DIA 9
Amaneció un día precioso, ideal para la excursión que tenemos para hoy, el TOUR DE AVISTAMIENTO DE BALLENAS. Para ello, reservamos en la empresa HERMANUS WHALE CRUISES un tour de dos horas por la bahía de Hermanus, siendo la salida a las 9 de la mañana. Esta empresa tiene su parking, instalaciones y barco en el puerto nuevo. Tras una charla previa sobre medidas de seguridad a bordo, embarcamos y salimos rumbo a la bahía donde pueden encontrarse ballenas. Tuvimos suerte y pudimos ver alguna al salir del puerto, pero luego pasamos el resto de la mañana buscando ejemplares. Ya al final, pudimos observar alguna, aunque de lejos.
Un consejo: Considerando que el avistamiento de ballenas depende de la suerte y de que éste nunca está garantizado, vemos prescindible esta excursión, pues desde el paseo que recorre la costa o desde GEARING´S POINT se tienen más posibilidades de ver y mejor las ballenas, incluso a cualquier hora del día.
Cogimos el coche y nos dispusimos a dirigirnos hacia la siguiente etapa de nuestro viaje, y esa era visitar CAPE WINELANDS, la principal zona vinícola de Sudáfrica. Pusimos dirección a STELLENBOSCH, la capital vinícola de la zona, a donde llegamos después de hora y cuarto de entretenido itinerario. Los paisajes son muy bonitos, en especial, el que se vislumbra desde el SIR LOWRY´S PASS, desde donde se ve la ciudad y la bahía de GORDON´S BAY.
Llegamos a STELLENBOSCH y recorrimos en coche su calle más emblemática, DORP St, donde podían verse muchos edificios de época, y también mucho ambiente en terrazas y tiendas. Fue un recorrido que nos dejó una muy buena impresión de la ciudad. Después de pasar delante de su famosa Universidad, nos encaminamos hacia nuestra primera parada, la bodega TOKARA WINE ESTATE.
Es ésta una bodega magnífica, por su ubicación, su arquitectura e interiorismo. Mención especial merece la espléndida vista que se tiene de los viñedos y las colinas, desde los enormes ventanales de su salón de catas. Realizamos una cata de vinos, acompañando con un plato de embutidos y quesos en esa estancia, lo que fue un disfrute para los sentidos. Cabe mencionar que justo enfrente del acceso a esta bodega se encuentra otra igualmente magnífica, la DELAIRE GRAFF ESTATE.
[align=center]TOKARA WINE ESTATE
Un consejo: Considerando que el avistamiento de ballenas depende de la suerte y de que éste nunca está garantizado, vemos prescindible esta excursión, pues desde el paseo que recorre la costa o desde GEARING´S POINT se tienen más posibilidades de ver y mejor las ballenas, incluso a cualquier hora del día.
Cogimos el coche y nos dispusimos a dirigirnos hacia la siguiente etapa de nuestro viaje, y esa era visitar CAPE WINELANDS, la principal zona vinícola de Sudáfrica. Pusimos dirección a STELLENBOSCH, la capital vinícola de la zona, a donde llegamos después de hora y cuarto de entretenido itinerario. Los paisajes son muy bonitos, en especial, el que se vislumbra desde el SIR LOWRY´S PASS, desde donde se ve la ciudad y la bahía de GORDON´S BAY.
Llegamos a STELLENBOSCH y recorrimos en coche su calle más emblemática, DORP St, donde podían verse muchos edificios de época, y también mucho ambiente en terrazas y tiendas. Fue un recorrido que nos dejó una muy buena impresión de la ciudad. Después de pasar delante de su famosa Universidad, nos encaminamos hacia nuestra primera parada, la bodega TOKARA WINE ESTATE.
Es ésta una bodega magnífica, por su ubicación, su arquitectura e interiorismo. Mención especial merece la espléndida vista que se tiene de los viñedos y las colinas, desde los enormes ventanales de su salón de catas. Realizamos una cata de vinos, acompañando con un plato de embutidos y quesos en esa estancia, lo que fue un disfrute para los sentidos. Cabe mencionar que justo enfrente del acceso a esta bodega se encuentra otra igualmente magnífica, la DELAIRE GRAFF ESTATE.
