
Hoy dejaremos Los Ángeles, ciudad de la que esperamos llevarnos un buen recuerdo. Nos levantamos a eso de las 08:00 ya que necesitábamos descansar bastante. El jet lag parece que va desapareciendo. Bajo por unos cafés al hall y aprovecho y compro algo sólido para desayunar en el café del hotel, yogurt y un bollo (nos cuesta 12 $). Desayunamos en la habitación.
Bajamos para hacer el check-out y empezar el día recorriendo la ciudad para ver las dos primeras paradas que teníamos que haber visto el día de la llegada y que no pudimos por el jaleo de las maletas. Sorpresa!!!! La persona que estaba en la recepción nos dice que ha llegado una maleta del aeropuerto y que espera que sea la nuestra. Va en su búsqueda. Cuando vuelve y vemos que es nuestra maleta, le hago la ola!!!! no le di un beso porque iba a quedar fatal pero casi se me saltan las lágrimas. Por fin tenemos todo el equipaje con nosotros, menudo alivio!!


Antes de salir del hotel, decidimos visitarlo ya que no hemos visto nada prácticamente del mismo. Me reitero en mis comentarios anteriores, el hotel estaba muy bien, la pena es que no pudimos disfrutar de la piscina ni del rooftop, que vimos que también se podía desayunar allí. Hotel moderno y elegante, con unas vistas espectaculares. Estas son las vistas desde la piscina en la azotea.


Dejamos el equipaje en recepción junto con el coche de alquiler, al final teníamos pagado todo el día. Salimos para visitar las calles de Hollywood dando un paseo. Ya se empezaba a notar el calor. A pocas manzanas del hotel ya empezamos a ver estrellas del paseo de la fama en el suelo, la verdad que está muy cerca. La verdad que, cuando dicen que hay kilómetros de estrellas, es totalmente cierto. Ni se el tiempo que anduvimos viendo las estrellas hasta que llegas a la zona del Grauman´s Chinese Theatre. Estrellas no solo de cine, si no también de series de televisión, estrellas de la música, locutores de radio e incluso de dibujos animados.


Pasamos por los teatros con más solera de la ciudad donde se estrenan las grandes producciones, de echo vimos uno en el que estaban preparando un estreno.


Una cosa que nos empieza a llamar la atención es el olor peculiar que hay en la calle, huele a marihuana toda la calle, es increíble. El caso es que no se ve a nadie fumando, pero huele....
Llegamos al Grauman´s Chinese Theatre, qué grande! y al lado el Teatro Kodak, donde se produce la entrega de los Oscars. Del Grauman´s lo chulo es pasearte por delante para deleitarte con todas las huellas de pies y manos en el suelo de las grandes estrellas del celuloide.




Tomamos nuestros pasos a la contra para llegar al hotel, coger nuestras cosas y continuar con el día. Tardamos unos 15 min en llegar al hotel, pedimos el coche y las maletas. Nuestra próxima parada el Observatorio de Griffith, donde podremos hacer una de las mejores panorámicas de la ciudad. El observatorio, además de planetario, es un espacio de exposiciones propiedad del ayuntamiento. Hay mucha gente y mucho coche, por lo que nos resulta imposible aparcarlo en las famosas cuestas de llegada. Tampoco lo recomiendo, porque no parecen aparcamientos oficiales y te arriesgas a que llegue la grua y se lleve el coche. Subimos hasta la cima y vemos que hay un parking público donde tienes que pagar, optamos por esta opción. el parking para una hora nos cuesta 10$.
El lugar es increíble, estas en lo alto rodeado de montañas y donde se puede ver el skyline de la ciudad de Los Ángeles. Una pena, no haberlo podido ver al atardecer. Aún así las vistas son inmejorables.



Nuestra siguiente parada, el mundo del lujo. Nos toca visitar Beverly Hills y Rodeo Drv. Aquí no tenemos mucho que hacer tan solo pasear unos minutos y ver el ambientillo. Totalmente inalcanzable.... pero bueno, estás en Los Ángeles y hay que verlo. Aparcamos en una de las calles que son perpendiculares a la calle principal, es de libre aparcamiento por lo que eso facilita las cosas. Allí, casas impresionantes. Intentamos seguir un mapa de internet con las casas de los famosos en Beverly Hills, pero sinceramente no vimos nada. Las casas están detrás de enormes muros y frondosos árboles por lo que es imposible divisar nada. Nos acercamos a la que se supone que era de los Beckham pero no se veía nada y parecíamos dos paparazzis furtivos...




