martes 10 de septiembre
de SKOURA a AGDZ
Espléndida y luminosa mañana en la solitaria Maison d´Hotes. Aire limpio y sol caliente. Buen desayuno junto a la piscina y los gatitos.
Paseamos un rato por los jardines y las huertas que alimentan a los huéspedes y desde la terraza contemplamos preciosas vistas del Palmeral con la Kasba Amridil al fondo.


Hoy han llegado unos nuevos viajeros y por ellos nos enteramos de que las lluvias han afectado mucho a Merzouga y alrededores. De hecho ellos tuvieron que cancelar su noche en el desierto porque éste estaba inundado !!!.
Esto nos inquieta un poco y decidimos llamar a los próximos hoteles en Agdz y Merzouga. Ambos nos tranquilizan sobre el estado de las carreteras pero ya nos avisan de que vamos a ver mucha agua.
Y llega la hora de salir con Hamza a visitar
EL PALMERAL DE SKOURA -
Tranquilos por llevar un buen guía, nos adentramos por los callejones estrechos, difíciles, laberínticos y terrosos. Pequeñas casas de barro llenas de vida y autenticidad. La antigua Mezquita del siglo XIV con el minarete dañado por el último terremoto. Viejas kasbas y entrañables morabitos de barro.

Llegamos hasta la parte más elevada del palmeral para contemplar la infinita extensión de verdes palmeras que se pierde en el horizonte.


Caminamos por calles de barro entre preciosas imágenes del oasis. Visitamos fértiles huertas bien regadas por las frescas aguas canalizadas.


Y acabamos la visita en el entrañable taller de Mohamed, el alfarero. Sonriente y orgulloso de su oficio nos muestra sin prisas todo el proceso de su ancestral trabajo. Alguna de sus puras y auténticas cerámicas está ahora en nuestra casa.


Y ya se nos acaba el tiempo en Skoura. Volvemos al hotel a recoger maletas. Cálida despedida de Hamza al que deseamos mucha suerte y nos preparamos para una nueva etapa.
Ha sido muy gratificante para nosotros llenar de detalles el fugaz recuerdo que teníamos de Skoura.
A las 12 del cálido mediodía estamos ya en ruta dirección Ouarzazate.
La carretera es recta y cómoda. Estamos impacientes por llegar al paqueño Aeropuerto de Ouarzazate. Allí vamos a recoger a nuestros queridos compañeros de viaje durante los próximos días. Nuestros nietos de 15 y 19 años van a llegar en el vuelo de los martes, directo de Barcelona a Ouarzazate que por cierto estaba muy bien de precio.
Nos toca esperar casi dos horas en el pequeño aeropuerto por el retraso que lleva el avión. El aeropuerto es realmente pequeño. No tiene ni tiendas ni oficinas de cambio. Casi parece una estación de autobuses. La espera se hace larga, pero por fin a las 3 de la tarde salimos los cuatro del aeropuerto para pasar un rato en
OUARZAZATE -
La intereante capital del Sur de Marruecos se merecía una visita más larga pero tal como estaba planeado el viaje y con las dos horas que perdimos por el retraso del avión tan solo nos dió para una sola visita.
Compramos las tarjetas sim para los chicos en una tienda de Telecom y aparcamos el coche frente a la única visita que vamos a hacer en Ouarzazate.
Antes de la visita comemos muy bien en el restaurante con escaleras que está a la derecha del gran castillo de barro.

Buena y barata comida y ya vamos a visitar
LA KASBA TAOURIRT -
Una de las joyas de la ciudad. La gran Kasba de los Glaoui construida entre los siglos XVII al XX se ha conservado en perfectas condiciones hasta nuestros días. Es el más perfecto ejemplo de arquitectura señorial bereber.
Y ya entramos en el gran patio de la kasba y estamos de nuevo rodeados de tierras, ladrillos de adobe y geometrías trémulas.
Nosotros ya conocíamos Taourirt pero para los jóvenes fué el primer contasto con la arquitectura del barro.


Y de nuevo cruzamos arcos y subimos escaleras y pasadizos hasta llegar a las grandes y soleadas terrazas rodeadas por las múltiples torres de barro. Perfectas y armoniosas proporciones bañadas por un rojo sol de tarde.


El tiempo se nos acaba. Nos queda una hora para llegar a Agdz y no queremos llegar de noche.
Dejamos Ouarzazate, dejamos el Museo del Cine que nos hubiera gustado visitar, dejamos interesantes tiendas de artesanías alrededor de la Kasba.



Y viajamos hacia el Sur, hacia el impresionante puerto de montaña
TIZI´N TINIFIFT -
Circulamos por las áridas tierras minerales del Anti Atlas que rodean el puerto de Tinifift de 1660 metros de altitud.
El paisaje es casi escalofriante. Estamos rodeados de extraños minerales como los curiosos estromatolitos, los prehistóricos fósiles negros de más de tres mil millones de años.


No podemos dejar de hacer alguna parada.
Contemplamos el espectacular paisaje y casi volamos sobre el Valle del Draa que aparede en la lejanía.


Y recogemos muestras de los desconocidos minerales mientras el sol se va acercando demasiado deprisa a la tierra.
Al final de la tarde llegamos a
AGDZ -
El primer pueblo importante del Valle del Draa, otro inmenso, idílico y verde oasis junto al Río Draa que ultimamente padece una notable sequía, aunque nosotros lo vamos a ver rebosante por las recién caidas lluvias.
No tenemos tiempo para explorar Agdz que nos parece muy vivo y atractivo. Así que nos dirigimos a las afueras buscando nuestro refugio. Google Maps no lo tiene nada claro y nos lleva por caminos imposibles. Pero, como estamos en Marruecos, aparece el típico chico de la moto que se ofrece a guiarnos por el buen camino hasta el
LODGE HARA OASIS - ( 1 noche ).
El sol ya se ha ocultado cuando llegamos al precioso espacio en medio del oasis con perfectas vistas al Djebel Kissane y junto al Río Draa.

El Hara Oasis es un lujo bajo las palmeras. El enclave privilegiado, los cuidados jardines y espacios exteriores y la dedicación de sus propietarios son perfectos.
Nos instalamos en nuestras dos habitaciones-cabañas medio escondidas bajo los árboles. Tal vez demasiado pequeñas y un poco incómodas en proporción al precio del hotel.
Pero la impecable piscina es un buen plus para los jóvenes y para las preciosas fotos que vamos a hacer mañana.

La temperatura es muy agradable. Parece que las lluvias han pasado, aunque mañana veremos que no es así. Nos cuentan que en el Valle del Draa. cerca de Zagora, también las lluvias han causado problemas los últimos días.
Ahora, en la terraza, bajo la creciente luna del oasis, hoy mesa para cuatro !!!.
Una exquisita cena que el buen apetito de los chicos valora muy positivamente y las entrañables tertulias familiares comentando las primeras impresiones de Marruecos.