Este es el segundo tren panorámico que realizo después del Bernia Express.
En este caso es todo más sencillo, no hay que hacer reservas ni nada, es como cualquier otro, de hecho es una línea muy usada por los ciudadanos, no tiene nada de especial.
A diferencia del Bernina, hay que hacer 2 cambios de tren para coger hasta tres distintos por lo que el viaje se divide en tres etapas por si se quiere hacer noche en alguno de los sitios y continuar al día siguiente cosa que no se puede hacer con el Glacier Express por ejemplo, ya que si bajas, tendrías que hacer reserva de nuevo para otro día.
La primera etapa es Lucerna-Interlaken. Al comienzo se hace algo rutinario pero cuando nos acercamos a la zona de Meiringen y Brienz todo cambia y pasamos de los verdes prados a las aguas turquesa del lago. A la llegada a Interlaken hay una hora entre el tren de llegada y el de salida pero la verdad es que no hay gran cosa que ver porque la parada es en la estación Ost y la bonita para visitar los alrededores es la West. Dada aún mi poca experiencia por estos lares, no me lanzo a coger un tren para cambiar de estación y me quedo esperando en la oficina de la estación porque en al calle hace un frío que pela.
Esto es algo a tener en cuenta y es recomendable bajarse en la estación anterior (West), porque el tren va haciendo paradas por distintos pueblos (no va directo ni mucho menos) y visitar durante esa hora Interlaken y coger de nuevo un tren hasta Ost que pasa uno cada pocos minutos.
La segunda etapa transcurre entre Interlaken y Zweisimmen. El comienzo de este tramo es igual de espectacular que el final del anterior porque seguimos por el lago pasando por Spiez para adentrarnos de nuevo en las verdes praderas ascendiendo montaña arriba.
La tercera y última etapa es Zweisimmen-Montreux. Tan sólo diez minutos entre un tren y otro asi que no da tiempo a nada. Seguimos el ascenso bastante empinado pasando por el famoso Gstaad, pueblo turístico y pijo donde los haya y rápidamente comenzamos el descenso hasta Montreux que es visitable aunque es una ciudad bastante moderna.
Este trayecto tiene algo especial y es que se puede hacer reserva en el primer vagón del tren que es panorámico y no lleva conductor, es como si fuéramos en la cabina de mando. La reserva vale 15 CHF y merece bastante la pena, es algo especial aunque no se puedan bajar las ventanas y cuesta un huevo hacer fotos sin reflejos.
En mi opinión, el recorrido del Golden Pass está más chulo que el Bernina porque tiene más de todo. La única parte que eché de menos es ascender a alguna cima con nieve pero el tramo de los lagos es impresionante. Lo malo fue que no me paró de llover en todo el día y apenas pude hacer fotos pero me sirvió para ver lo que merece y no merece la pena ver de la zona.
Si se tiene tiempo y se viaja con Swiss Pass o Interrail es recomendable hacer el recorrido. Muchas veces se va pillado de tiempo, es imposible ver todo lo que queremos y un viaje es un tren de este tipo nos ayuda a dar una vuelta rápida por la zona y a hacernos una idea general.
Web oficial del Golden Pass
Folleto gratuíto
En este caso es todo más sencillo, no hay que hacer reservas ni nada, es como cualquier otro, de hecho es una línea muy usada por los ciudadanos, no tiene nada de especial.
A diferencia del Bernina, hay que hacer 2 cambios de tren para coger hasta tres distintos por lo que el viaje se divide en tres etapas por si se quiere hacer noche en alguno de los sitios y continuar al día siguiente cosa que no se puede hacer con el Glacier Express por ejemplo, ya que si bajas, tendrías que hacer reserva de nuevo para otro día.
La primera etapa es Lucerna-Interlaken. Al comienzo se hace algo rutinario pero cuando nos acercamos a la zona de Meiringen y Brienz todo cambia y pasamos de los verdes prados a las aguas turquesa del lago. A la llegada a Interlaken hay una hora entre el tren de llegada y el de salida pero la verdad es que no hay gran cosa que ver porque la parada es en la estación Ost y la bonita para visitar los alrededores es la West. Dada aún mi poca experiencia por estos lares, no me lanzo a coger un tren para cambiar de estación y me quedo esperando en la oficina de la estación porque en al calle hace un frío que pela.
Esto es algo a tener en cuenta y es recomendable bajarse en la estación anterior (West), porque el tren va haciendo paradas por distintos pueblos (no va directo ni mucho menos) y visitar durante esa hora Interlaken y coger de nuevo un tren hasta Ost que pasa uno cada pocos minutos.
La segunda etapa transcurre entre Interlaken y Zweisimmen. El comienzo de este tramo es igual de espectacular que el final del anterior porque seguimos por el lago pasando por Spiez para adentrarnos de nuevo en las verdes praderas ascendiendo montaña arriba.
La tercera y última etapa es Zweisimmen-Montreux. Tan sólo diez minutos entre un tren y otro asi que no da tiempo a nada. Seguimos el ascenso bastante empinado pasando por el famoso Gstaad, pueblo turístico y pijo donde los haya y rápidamente comenzamos el descenso hasta Montreux que es visitable aunque es una ciudad bastante moderna.
Este trayecto tiene algo especial y es que se puede hacer reserva en el primer vagón del tren que es panorámico y no lleva conductor, es como si fuéramos en la cabina de mando. La reserva vale 15 CHF y merece bastante la pena, es algo especial aunque no se puedan bajar las ventanas y cuesta un huevo hacer fotos sin reflejos.
En mi opinión, el recorrido del Golden Pass está más chulo que el Bernina porque tiene más de todo. La única parte que eché de menos es ascender a alguna cima con nieve pero el tramo de los lagos es impresionante. Lo malo fue que no me paró de llover en todo el día y apenas pude hacer fotos pero me sirvió para ver lo que merece y no merece la pena ver de la zona.
Si se tiene tiempo y se viaja con Swiss Pass o Interrail es recomendable hacer el recorrido. Muchas veces se va pillado de tiempo, es imposible ver todo lo que queremos y un viaje es un tren de este tipo nos ayuda a dar una vuelta rápida por la zona y a hacernos una idea general.
Web oficial del Golden Pass
Folleto gratuíto