucho a estar allí a primera hora. Cuando nos vamos son algo mas de las once y hemos visto el recinto prácticamente solas, sin embargo nos cruzamos con un montón de gente en el camino de vuelta al parking. La experiencia habría sido muy distinta con tanta gente alrededor, seguro.
Hoy es el día de los castillos de pago. Nuestra siguiente parada es el castillo Glamis, famoso por ser residencia de la reina madre y lugar de nacimiento de la princesa Margarita. Desde luego les encanta estar vinculados a la casa real, porque les falta decir "esta baldosa la pisó la reina Isabel II cuando tenía 8 meses"
Nada mas llegar empieza a llover, así que aprovechamos que teníamos fichada la cafetería para sentarnos a comer nada mas llegar. La variedad no es destacable, pero la verdad es que todo lo que pedimos estaba excepcionalmente bueno. Nos sorprendió porque esperábamos algo bastante peor. (£17.20 por unos solomillos de pollo empanados y un duo de salmón)
Cuando terminamos de comer sigue lloviendo, así que paseamos por el interior del castillo hasta dar con el inicio de la visita guiada. Es únicamente en inglés, pero tienen folletos en español si no os entendéis como es el caso de mi compañera. La verdad es que quitando el toque de "humor" que le da la guía ( ) la información que proporcionaba ella y la del folleto era prácticamente idéntica.
No se permiten fotos durante la visita guiada, no sea que se desgasten las sillas favoritas de la reina isabel II y su hermana Margarita cuando eran niñas
La parte mas llamativa, quizá, es una sala donde tienen expuestas un montón de invitaciones de boda/bailes reales, es muy curiosa la diferencia de unas a otras.
Una vez terminada la visita, parece que la lluvia da un descanso y nos aventuramos a recorrer los jardines. Me resulta muy curioso y tierno que tengan un cementerio de mascotas, donde están enterrados todos los animales de compañía de la familia, algunos mas destacados que otros.
Es curioso que después de haber recorrido gran parte de Skye y tras una semana entera en Escocia, tenga que ser aquí el primer sitio donde vemos las famosas vacas peludas. (Y todavía no puedo parar de reír cuando veo el cartel que tenía el cercado)
Llegamos al bosque con las estatuas de Hamlet y lo recorremos con calma, buscando las distintas figuras de la historia.
Sin embargo, cuando llegamos al final y vamos a la zona de los huertos, empieza a caer un aguacero importante, tan tan gordo que aun con los chubasqueros puestos, el agua nos cala la ropa de debajo. Nos refugiamos en la tienda porque no somos capaces de llegar al parking, y eso que son apenas veinte metros. Aprovechamos a secarnos un poco mientras elegimos la postal para hoy y cuando parece que cae con un poco menos de fuerza corremos al coche.
Como vamos empapadas, cogemos ruta directamente a Dundee, donde tenemos nuestro hotel para esta noche. Fue otra vez un cambio de última hora, la idea inicial era hacer noche en Pitlochry pero como añadimos Glamis y nos apetecía mucho St. Andrews, así que nos salió una buena oferta para dormir en Dundee e hicimos cambio de planes. Nuestro hotel para esta noche es el Landmark (£59.35)
Dejamos nuestro equipaje y tras darnos una ducha para calentarnos un poco, nos vamos a cenar a un pub cercano y retiramos temprano.
Kilómetros recorridos: 121.