[align=center]TOKARA WINE ESTATE
Continuamos nuestra ruta en dirección a la siguiente ciudad en importancia de la zona, FRANSCHHOEK. El recorrido de media hora por el valle es un placer para la vista. La sucesión de viñedos y bodegas, con el telón de fondo de las montañas HOTTENTOTS, es espectacular. Ya en la ciudad, nos dirigimos a lo que sería nuestro alojamiento, el MIRABELLE BED & BREAKFAST, una bonita casa situada a las afueras, dotada de unas habitaciones muy amplias y cómodas, un servicio excelente y un muy bonito porche cerca de la piscina que invita a la tranquilidad y el descanso. En especial, cabe destacar su estupendo desayuno. Fue un gran acierto esta elección.
Cerca del atardecer, dimos un paseo por la calle más destacada de FRANSCHHOEK, la HUGUENOT St. En ella, los edificios de época, las tiendas de arte, los restaurantes y las terrazas, daban a la ciudad un ambiente muy exclusivo y agradable. Es un sitio muy bonito, como salido de una postal. Después, nos dirigimos para cenar a uno de los muchos restaurantes que contribuyen a reafirmar a FRANSCHHOEK como la capital gastronómica de Sudáfrica, el CHEFS WAREHOUSE AT MAISON.
Es éste el restaurante de dos de los más afamados chefs del país, en el que se puede hacer un menú degustación con seis pases que es realmente exquisito. El entorno, el local, el estupendo servicio y la buena cocina hicieron que disfrutásemos de una de las mejores experiencias de nuestro viaje. [/align]
DIA 10
Después de un buen desayuno, nos encaminamos a realizar una de las excursiones que más ilusión nos despertaba…y era recorrer las bodegas de la zona en el FRANSCHHOEK WINE TRAM, la combinación de tranvía de dos pisos y tranvía-autobús al aire libre que te llevan de bodega en bodega. La realización de esta experiencia HOP-ON HOP-OFF es de lo más recomendable. El servicio consta en lo siguiente: Te permite subir y bajar como desees, realizar las diferentes actividades, ya sea cata de vinos, un recorrido por la bodega, un almuerzo o simplemente un paseo por los viñedos…y en 40 minutos, puedes subir de nuevo para continuar el viaje. Puedes elegir 10 líneas diferentes que te llevan a visitar 8 ó 9 bodegas en cada una. Esta experiencia Hop-on Hop-off te permite seleccionar y planificar tu día. Puedes elegir cuánto tiempo pasas en cada lugar, dónde comer y las actividades que realizar.
Un consejo: Es muy conveniente realizar la reserva en el FRANSCHHOEK WINE TRAM con mucha antelación. En nuestro caso, lo hicimos una semana antes de empezar el viaje y, aun así, tuvimos que adaptar nuestro horario.
[align=center]FRANSCHHOEK WINE TRAM
Un consejo: Es muy conveniente realizar la reserva en el FRANSCHHOEK WINE TRAM con mucha antelación. En nuestro caso, lo hicimos una semana antes de empezar el viaje y, aun así, tuvimos que adaptar nuestro horario.
[align=center]FRANSCHHOEK WINE TRAM
Aparcamos nuestro coche en la estación de GROOT-DRAKENSTEIN TERMINAL a las 9 de la mañana, desde donde empezaba nuestra experiencia en la LINEA PÚRPURA (optamos por esta línea porque es la que recorre alguna de las bodegas más afamadas y destacadas de la zona). La primera parada fue en la bodega ALLÉE BLEUE, muy bonita, en un entorno precioso. A pesar de lo temprano del día, muchos optaron por una cata de vinos. Nosotros, solo a pasear por la finca y las instalaciones.
Una recomendación: En la opción de cata de vinos, cada bodega te presenta 4 ó 5 vinos por persona (eso sí, poca cantidad). Como son muchas las bodegas, si no quieres llegar arrastrándote al final del día, lo mejor es optar por una sola cata y compartirla entre los dos. Eso te permite primero, apreciar los vinos, para luego, disfrutar de las bodegas y su entorno con garantías.
