
Saltamos de la cama con ganas, hoy nos metíamos de lleno en la Ruta 66!!!
Bajamos a desayunar al hall del hotel, tiene una pequeña sala con un par de microondas y cafeteras. Unas pequeñas magdalenas, máquina de gofres (que no falte) y poco más. Muy normalito. No queremos parar mucho ya que, queremos visitar el Peggy Sue´s 50´s Dinner para tener un desayuno americano de los de verdad.
Otra de las cosas que nos llama mucho la atención en EEUU es que todo es grande y si no, mirad el biplaza que teníamos aparcado al lado de nuestro coche....


En unos 40 min de viaje llegamos por fin al sitio. Es un restaurante decorado con temática años 50s. Aquí los desayunos parecen comidas de lo grande que son, así que.... hemos venido a ello..... Es el típico sitio donde no paran de servirte café si la taza está vacía. Creo que es un sitio bastante auténtico y bien merece la pena gastar allí un rato para desayunar y ver la cantidad de cosas que hay en el local. Es curioso, está como casi en medio de la nada y en frente hay como una base de ejercito, por lo que también puedes verles de maniobra.
Nos pedimos unas french toast (con salchichas) y unas tortitas, tamaño dinosaurio. Así de saque para la dieta...





OJO!! Una de las cosas que confunde bastante, en cuanto a los precios, todo lo que veáis en la carta siempre tienes que sumarle la propina al final. En algunos sitios no es obligatorio aunque lo ponga (ya no es como antes que sí lo era), pero si no pones propina no les gusta. En la factura siempre te sugieren tres tipos de propina (15%, 20% y 25% del total), tu eliges lo que quieres dejar u otra cantidad distinta. Firmas en el ticket y es lo que te cobran.
También cuidado con las compras, todo viene sin los impuestos, por lo que dependiendo del estado es más o menos. Te lo suman al final justo antes de pagar por lo que es cuando te llevas la sorpresa.... ahí queda.

Son las 9:15 y tenemos el gaznate lleno (muy lleno) decidimos continuar nuestro camino por la Ruta 66 hasta llegar a nuestra siguiente parada y última en el estado de California, Calico Gost Town. Calico es un pueblo que lo han rehabilitado para el turismo situado en pleno desierto Mojave. A mediados de la década de 1880 unos mineros descubrieron plata en sus montañas y abrieron la mina "El rey de la Plata", mina con la mayor producción de plata de toda California en aquella época.
Hoy en día es un lugar más de turisteo que otra cosa, para acceder al pueblo hay que pagar una entrada de 8 $ por persona. Dejas el coche en un aparcamiento y continuas andando. Si vas con niños, puede ser un sitio interesante para que lo vean, pero si no yo no es una parada que recomendaría.
Hacía mucho calor, se notaba que estábamos en el desierto, no había mucha gente. Dimos un paseo por el pueblo, buscando siempre la sombra y entramos en algunas casas abiertas para que las puedas ver, alguna tienda y poco más. Yo lo tenía como algo que sí quería ver, pero lo dicho, creo que no merece mucho la pena.



Escapando del calor, que era asfixiante, nos metemos en el coche como el que se resguarda de una tormenta en plena ebullición. Ponemos el aire acondicionado a tope y partimos hacia nuestra siguiente parada, dejamos el estado de California para entrar en Arizona y llegar a Oatman el pueblo de los burros.
Tardamos bastante llegar, por carreteras casi vacías de tráfico y rectas interminables, nos impresionan los grandes camiones y tráilers con los que nos cruzamos, esto es USA.


La llegada a pueblo es como si llegaras a un pueblo del Far West Americano. Tiene una calle central, comercios y casas a los lados y listo. Ya, a un kilómetro del pueblo, se empiezan a ver estos lindos animalitos en pequeñas manadas. Qué curioso! Aquí se ven rebaños de ovejas por la carretera y allí son burros, jejejejeje Éstos campan a sus anchas por doquier, entran hasta en las tiendas si les dejan...


Aparcamos en una zona habilitada para ello, donde había más coches y caravanas, que estaba a las afueras. Nos encontramos un puesto donde vendían refrigerios varios, nos cogimos un vaso de litro de té helado. Nos vino de perlas...
Son interesantes las tienditas que hay, nosotros en esta ocasión entramos en una que vendía jabones artesanos, hechos con leche de cabra y con diferentes olores. Compramos varios y tengo que decir que son muy buenos.
Salimos del pueblo hacia Kingman, nuestro siguiente alto en la Ruta 66. Tardamos aproximadamente una hora en llegar.