Abrumados de tanto lujo decidimos coger el coche y salir hacia la costa. Nuestra siguiente parada ser Venice Canals y Venice Beach. Aquí nos sorprendió el ver mucho indigente. Es verdad que en Los Ángeles (por las calles de Hollywood) sí se veía gente durmiendo en las aceras y demás, pero no nos llamó mucho la atención, no tanto como aquí en Venice. Nos daba hasta un poco de miedo el dejar el coche por la cantidad de indigentes que había, pero no pasó nada. Es más nuestro miedo que otra cosa. Aparcamos cerca de los canales porque era lo primero que queríamos visitar. Es un sitio curioso de ver con todas esas casitas al borde de los mismos. Parecía una zona tranquila, aunque sí se veían muchos turistas paseando entre los distintos caminitos que había serpenteando entre los canales. No había mucho agua.


Seguimos paseando hacia la playa y allí te encuentras directamente con Venice Beach. Para mi era como andar por el paseo marítimo de Benidorm. Mucha gente por todos los sitios y las típicas tiendas de cosas de playa y alguna que otra heladería o puesto de comida (nada apetecibles la verdad, y eso que no habíamos comido todavía). La idea era poder comer por esa zona, pero como he dicho, no nos llamaba nada por lo que decidimos esperar a Santa Mónica.
Pasamos por el famoso Muscle Beach, pero no se veía mucha gente. Seguimos caminando hasta una pista de skate, que sí nos pareció interesante. Había mucha gente haciendo muchas piruetas con los monopatines, al lado también había como una escuela de patinaje y estaban ensayando. Fue divertido de ver.



Era ya hora de ir a Santa Mónica, no queríamos que se nos hiciese tampoco muy tarde ya que desde allí teníamos que ir a un pueblo que se llama Victorville para pasar la noche y al día siguiente estar cerca de la famosa Ruta 66. Además no habíamos comido todavía y había hambre. Esta vez nos saltamos una comida!
En pocos minutos en coche llamos a Santa Mónica. Intentamos buscar un aparcamiento gratuito pero es imposible. Al final vemos en la calle paralela a la playa, cerca del arco de acceso al muelle, un parking con tarifa plana hasta las 22:30. Nos cuesta 15$ por lo que pensamos que es la mejor opción. Dejamos el coche y nos disponemos a buscar un lugar para comer y ver la zona.
El caso es que el ambiente playero nos invade y preferimos dejar la comida para más tarde (ya será cena...), la verdad que con la ilusión de ver todo lo que estamos viendo no tenemos ni hambre. Bueno, eso y que hemos estado picoteando unas galletas que hemos comprado a modo snack.
Lo primero que nos llama la atención una vez salimos del parking es un coche blanco, que parece al coche Google pero no lo es. Nos fijamos y ¡anda mi madre!. Es un taxi sin conductor, alucina!

Nos metemos en el famoso Muelle de San Francisco. Todo muy de película, el parque de atracciones, los restaurantes, músicos en la calle. Esto nos gusta más que Venice. Recorrimos todo el muelle hasta el final. Encontramos la señal donde finaliza (o empieza, según se mire) la Ruta 66, esto nos hace poner más nerviosos e ilusionados por mañana.





Antes de salir del muelle, nos paramos en un restaurante para poder cenar algo. El sitio se llama Rusty Surf Ranch. Nos pedimos unas hamburguesas que no estaban nada mal y agua para beber. Nos cuesta 40,79 $.

Después cogimos el coche y carretera hacia Victorville. Tardamos como unas 2hrs en llegar a nuestro hotel, La Quinta by Wyndham Hesperia Victorville.
El hotel bastante flojo, es un motel de carretera sin más. Teníamos el desayuno incluido en la habitación pero no valía mucho.

Estábamos agotados. Con la sensación de haber tenido un día espectacular nos vamos a dormir para mañana seguir con otro fuerte del viaje. Haremos parte de la Ruta 66.
