Nos hemos levantado antes que los chinos, que tambien son bastante desaborios, sobre las 7 de la mañana porque el tren Oslo-Myrdal, salia a las 8:11 (esa obsesión por no poner horas redondas es igual de chochante que la escrupulosa puntualidad de los transportes públicos, asi da gusto).
Pues nada, nos aseamos lo que buenamente podemos y nos vamos para la estación donde encontramos nuestro tren en el andén un buen rato antes de la hora de salida.
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Oiamos castellano por todas partes, quizá sea el pais en el que más españoles me haya encontrado hasta el punto de que 3 madrileñas estan sentadas entre Oscar y yo, charlamos un rato, nos contamos algunas anecdotas hasta que nos percatamos de lo pedorras y pijas que son, momento en el que empezamos a escaquearnos de las conversaciones absurdas e intentamos ignorarlas todo lo posible, el punto algido fue cuando una de ellas dice: "SI ES QUE NO ESTOY ASOMBRADA, PORQUE YO, ESTAS COSAS, LAS VEO EN MADRID!!" vale, chata, tu lo que eres es cegata, cegata, cegata, porque decir que estas cosas las ves en Madrid, es como decir que en el tercer mundo todos llevan un reloj de oro. El tren comienza a ganar altura y los paisajes son verdaderamente alucinantes, bosques interminables, rios con una anchura y un caudal salvaje, cascadas, cascadas, ... todo el vagon va en silencio, en silencio menos....... las 3 madrileñas pedorras que no se han callado en todo el puñetero dia. Los bosques se transforman en matorral bajo pero el agua y las cascadas junto con los neveros y unas nubes amenazantes nos acompañan hasta que a las 13h llegamos a Myrdal, nos despedimos de este trayecto sin mucha pena, a pesar de lo que nos ha ofrecido, porque sabemos que lo que veremos ahora tambien estara a la altura.
De momento las nubes se están portando bien, aguantan sin llover, se agradece bastante. El tren de Flam, que es lo que tocaba ahora, llego a la estacion de Myrdal, este tren baja casi un desnivel de 1000 metros en unos 20 km de recorrido, recorre en espiral algunos tuneles con desniveles del 50%... es una turistada en toda su magnitud pero es algo que hay que ver. Despues de que el mismisimo Ronald Koeman solicite ver nuestros billetes (el revisor, se entiende ¿no?) el tren empieza el descenso hasta Flam, aunque en seguida para, para que nos bajemos a disfrutar de la mejor de las 200 o 300 cascadas que veremos hoy, ya ibamos advertidos, porque lo habiamos visto en la TV, pero nos ha impresionado igualmente.
Da igual donde mires, en este trayecto de tren, cualquier sitio es "gonito".
Llegamos a Fläm, nos reencontramos con las pedorras, y nos ponemos en la cola que hay para subir al barco que nos llevara por el Sognefjord (o fiordo de los sueños para los que esten peleados con este idioma tan raro que es el noruego). Pues nada, asi es el turista, ANSIOSO, la cola dura 2 minutos mas, se forma un jaleo de tres pares de cojones, y entramos como podemos y a mogollón (definitivamente en Noruega las colas no se llevan), asique los sitios buenos en el barco ya estan ocupados, toca ver de pie el fiordo. Mientras que Oscar y Belli van a la parte trasera del barco, yo me quedo en la de alante, justo al lado de una de las pedorras, que resulto no ser tan pedorra, al reves, era una tia bastante majilla, estuvimos de chachara mientras no quitabamos ojo de lo que teniamos alrededor. Me parecio ver un par de focas, puesto que un pez tan grande en estas aguas en estas fechas no los hay, aunque no pude diferenciarlo al 100%, pero hablando con unos catalanes ellos si habian visto focas en un fiordo... duda resuelta, digo yo.
Los paisajes que vamos viendo no se pueden describir, asique no lo intentaré, hay que venir a verlo. Lastima las nubes que estropearon un poco el espectaculo.
El ansia del turista, como antes decia. Llegamos a Gudvangen, aunque antes de que el barco hubiera atracado, la gente ya estaba preparada para salir de aquella mierda de lugar (eso pensarian ellos para tener tanta prisa), y cojen corriendo el autobus hacia Voss, nosotros tambien teniamos que cojerlo, pero decidimos quedarnos un rato mas en el fondo del valle, comiendo y disfrutando, mas solos que la una.
Terminamos de comer, y ahora si, cojemos otro autobus que acababa de llegar para llevarnos a Voss, vamos casi solos, y mas agusto que un arbusto, viendo mas cascadas y el fiordo a lo lejos, mientras el conductor, tambien con el microfono en una de sus manos y con la otra mano en el volante dando unas curvas cerradisimas que daban miedo ya de por si, nos explicaba lo que ibamos viendo. Cuando llegamos a Voss en el autobus y subimos a la estacion de tren para dar por concluido el trayecto, nos encontramos alli a todo el mundo que antes habia salido corriendo, ahora entendemos porque la gente corria tanto, la estación de tren es tan chula.... aqui apetece estar una hora o mas sentado en el suelo mirando las vias, son tan molonas, en fin. Entramos en el tren Voss-Bergen y segun vamos llegando a Bergen empieza a llover. A Bergen llegamos a las 20:30h, mas de 12 horas desde que salimos pero, enamorados de Noruega y a lo mejor del planeta en el que vivimos.
Ahora mismo no llovia. Hoy encontramos el sitio en el que dormiremos bastante rapido, con la ayuda del GPS. La habitacion del City Box, esta muy bien, con su cocina, nevera, y bastante amplia, aunque da la sensacion de dormir en la tienda del IKEA, esperemos que no intenten vender la cama mientras dormimos en ella (26 por persona y noche). Hemos encontrado un supermercado bastante barato (barato para ser Noruega) y por unos 11 € hemos comprado la cena, que hemos comido entre risas en el salon del city box ¿que tendran los melocotones en almibar? y a las 12:30 nos metemos en las camas, bastante cansados despues de todo el dia, ademas en Bergen, como no.... está ya lloviendo. Hasta mañana.
La frase gloriosa del dia ha sido de Bellido, que en un alarde de ingenio le ha preguntado a Oscar, cuando hablaban de que si veian bien o no: "¿tu te has visto la vista?"