Son poco más de las 7 de la mañana acercándonos a Nápoles y podemos ver las siluetas de la Isla de Capri y el Vesubio
A las 7:45 estamos entrando en el puerto
Hoy teníamos pensado ir a Capri si conseguimos salir sobre las 9:15 del barco, al estar en temporada baja, los ferris a Capri tienen muy pocas salidas, en casa ya tenía mirado que con SNAV podíamos ir en el de las 9:30 y volver en el de las 16:30, pero todo se iría al traste si no conseguimos salir a tiempo Pero poco después de las 8 ya estamos atracados Así que no hay problema en bajar pronto Salimos del barco sobre 9, después de salir de la terminal marítima, nos dirigimos hacia la izquierda, siguiendo las señales para llegar a las taquillas de las distintas compañías de ferris, tanto a Capri como a otros islas o la Costa Amalfitana. Compramos los billetes en la compañía SNAV (95 €), tal y como había mirado en casa y comprobado el día anterior Sin prisas subimos al ferry, ya está bastante lleno y aún se llenará más, no se puede ir en el exterior, todas las butacas son interiores ya que va a una considerable velocidad después de salir del puerto
A las 10:15 ya habíamos llegado al puerto de Marina Grande, en un día algo nublado
Nos dirigimos al funicular, pero antes hay que comprar los billetes, según se termina el muelle de los ferris, se coge a la derecha y ya enseguida te topas con la oficina de venta del funicular y buses así que no vayáis directamente al funicular, primero comprar el billete
Una vez salimos del funicular, nos dirigimos a la Piazza Umberto I, la Piazzetta, donde encontramos un mirador, el ayuntamiento y la torre del reloj (S. XVIII), empieza nuestra visita a Capri
Subiendo unas escaleras visitamos la Chiesa di Santo Stefano, es la iglesia más grande de la isla y fue la catedral de la diócesis de Capri de 1560 a 1818. Construida en el siglo XVII.
Casi frente a la puerta de la iglesia, se encuentra el Centro Caprense Ignazio Cerio, un museo arqueológico con restos encontrados en la isla, en el Palacio Cerio del S. XIV, pero que hoy no visitaremos, aunque sí sacamos una foto a su entrada
En muchos lugares encontramos indicadores para ir a los distintos lugares turísticos de la zona y nuestra primera opción es llegar hasta el mirador de Punta Cannone, dejaremos el más famoso mirador de los Jardines de Augusto para el final, creemos que a estas horas estará más lleno de gente Así que empezamos nuestro callejeo por esta bonita zona de Capri, con preciosos rincones
Y llegamos al Belvedere di Punta Cannone y disfrutamos de las vistas a los omnipresentes farallones estábamos solos
Desde aquí podemos ver el mirador de los Jardines de Augusto y la Certosa (Cartuja) de San Giacomo
Volvemos sobre nuestros pasos y volvemos a callejear para llegar a nuestro siguiente destino, Belvedere Tragara. Otro día más la glucosa tiende a bajar y tengo que ir comiendo algo, pero esta vez mi estómago empieza a protestar de una manera más fuerte que de costumbre, a partir de este momento mi visita no es tan placentera, estoy hinchada, sobre todo el estómago y cuando me pasa eso sólo hay una manera de mejorar, esperar a que las náuseas me hagan “devolver”, que es cuando consigo echar todo el aire del estómago, mis rugidos ya son famosos casi no devuelvo nada del contenido del estómago, sólo aire Pero no puedo forzar las náuseas, cuando yo las provoco no consigo que salga todo el aire, los rugidos son rugiditos y no me alivian mucho tiempo Así que sólo me queda sufrir, descansar cuando no puedo más y esperar
Seguimos nuestro camino, más despacio y con muchas paradas, pero seguimos disfrutando Llegamos a la calle de las tiendas de lujo, Via Camerelle, pero están todas cerradas, es lo que tiene la temporada baja
Llegamos al mirador y volvemos a disfrutar de las vistas, aunque los farallones desde aquí no se ven del todo bien
Y como estaba yo tan bien pues lo mejor es coger el camino paralelo, continuando Via Tragara, al mirador en bajada a ver a dónde nos llevaba lástima no poder disfrutarlo más porque nos encantó
Llegamos a orilla del mar, con los imponentes farallones delante nuestra, al ser temporada baja, los dos restaurantes está cerrados y pudimos disfrutar de toda la zona sin pagar nada, sobre todo de la zona del restaurante de la derecha, han arreglado toda la zona junto al mar, no muy ecológicamente, todo hay que decirlo, pero el resultado es muy chulo
Subir me costó mucho, creí que devolvería en cualquier momento, pero no, resistí toda la subida y hasta disfruté de un par de lagartijos
Una vez arriba, volvemos sobre nuestros pasos, después de estar echada un buen rato en un banco hasta el final o principio de la Via Camerelle y cogemos a la izquierda, ahora sí es el momento de visitar los Jardines de Augusto y su mirador
La Vía Krupp sigue cerrada
Son las 14:45, vamos volviendo y a pocos metros, en la zona alta a nuestra izquierda vemos unos baños públicos, 1€ y ahí ya estaba tan mal que pude por fin echarme unos buenos rugidos, el primero tan grande que parece que me hace vacío el estómago no devolví nada, pero salí como nueva bajé las escaleras con una gran sonrisa y hablando por los codos
Intenté comprar algo para llevar, pero hoy no me gustó nada, todo me parecía lo mismo que en otras ciudades, pero con el nombre de Capri y lo que me gustaba era caro, sin ninguna esperanza de que fuera de calidad y así, de tienda en tienda llegamos a la Piazzetta y decidimos bajar andando hasta Marina Grande
Son las 15:45 cuando llegamos frente al muelle de los ferris y picoteamos algo en un bar-heladería-pastelería, que cumplió la función de llenar el buche, y a las 16:05 nos ponemos a la cola para el ferri de vuelta y nos despedimos de Capri
El ferry salió puntual y en 45 minutos estábamos de vuelta en Nápoles, descanso y después teatro, hoy toca Lou Gazzara, un cantante finalista de un programa de talentos de la TV, buena voz sin más, no nos enganchó nada
Si no me hubiera encontrado mal hubiéramos ido en bus hasta Anacapri, pero las cosas son como son, no como nos gustaría que fueran y hay que aceptarlo como viene, hemos disfrutado muchísimo, a pesar de todo
Cena, paseo y descanso, mañana toca llegar a Civitavecchia ¿Volveremos a Roma?