Día 1 Nov.
Ya estábamos cogiendo gusto a los madrugones, esta vez a las 04:45 nos recogerían para hacer la excursión de hoy. Pasamos a recoger a otras personas que estaban alojadas en otros hoteles dentro del complejo y pusimos rumbo al Parque Nacional. Durante el camino la guía y su acompañante nos estuvieron diciendo que normalmente hace mucho calor y que aunque es un sendero llano hay que hidratarse constantemente debido a las altas temperaturas.
Llegamos todavía de noche al punto de inicio de la ruta que también sería el punto final ya que la ruta es circular. Nada más bajarnos de la furgo la guía nos dio una mochila que contenía, zumos, galletas y termo de agua caliente para el té y/o café que tomaríamos después en una parada.
Empezó a amanecer cuando comenzamos la ruta. Hacia bastante viento y la temperatura era más bien fresquita, menos mal que metimos en nuestras mochilas unos jerseys que nos vinieron genial durante todo el recorrido.
Durante el primer tramo de la ruta la guía nos dijo que no podíamos hacer fotos del Uluru porque era lugar sagrado para la comunidad de aborígenes que vive en la zona. Durante la caminata hicimos varias paradas durante el recorrido, visitamos diferentes cuevas con pinturas rupestres y vimos de cerca cientos de agujeros que el agua y el viento han ido creando en la roca.
Cuevas del Uluru


Pinturas de los aborígenes que se encuentran dentro de las cuevas.


Curiosos los agujeros que hay en la roca.


El Uluru desde cerca también es espectacular...


Hasta hay una roca que hace un guiño a Jabba de Hutt de la película Star Wars



A medio camino y con bastante frío paramos a desayunar en un punto donde hasta el 2019 se podía subir a la cima. A partir de 2019 se cerró al público debido a la cantidad de accidentes y sobre todo para la conservación de la roca. Continuamos caminando a un paso más ligero porque se veía, a no mucha distancia, una tormenta eléctrica y empezaban también a caer gotas de lluvia. Afortunadamente no fue a más y terminados la ruta sin ningún contratiempo. Casi no llueve en Uluru y cuando llueve es una alegría para la zona, así que no nos quejamos de haberlo visto.
La tormenta que al final no fue


Ultima foto del Uluru antes de volver a la furgo.

Sobre las 10-10:30 estábamos de vuelta en el hotel. Allí aprovechamos para descansar un poco porque todavía el jet lag nos seguía haciendo mella. Esa tarde la aprovechamos para ver una tienda de artesanía local y vimos en unos carteles que a unas determinadas horas podías asistir a charlas y talleres de forma gratuita.
Fuimos a una charla super interesante a cerca de los diferentes tipos de plantas y frutas que se encuentran en la zona y que los locales utilizan como medicinas, remedios caseros, mermeladas, miel, etc.
Una vez terminada la charla volvimos al hotel, andando, a preparar cosas pendiente del viaje.