LUNES 18 DE AGOSTO
Después de desayunar, nos recogió un autobús en nuestro hotel en torno a las 8 de la mañana, y nos llevó a Hoian, que sin duda fue la ciudad más bonita de todo nuestro viaje.
Nos alojábamos en el hotel HOA BINH. Empezamos con mal pie con el hotel, ya que en teoría tenían "pick-up service" pero nadie pasó a recogernos. Con lo cual, aunque no estaba lejos, tuvimos que ir andando hasta el hotel (con dos mochilas cada uno, bajo un sol de 35º a las 12 de la mañana...). Cuando llegamos decían que sí que habían ido a buscarnos, pero no se yo...
Tras esto, lo único que hicieron en el hotel fue darnos la llave de la habitación sin explicarnos nada más acerca del hotel. Subimos a la habitación y nos encontramos con que estaba medio inundada porque la nevera estaba abierta y con una toalla dentro. Al final tuvimos que ir a buscar a alguien de la limpieza para que solucionase el problema.
Pero durante los dos días siguientes también tuvimos algún que otro percance. Por ejemplo, que nos perdimos el desayuno del primer día porque como no nos acordábamos de que estaba incluido en el precio y nadie nos avisó ni de dónde estaba el restaurante ni del horario (habíamos reservado tantos hoteles que no teníamos todo en la cabeza...). O por ejemplo, no poder usar los ordenadores comunes de recepción porque el conserje estaba jugando. O por ejemplo, tener que despertar al conserje para que te de la llave de la habitación porque está durmiendo en una tumbona. O por ejemplo, que te aseguren que usando el servicio de lavandería del hotel vas a tener tu ropa limpia al día siguiente, pero no fue así...
Pero bueno, había una cosa que lo compensaba todo. Era un hotel muy barato y ¡¡¡tenía piscina!!! Era todo un lujo, con el sol y el calor que hizo. Eso sí, la ubicación de la piscina es un tanto extraña, está dentro del hall de recepción al lado del comedor...
Bueno dejando el hotel aparte, Hoian es un pueblo de ensueño. Barato, a la orilla de un río, con música por las calles, lleno de farolillos chinos que de noche lo iluminan y parece de cuento, con comida muy buena (en el centro de Vietnam es donde mejor se come)...
Lo primero, comimos unos rollitos vietnamitas frescos y probamos la famosa rosa blanca de Hanoi (son una especie de raviolis con gamba):
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y luego visitamos el puente cubierto japonés y las preciosas casas tradicionales, que se mantienen en excelente estado de conservación. Y a partir de aquí, nos separamos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Yo por mi parte fui a dar una vuelta por el pueblo, ver el mercado y a tomar algo. Y mi novia fue a hacer la actividad estrella por excelencia de Hoian: ir a las sastrerías a hacerse ropa a medida. Tras entrar en varias, finalmente se decidió por B’LAN SILK (23 Tran Phu Street). Fue la primera en la que había entrado y está recomendada en la Lonely como fiable. Tras mucho comparar con otras 5 o 6 sastrerías fue en la que mejor precio le dieron, y donde finalmente se hizo dos vestidos preciosos a medida y baratos. Uno que estaba en un catálogo de la tienda (ojo, el catálogo son fotos de famosos recortadas de revistas!!!!), y otro que está en un blog de moda. Les enseñó una fotos del blog en la pantalla del móvil, hicieron un boceto, escogieron las telas y se lo copiaron a la perfección. Increible. Ver para creer. Y todo esto en menos de 48 horas. Son capaces de imitar cualquier prenda en tiempo record.
Para acabar el día, cenamos en el MORNING GLORY STREET FOOD RESTAURANT, fuimos a tomar algo, y a dormir.
