A las 5.00 está el taxi en la puerta de casa. Desde Sevilla volamos a Roma con Vueling, a nuestro lado los asientos vacios de nuestros amigos que se quedaron en tierra. En Fiumicino más tiempo esperando las mochilas que volando.
De allí a la estación Termini y tren para Ancona.

Pasamos por una localidad que se llama Trevi que tenía una vista preciosa desde el tren, seguro que merece una visita.


Una vez en Ancona, calor sofocante, nada más salir de la estación nos topamos con el hotel fortuna donde habíamos reservado una habitación, sencillo y correcto 90€, tres camas y desayuno.
Ambiente portuario, más un lugar de paso que para quedarse, aunque el paseo al atardecer fue muy agradable. Duchita, paseito y pizza. Se nota que estamos más al este, a las 8.30 anochece.


Revisamos la hora de salida del barco al dia siguiente, y a dormir.