Atraque: 8:00 A.M; Todos a bordo: 18:30h ; Salida: 19:00h
Este día nos levantamos algo nerviosos. Hemos contratado la excursión con la empresa EPC (no ha sido posible con “Mar Adentro”) y queremos salir de los primeros para no encontrar problemas, ya que el barco atraca en un puerto algo apartado del centro de la ciudad de Tromso , a unos 5 Km. así que volvemos a desayunar en el camarote para no encontrarnos la aglomeración del día de Alesund en el buffet. Conseguimos bajar de los primeros y nos toca esperar, el día ha despertado con muchas nubes y puede llover en cualquier momento. Encontramos una pequeña aglomeración, pero pronto vemos que está formada por las personas que hacen cola para coger los shuttle que ha puesto la compañía para el traslado de pasajeros hasta el centro, a un módico precio de 20 euros por persona, niños incluidos. Un auténtico robo. Nosotros hemos pagado unas unos 140 por la excursión con guía visitando un montón de sitios. No recomiendo en absoluto utilizar este medio de transporte.
Contraluz del amanecer llegando a Tromso
Fiordo de Tromso
El comienzo de nuestra excursión estaba planificado para las 10:00 am, y la guía llega puntual . Es una chica Chilena casada con un Noruego con la que quedamos totalmente satisfechos. La excursión nos encanta, así como sus explicaciones sobre la vida en las zonas árticas, expediciones al polo norte, etc. Y es que Tromso es una de las ciudades más visitadas del norte de Noruega, sobretodo en invierno, ya que es una zona fantástica para observar las auroras boreales, ir a ver las ballenas o hacer excursiones en trineos de perros o motos de nieve. De hecho es la ciudad con más de 50.000 habitantes más septentrional del mundo.
Primeramente nos lleva en un recorrido panorámico por las islas de Sommaroya y Illesoya que se encuentran junto a la ciudad de Tromso (que también está en otra isla; Kvaloya). Las islas están comunicados por puentes (esta vez sobre el agua) y son de lo más diversas. El principal sustento de toda esta zona es la pesca, y por la carretera vamos observando los utensilios que se utilizan para secar el bacalao, que se pesca en invierno y se deja secar hasta el verano, donde es recogido para su exportación. Nos llama la atención la cantidad de árboles y zonas boscosas que encontramos, además de la arquitectura de las casas, pintadas con vivos colores. Parece ser que es habitual encontrar renos en cualquier parte en esta zona, pero nosotros no vimos. Para acabar la visita panorámica nos acercamos a un mirador desde donde se observa toda la ciudad de Tromso, bonitas vistas. Nos hubiese gustado ir al famoso mirador del teleférico(se ve en la foto panorámica, en el monte tras la catedral ártica) pero según la guía hubiese retrasado mucho la visita debido al tiempo de espera (si queréis ir por vuestra cuenta, debéis ir nada más salir del barco para evitar las colas).
Vista desde el Balcón del Camarote
El centro de la ciudad desde el Mirador
Vista de Tromso desde el puerto de Cruceros
Casa típica del norte de Noruega
La visita continúa, por el centro de la ciudad. El autocar nos llevo por una calle paralela a la principal de comercios (Storgata), pasando por Polaria (acuario) y el antiguo barco ballenero MS Polsjerna y nos dejó junto al puerto del centro de la ciudad, donde se observan unas magníficas vistas del fiordo y las montañas colindantes. En este pequeño puerto atracan el Hurtingrutten y otros barcos pequeños. Aquí nos dejaron algo de tiempo libre para realizar compras en las distintas tiendas de souvenirs que se encuentran en esta zona, en la Storgata, y hacer la fotos de rigor. Continuamos la visita subiendo por la Storgata; pasamos por la fachada de la auténtica Catedral de Tromso (protestante) así como por la puerta de la Biblioteca pública, que es más un lugar de encuentro que una biblioteca tal y como nosotros la conocemos y otros puntos destacados como la estatua al Rey de Noruega o la antigua fábrica de cerveza “Mack”.