La segunda parada, en SOLMS DELTA, una modesta bodega, con un pequeño museo de instrumentos musicales antiguos y unos vinos nada apetecibles. Quizá fuera la única bodega prescindible de nuestro recorrido; después, una joya para los sentidos, la afamada BOSCHENDAL, la bodega con más hectáreas de todo CAPE WINELANDS. La primera impresión al entrar, donde se ve un enorme roble bajo el cual se realizan las catas, los cuidados jardines y los bonitos edificios, es espectacular. La cata aquí constaba de 6 vinos, tintos y blancos, de buen sabor y calidad.
En la siguiente, VREDE EN LUST (se pronuncia Frede), nos detendríamos algo más de tiempo, pues fue la elegida para el almuerzo. La bodega es muy bonita y la vista de los viñedos desde su terraza es magnífica. Tiene dos tipos de restaurantes: El LUST BISTRO & BAKERY, más informal, aunque con platos muy apetecibles, y el SAVOYE, con raciones más elaboradas, muy ricas, aunque algo escasas. Optamos por el segundo, pero quedamos con las ganas de haber elegido el primero.
Continuamos el recorrido con parada en NOBLE HILL. Esta bodega tiene un entorno muy bonito. Su restaurante, COSECHA, se define de cocina latina, pero es generalmente mejicana. Tiene una terraza grande y unos jardines que dan a un lago. No es tan espectacular como alguna de las anteriores, pero tiene un ambiente agradable. Y los vinos no están mal.
Pero la que más nos impresionó, sin duda, era la siguiente, BABYLONSTOREN. Esta bodega merece ya de por sí un día entero de visita. Ocupa una extensión gigantesca y tiene muchas y muy variadas dependencias, además de un extraordinario huerto. Es la bodega más antigua de Sudáfrica y en ella está representado todo lo que se puede encontrar en una granja. Además de la bodega en sí, con buenos vinos, tiene lechería, con sus derivados correspondientes; carnicería, con sus diferentes variedades de carne; panadería; elaboración de productos cosméticos; tiendas diversas; un hotel-spa; un reputado restaurante, BABEL…en definitiva, todo un “parque temático”.
Pero lo que más nos gustó fue el MUSEO, dedicado en exclusiva al mundo del vino. Ya su entrada (un pasadizo en forma de laberinto hecho con sarmientos) anticipa lo extraordinario de su contenido. Y es a la vez muy instructivo, pues ofrece la oportunidad de distinguir los olores, ver los diferentes tipos de uva, observar las tierras donde crece, los instrumentos que participan en la elaboración del vino…en fin, sería muy extenso explicar todo su contenido, pero es sin duda, de visita obligada.
Finalmente, la última parada fue en PLAISIR DE MERLE, una bodega que se asemeja a una antigua misión, también en un entorno muy bonito, y cuya nota diferencial con respecto a las anteriores, además de producir vino, es la elaboración de ginebras. En su interior se pueden encontrar diferentes puestos de comida, al estilo de los mercados de Madrid. Como colofón a este maravilloso día, nos tomamos un delicioso gin-tonic, bajo un inmenso roble, mientras esperábamos el último tranvía del día, a las 5 de la tarde.
Conclusión: A pesar de que la visita a CAPE WINELANDS se anuncia como una excursión de un día desde CIUDAD DEL CABO, llegamos a la conclusión de que merece más, mucho más. Son tantas y tan bonitas las bodegas que se pueden visitar; son tantos los excelentes restaurantes para comer; son varias y muy interesantes las localidades que recorrer; y es tan idílico y maravilloso el entorno y el paisaje, que toda esta zona es merecedora de una larga visita.
Cogimos de nuevo el coche para dirigirnos esta vez a Ciudad del Cabo, pues ya tocaba fin nuestro periplo por el sur de Sudáfrica. Nuestro destino era el HOTEL VERDE CAPE TOWN AIRPORT , a donde llegamos en 45 minutos. Este hotel, funcional y cómodo, está situado a 5 minutos del aeropuerto y de la oficina de FIRST CAR. Hicimos el check-in en el hotel, devolvimos el coche sin novedad y regresamos al hotel con su servicio gratuito de traslado. Nuestro siguiente destino, a la mañana siguiente, era JOHANNESBURGO, desde donde partía la siguiente etapa de nuestras vacaciones, un SAFARI en una reserva del norte de Sudáfrica. [/align]