MARTES 19 DE AGOSTO
Empezamos el día con aventura. Nunca habíamos conducido una moto, y pese a que Vietnam no es el mejor país para empezar, decidimos alquilar una moto por 4$ justo en frente del hotel. Tras un par de vueltas a la manzana, parecía que estaba todo bajo control (más o menos):
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos dirigimos en dirección Danang hacia las Montañas de Mármol, que son un conjunto de pagodas y cuevas que están en unas montañas cercanas a la costa:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y después de tantos días de ver cosas, nos fuimos a la playa, que tocaba descansar y darse un chapuzón. La línea de costa que une Danang y Hoian es una macroplaya conocida como La Playa de China, que debe de tener más de 30 kilómetros (en realidad está formada por diferentes playas). Nosotros cogimos la moto, y a mitad del camino tomamos una desviación y encontramos una playa con una sombrillas en la que estuvimos completamente solos las más de dos horas que estuvimos allí:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero hacía tanto sol, que cuando llegó la hora de comer, después de darnos dos o tres baños en el mar, decidimos coger la moto para volver a Hoian a comer. Y siguiendo los consejos que encontramos en uno de los diarios de la web de Los Viajeros, probamos el CAFE 43. Fue el mejor restaurante en el que comimos en Hanoi, realmente bueno y barato. Daba igual lo que pidieses, que todo estaba buenísimo (nos encantó la ensalada de papaya). Y además, tenía cañas de cerveza fría a 2000VND; esto es ¡¡¡a 7 céntimos de euro al cambio!!!


Despúes de comer estuvimos en la piscina del hotel, volvimos a la sastrería a hacer la primera prueba de los vestidos para que les hiciesen los últimos retoques y estuvimos paseando por el centro para hacer unas fotos al pueblo iluminado por los farolillos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y como no, después de haber comido tan bien, volvimos a cenar al Café 43 (fue el único sitio en el que repetimos en todo el viaje). Un consejo, probad el café vietnamita con hielo que preparan en el Café 43. El mejor que he tomado en mi vida.
¡Ah! Y no tengáis demasiado miedo al hielo. Nosotros no nos pusimos malos en más de tres semanas. ¿Suerte? Quizás...

MIÉRCOLES 20 DE AGOSTO
Desayunamos en el hotel y alquilamos una bici por 1$ para ir otra vez a la playa. Esta vez fuimos a la playa de Cua Dai, que es la parte de la Playa de China más próxima a Hoian. También estaba prácticamente desierta:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de la playa, volvimos en bici al pueblo, y fuimos a recoger los vestidos a la sastería. Los habían dejado perfectos.
Aprovechamos para visitar alguna otra de las casas tradicionales que había en el pueblo, y después fuimos a comer al MERMAID RESTAURANT, en donde también comimos genial.
Tras esto, ya era hora de dejar Hoian, muy a nuestro pesar. Esa misma tarde a las 19:10 teníamos que estar en el aeropuerto de Danang, para coger un vuelo que nos llevaba al sur de Vietnam, a Ciudad de Ho Chi Minh. El día anterior habíamos ido a una agencia local, para contratar un trasporte que nos llevase al aeropuerto. Nos habían dicho que nos recogerían en nuestro hotel, así que ahí estábamos a la hora convenida esperando a que apareciese la típica fugoneta. Pero para nuestra sorpresa apareció un vietnamita que no hablaba inglés que nos montó en un coche particular con las lunas tintadas, a modo de secuestro, y que tenía una alfombra de salón en el suelo en la parte de atrás del coche, y un santuario en el salpicadero con una virgen enorme flanqueada por dos perros con collares de oro que movían la cabeza arriba y abajo. Algo bastante surrealista. No sabíamos a dónde nos llevaban, pero al final acabamos llegando al aeropuerto.
En estos momentos es cuando te das cuenta de que nada está bajo tu control en estos paises por mucho que intentes planificar las cosas. Quizás los occidentales no estemos preparados para este caos. Pero los asiáticos sí que están preparados para satisfacer todas nuestras necesidades, y al final siempre acabas llegando a tu destino sano, salvo y a tiempo.
Cogimos el vuelo de Jetstar y a las 20:25 aterrizamos en el aeropuerto de HCMC. Buscamos un taxi que nos llevó a la ciudad, dejamos las cosas en nuestro hotel (BAKA GUESTHOUSE, (que por cierto estaba en una calle bastante tétrica) y fuimos a tomar unas cervezas por la zona mochilera de Pham Ngu Lao antes de irnos a dormir