Acuario Ártico de Polaria
Pequeño puerto en el centro de la ciudad
Catedral Protestante de Tromso
Escultura dedicada a los cazadores de ballenas
Retrato de Mauro en el puerto
Claudia y los Trolls
Plaza con la estatua dedicada a Amundsen, famoso explorar noruego
Tienda de Souvenirs de Tromso
Puente de Tromso y "Catedral Ártica" desde el otro lado
Nuestro siguiente destino es el “Museo Polar” (120 NOK entrada familiar dos adultos y dos niños), donde la guía nos realizó una completa explicación de como se desarrollaron las primeras expediciones al polo norte, que salían de esta ciudad. De hecho el Noruego Admunsen fue el primero en regresar con vida, y no contento con esto también fue el primero en llegar al Polo sur. Acabó siendo un héroe nacional, y falleció en un accidente de avión cuando se dirigida a rescatar una expedición que había fracasado en su intento. Se trata de una visita muy recomendable si es guiada, si vais por vuestra cuenta yo me la ahorraría porque todas las explicaciones están en noruego, y alguna que otra en inglés y alemán.
En la entrada del Museo Polar
Arpón ballenero junto al Museo Polar
Detalle del Museo Polar
Zona del Museo Polar dedicada a Amundsen
Ya justos de tiempo y empezando a lloviznar, cruzamos el conocido puente de Tromso para llegar a la famosa iglesia de Tromsdalem conocida como “Catedral Ártica”, que destaca por su arquitectura exterior y fue construida en el S. XX (1965). La entrada tiene un coste de unos 5 euros/persona pero nosotros no entramos (según tengo entendido por dentro no vale mucho la pena), nos conformamos con una rápida visita exterior y de vuelta al barco.
Catedral Ártica
Detalle de la Catedral Ártica
Nos esperaba otra tarde tranquila: comida en el buffet, siesta, café con los amigos y sesión de música en el piano de la 5ª planta. Esta vez cantaba una chica con un grupo de música en directo, genial. Nos arreglamos y al teatro, esta vez tocaba un espectáculo de magia con Claudio di Negri y los bailarines del barco. El mago, muy malo, los típicos trucos de las cajas vacías con doble fondo y los bailarines como siempre, geniales. Sin duda el peor show de todo el crucero. Cena, paseo y a descansar.
Tromso desde cubierta 16
Este día nos levantamos algo nerviosos. Hemos contratado la excursión con la empresa EPC (no ha sido posible con “Mar Adentro”) y queremos salir de los primeros para no encontrar problemas, ya que el barco atraca en un puerto algo apartado del centro de la ciudad de Tromso , a unos 5 Km. así que volvemos a desayunar en el camarote para no encontrarnos la aglomeración del día de Alesund en el buffet. Conseguimos bajar de los primeros y nos toca esperar, el día ha despertado con muchas nubes y puede llover en cualquier momento. Encontramos una pequeña aglomeración, pero pronto vemos que está formada por las personas que hacen cola para coger los shuttle que ha puesto la compañía para el traslado de pasajeros hasta el centro, a un módico precio de 20 euros por persona, niños incluidos. Un auténtico robo. Nosotros hemos pagado unas unos 140 por la excursión con guía visitando un montón de sitios. No recomiendo en absoluto utilizar este medio de transporte.
Contraluz del amanecer llegando a Tromso
Fiordo de Tromso
El comienzo de nuestra excursión estaba planificado para las 10:00 am, y la guía llega puntual . Es una chica Chilena casada con un Noruego con la que quedamos totalmente satisfechos. La excursión nos encanta, así como sus explicaciones sobre la vida en las zonas árticas, expediciones al polo norte, etc. Y es que Tromso es una de las ciudades más visitadas del norte de Noruega, sobretodo en invierno, ya que es una zona fantástica para observar las auroras boreales, ir a ver las ballenas o hacer excursiones en trineos de perros o motos de nieve. De hecho es la ciudad con más de 50.000 habitantes más septentrional del mundo.