Es un pueblo que tiene como hilo principal en su historia el ferrocarril, como contraposición al resto de pueblos de la ruta que deben su creación a la minería. Aunque es un pueblo donde hay distintas y variadas actividades turísticas para hacer, nosotros centramos la visita en cuatro:
- Visitamos su famosa locomotora Santa Fe, situada en un parque central con bastante sombra. Impresiona las dimensiones del "bicho".


- El depósito de agua del pueblo. Icónico y fotogénico.

- Restaurante Mr Dz. Donde comimos y muy bien. Tomamos una de las cosas que en mi vida pensaría que iba a probar, un perrito con macarrones con queso





- Señales de Ruta 66. Una de ellas en el suelo y otra (como no) para fotografiarte con el coche.



Como podéis apreciar en alguna que otra foto, el cielo se estaba poniendo muy feo amenazando tormenta. Y es que, nos enteramos días más tarde, que es época de tifones.
Salimos de Kingdam hacia nuestra siguiente parada, la tienda Hackberry General Store. Se trata de una antigua gasolinera en la Ruta 66 que ahora es un pequeño museo con cosas vintage la ruta, además tiene una tienda en la que puedes comprar bonitos souvenirs. Nosotros hicimos parada para visitarla y es totalmente recomendable. Tiene un montón de rinconcitos donde, si te gusta un poquitín la fotografía, puedes sacarle bastante partido.




Después hacer alguna que otra compra, llegamos al coche ponemos el maps hacia nuestro siguiente destino que es Seligman, y vaya no tenemos cobertura por lo que no sabemos que dirección tomar....

Durante el camino veíamos que el cielo seguía poniendo cada vez más oscuro tanto que llegando a Valentine, no me pidas que te explique el porqué seguíamos sin tener cobertura, pero nos llegó sendas alertas de temporal a ambos móviles. Imagínate tu el canguelo, en un país extranjero como EEUU en el que todo es a lo grande, con un cielo negro como la noche, sin cobertura.... y la alerta que indicaba: "...si no es estrictamente necesario coger el coche, no lo cojas....". No sabíamos muy bien qué hacer, si continuar porque veíamos coches que seguían por la carretera, o bien parar hasta que lo viésemos mejor.

Finalmente llegamos a Valentine y empezó a llover como nunca... así que paramos en una gasolinera unos minutos para ver si escampaba. Después de unos 10 min bajó un poco la intensidad de la lluvia. No se si, de manera inconsciente de nuestra parte, o por las ganas de llegar al siguiente punto, pensamos que si había coches que iban y venían es porque no había carretera cortada por lo que decidimos seguir el camino. Yo iba un poco asustado, la verdad

Seligman es el pueblo muy pintoresco de la ruta motera en el que hay bastantes actividades que hacer, nosotros nos centramos en ver los lugares más característicos y que a nuestro parecer, eran los más auténticos. Allí podrás encontrar un montón de furgonetas y coches antiguos, en los que dicen, que se basaron para hacer la película Cars de Disney. Eso lo han aprovechado, como es lógico, y puedes ver camionetas y coches con ojos....






El pueblo solo es una calle, por lo que no te lleva mucho tiempo de visitar. La verdad que estaba muy bonito, todo mojado por la lluvia y nublado. Otra forma de ver el paisaje...
Una vez sacadas un montón de fotos, nos disponemos a salir para llegar a nuestro destino final de hoy, Williams. Antes de llegar al hotel, paramos en un supermercado de la ciudad para hacer algo de compra. Compramos una nevera de corcho, que bajo mi parecer es muy recomendable, pues metíamos toda la comida que necesitase estar en fresco sobre todo fiambre y leche. Es importante en los desplazamientos. También compramos dulces para el desayuno, pan bimbo y embutido para sándwiches.
Nuestro hotel de hoy sería La Quinta by Wyndham Williams-Grand Canyon Area. Era de la misma cadena que el anterior, pero este era un poco mejor. Nos trataron muy bien. Es un hotel sin grandes lujos pero muy cómodo. También íbamos con desayuno.


Dimos una vuelta para ver la ciudad, que estaba desértica. No pudimos comer en ningún sitio ya que todo estaba casi cerrado por lo que nos fuimos al hotel de vuelta para descansar. Nos comimos algún snack que llevábamos en la mochila (no teníamos mucho hambre) y nos metimos a la cama.

Aquí os pongo alguna foto de la ciudad.

