¡Volamos! ✏️ Diarios de Viajes de Mexico

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Esta vez volamos con Iberojet y la experiencia es estupenda. Aunque no hemos podido hacer el check in on line con anticipación porque tenía un coste considerable, lo hacemos en el mostrador. Se habían olvidado de que era una reserva con una niña, para las cuales suelen guardar buenos asientos. Pero aun así, buscan la solución, dándonos los asiente 6B y 6C, en la zona de los turistas Plus. Nos esperan 9 horas y media de vuelo que no tememos tras la buena experiencia anterior.

Y así es, entre leer, ver alguna peli en nuestra pantalla individual, comer, merendar, dormir… se nos hace un viaje de lo más entretenido. Seguramente tiene mucho que ver la ilusión de lo que nos espera a nuestra llegada.

Las comidas muy correctas: dos platos principales a elegir entre pasta rellena de queso con verduras o pollo con arroz y salsa teriyaki, acompañados de galletitas, quesitos y un pastel de chocolate, con bebida a elegir y café. Para merendar un bocadillito de jamón y queso, con su bebida y café opcional.


Y por fin, tras casi 10 horas de vuelo, llegamos puntuales al aeropuerto de Cancún, donde después de pasar los controles nos dirigimos a la casa de cambio de moneda. El cambio sale bastante bien, 1€=22 pesos, por lo que nos decidimos a cambiar algo de dinero. Realmente los primeros días no íbamos a tener grandes gastos al estar en el hotel TI, pero teníamos que pagar una excursión, además de que conviene tener dinero para propinas.

Enseguida encontramos el autobús que nos lleva a nuestro hotel, pero, al igual que la vez anterior, la espera a que llegaran todos los pasajeros se nos hace un poco larga. Estamos deseando llegar al Palladium y comenzamos a tener sueño, pues son las 18:00 horas mexicanas, pero la 1:00 españolas.

Entre la espera y la hora y media de viaje, son las 9 de la noche cuando llegamos al Grand Palladium Colonial. No importa la hora, no importa el cansancio. ¡Estamos en al Palladium Riviera Maya! Esta vez el autobús nos lleva a todos los viajeros a hacer el check in al lobby del White Sand, pues hacía 4 meses el lobby del Colonial había sufrido un incendio y estaba en restauración. Por ello, al estar más personas en la cola, tardamos un poco más en hacer el check in. Pero no pierdo el tiempo, pues en la misma recepción está el mostrador para hacer la reserva de restaurantes y aprovecho a reservar en los temáticos en los que tenía idea de cenar durante nuestros 4 días de estancia en el hotel. Debido al Covid no estaán abiertos todos los días todos, pero puedo cuadrar las cenas en los que más me gustan: La Adelita (mexicano), Sumptuori (japonés) y Poseidón (pescados y arroces en la playa).

Una vez hecho el check in cogemos uno de los cochecitos que recorren los caminos laberínticos del hotel, que nos lleva a nuestra villa 6, habitación 1632 en la tercera planta. La habitación estupenda, con dos camas enormes, decorada en estilo colonial y mucho espacio, además de la terraza y el baño fenomenal. Mañana veremos todo con más calma pues estamos muy cansadas y solo pensamos en acostarnos.

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