Primeramente nos lleva en un recorrido panorámico por las islas de Sommaroya y Illesoya que se encuentran junto a la ciudad de Tromso (que también está en otra isla; Kvaloya). Las islas están comunicados por puentes (esta vez sobre el agua) y son de lo más diversas. El principal sustento de toda esta zona es la pesca, y por la carretera vamos observando los utensilios que se utilizan para secar el bacalao, que se pesca en invierno y se deja secar hasta el verano, donde es recogido para su exportación. Nos llama la atención la cantidad de árboles y zonas boscosas que encontramos, además de la arquitectura de las casas, pintadas con vivos colores. Parece ser que es habitual encontrar renos en cualquier parte en esta zona, pero nosotros no vimos. Para acabar la visita panorámica nos acercamos a un mirador desde donde se observa toda la ciudad de Tromso, bonitas vistas. Nos hubiese gustado ir al famoso mirador del teleférico(se ve en la foto panorámica, en el monte tras la catedral ártica) pero según la guía hubiese retrasado mucho la visita debido al tiempo de espera (si queréis ir por vuestra cuenta, debéis ir nada más salir del barco para evitar las colas).
Vista desde el Balcón del Camarote
El centro de la ciudad desde el Mirador
Vista de Tromso desde el puerto de Cruceros
Casa típica del norte de Noruega
La visita continúa, por el centro de la ciudad. El autocar nos llevo por una calle paralela a la principal de comercios (Storgata), pasando por Polaria (acuario) y el antiguo barco ballenero MS Polsjerna y nos dejó junto al puerto del centro de la ciudad, donde se observan unas magníficas vistas del fiordo y las montañas colindantes. En este pequeño puerto atracan el Hurtingrutten y otros barcos pequeños. Aquí nos dejaron algo de tiempo libre para realizar compras en las distintas tiendas de souvenirs que se encuentran en esta zona, en la Storgata, y hacer la fotos de rigor. Continuamos la visita subiendo por la Storgata; pasamos por la fachada de la auténtica Catedral de Tromso (protestante) así como por la puerta de la Biblioteca pública, que es más un lugar de encuentro que una biblioteca tal y como nosotros la conocemos y otros puntos destacados como la estatua al Rey de Noruega o la antigua fábrica de cerveza “Mack”.
Acuario Ártico de Polaria
Pequeño puerto en el centro de la ciudad
Catedral Protestante de Tromso
Escultura dedicada a los cazadores de ballenas
Retrato de Mauro en el puerto
Claudia y los Trolls
Plaza con la estatua dedicada a Amundsen, famoso explorar noruego
Tienda de Souvenirs de Tromso
Puente de Tromso y "Catedral Ártica" desde el otro lado
Nuestro siguiente destino es el “Museo Polar” (120 NOK entrada familiar dos adultos y dos niños), donde la guía nos realizó una completa explicación de como se desarrollaron las primeras expediciones al polo norte, que salían de esta ciudad. De hecho el Noruego Admunsen fue el primero en regresar con vida, y no contento con esto también fue el primero en llegar al Polo sur. Acabó siendo un héroe nacional, y falleció en un accidente de avión cuando se dirigida a rescatar una expedición que había fracasado en su intento. Se trata de una visita muy recomendable si es guiada, si vais por vuestra cuenta yo me la ahorraría porque todas las explicaciones están en noruego, y alguna que otra en inglés y alemán.
En la entrada del Museo Polar
Arpón ballenero junto al Museo Polar
Detalle del Museo Polar
Zona del Museo Polar dedicada a Amundsen
Ya justos de tiempo y empezando a lloviznar, cruzamos el conocido puente de Tromso para llegar a la famosa iglesia de Tromsdalem conocida como “Catedral Ártica”, que destaca por su arquitectura exterior y fue construida en el S. XX (1965). La entrada tiene un coste de unos 5 euros/persona pero nosotros no entramos (según tengo entendido por dentro no vale mucho la pena), nos conformamos con una rápida visita exterior y de vuelta al barco.
Catedral Ártica
Detalle de la Catedral Ártica
Nos esperaba otra tarde tranquila: comida en el buffet, siesta, café con los amigos y sesión de música en el piano de la 5ª planta. Esta vez cantaba una chica con un grupo de música en directo, genial. Nos arreglamos y al teatro, esta vez tocaba un espectáculo de magia con Claudio di Negri y los bailarines del barco. El mago, muy malo, los típicos trucos de las cajas vacías con doble fondo y los bailarines como siempre, geniales. Sin duda el peor show de todo el crucero. Cena, paseo y a descansar.
Tromso desde cubierta 16