Tras consultar las webcam de practicamente toda la zona y las previsiones, la conclusión era la misma del día anterior: lluvia.
Solo al norte de Suiza parecía que despejaba, así que, como no nos da pereza conducir, preparamos bocadillos y allá que nos vamos...
La primera localidad en visitar es AARBURG, bañada por las aguas del río del mismo nombre, el Aare, tan conocido en Suiza y en el mundo de los crucigramas.
Aparcamos en Oltnerstrasse, delante de una peluquería y justo allí comienza el sendero que sube al castillo de Aarburg. Es una agradable subida con vistas a los tejados y entre naturaleza, además hacía mucho calor y se agradecía la vegetación. Arriba la fortaleza estaba cerrada y por lo poco que pudimos entender, puesto que todo estaba en alemán, fue que el acceso se permitía con guía o en fines de semana. Y como no estábamos ni en un caso ni en otro, bajamos por una gran escalinata que también da acceso desde la ciudad. Aunque merece muchísimo más la pena el paseo entre naturaleza.
Visitamos rápidamente la plaza del mercado y la visión desde el río y emprendimos el viaje de nuevo.
Nuestro segundo destino está a escasos 20 minutos, siguiendo el cauce del río:
AARAU fue la primera capital de Suiza, se encuentra a orillas del río Aare, y además de su bello casco antiguo destacan los llamados "Dachhimmel", que no son otra cosa que la parte baja de los tejados, los lados inferiores de los frontones, que están decorados de manera muy original; de ahí que se conozca a esta localidad como la de los bellos frontones.


La verdad es que Aarau combina a la perfección la ciudad nueva con la antigua villa, y bien merece un paseo por ambas.
Comimos nuestro picnic en un parque, en el que todo el mundo estaba comiendo en el cesped, y nos adentramos en la parte antigua, que además de los Dachhimmel, tiene una bonita fuente de la Justicia (con los ojos tapados, por ser ciega ante cualquier hombre o mujer)


No todo iba a ser mirar a las alturas...en esta foto que os pongo a continuación podéis ver representada la entereza con la que las madres suizas mandaban a sus hijos a la guerra, antes de declararse Suiza neutral, claro está.


Encantados con Aarau, y gratamente sorprendidos, cogemos la furgo y nos acercamos al último de los destinos turísticos de hoy: BADEN
Esta región es muy conocida por los balnearios de aguas termales que tiene.
El agua termal más rica en minerales de toda Suiza brota en Baden de 18 manantiales de azufre de 47°C. Baden es renombrada, desde la época de los romanos, como balneario alegre.
Sus 18 fuentes están custodiadas por la inmensa y compacta Stadtturm, que abre o cierra el camino al Altstdt. Los suizos adoran tanto su torre que la embellecieron con ladrillos de los tres colores que simbolizan la ciudad: el negro, el blanco y el rojo, y es renovada continuamente para mantenerla en perfecto estado.
Tras recorrer el Altstadt, iniciamos un paseo circular por la orilla del Aare, viendo las bonitas fachadas que dan al río y vas descendiendo sin darte cuenta junto con su caudal. Cuando el camino termina unos ascensores te suben de nuevo a la ciudad y deshicimos el camino desde la otra perspectiva. Me encantó.
Antes de poner el gps de camino a casa, nos damos cuenta de que estamos muy cerca de la frontera con Alemania, así que la cruzamos, llenamos el depósito de gasoil, hacemos compra en el primer lidl alemán que encontramos (no nos creemos la diferencia de precios tan abismal) y ahora sí, nos volvemos a casa. Mañana anuncian un bonito día de sol....por fin!!