Hemos dormido fenomenal pero nos despertamos muy prontito, algo normal por la diferencia horaria. Estamos un poco nerviosas todavía y deseamos salir a ver amanecer en el Grand Palladium. Realmente hoy teníamos prevista una excursión a la laguna de Bacalar, pero hace dos días nos avisaron de que no saldría al no haber gente suficiente apuntada. En principio nos dio mucha pena pero creemos que no es mala opción quedarnos tranquilas el primer día disfrutando del hotel. La laguna de Bacalar queda pendiente para un próximo viaje, seguramente durmiendo en la zona para disfrutarla con calma, y así damos tiempo a que recupere sus 7 colores, que habían quedado dañados tras la tormenta tropical de 2020.
Son poco más de las 6 de la mañana cuando salimos camino de la playa. Pensaba que recordaba mejor esos caminitos pero aún estamos desubicadas y nos perdemos. Realmente no es ningún problema, pues cualquier camino equivocado esconde una sorpresa.
Finalmente llegamos a la playa, concretamente a la zona del restaurante Poseidón, donde se encuentra el templo para la celebración de bodas. Estamos solas viendo el sol asomarse y el momento nos parece mágico. Paseamos por la playa, donde reina el silencio; solo se escucha el sonido de las olas. Hay algo de sargazo pero menos de lo que esperábamos. Nos encanta.
A las 7 abandonamos el bonito rincón para dirigirnos a desayunar. Para hoy hemos elegido “La Dalia”, el buffet del White Sand. Al llegar nos sorprende gratamente la reforma que han realizado. Ha quedado precioso, todo nuevo y con un diseño muy bonito y cuidado al detalle, como todo en el hotel; los carritos con el pan, la bollería y la fruta son ideales. Hay una variedad de productos enorme para elegir: zumos que ahora son de frutas individuales, platos de fruta tropical riquísima, pan de muchos tipos para tostar, bollería súper variada (croissants, donuts, palmeras, hojaldres…), además de crepes y tortitas hechos al momento y varias opciones de desayuno salado. No tenemos prisa pues hoy vamos a pasar el día en el hotel, así que nos tomamos el desayuno con calma y lo disfrutamos un montón.
Cargadas de energía comenzamos el recorrido por el hotel, dirigiéndonos a la zona del TRS por un bonito camino entre la selva en el que nos paramos a saludar a varios animalitos. Vemos la nueva piscina Infinity Helios y la de agua salada Las Rocas, que ahora pertenece a este complejo. De allí continuamos el regreso hacia la zona del Colonial-Kantenah bordeando la costa, junto al mar. Nos ubicamos en las piscinas principales de esta zona, donde pasamos la mañana entre baños y nuestro primer coctel.
Hoy comemos en “El gran azul”, el bar junto a la piscina, cuyo buffet es más pequeño que el resto pero muy completo y comemos fenomenal. De allí nos vamos a la playa del hotel, a la zona del Kantenah, donde disfrutamos de una tarde casi solas sobre arena blanca y aguas turquesas. Maravilla…
Cuando nos dirigimos a la zona del White Sand pasamos por el mini club. A mi hija le trae buenos recuerdos de nuestro anterior viaje y decidimos preguntar las actividades previstas para la tarde. Casualmente están ensayando para interpretar un musical en el teatro esta noche y se anima a quedarse ensayando, momento que yo aprovecho para ir a una de las piscinas de solo adultos, “El secreto”, donde disfruto de una hora de paz acompañada de otro coctel.
Antes de ir a recoger a mi hija del mini club, aprovecho para adelantar la hora de nuestra cena y así llegar mejor de tiempo a la actuación. Por suerte, estamos en la zona del Colonial, encontramos con facilidad nuestra habitación y nos preparamos rápidamente para ir a cenar. A las 18:30 estamos en “La Adelita”, el restaurante temático mexicano del Palladium, donde cenamos de maravilla: elegimos varias opciones de entrantes de la isla de ensaladas y de platos pedimos trio de tacos al pastor y fajitas de pollo. Todo riquísimo además de excelentemente decorado. El teatro está justo frente al restaurante y tras la actuación nos vamos a la habitación. Es pronto pero sentimos que tenemos el horario español y estamos muy cansadas. Además mañana nos toca madrugar.