. Nos despertamos pronto y después de volver a llenar el coche con todos nuestros pingos, vamos a desayunar a una boulangerie, bcalm.fr/,
esta nos gustó un poquito menos que la de Perpiñán pero bueno para llenar un
poquito el estómago y seguir hacia adelante tampoco estuvo mal y antes de salir de Francia ya
que aunque en Francia el gasoil es más caro que en España, por eso es recomendable antes de
cruzar la frontera española llenar el depósito del coche, pero aún así en Suiza sigue siendo más
caro que en Francia, así que antes de cruzar la frontera llenamos el depósito en una gasolinera
que encontramos justamente al salir de desayunar y ya ponemos rumbo hacia la frontera suiza.
Aunque ahora es muy gracioso pasar las fronteras ya que siguen estando todavía todas las
casetas y todo lo que antiguamente tenías que andar deteniéndote, entregar el pasaporte y
todas esas cosas, hoy en día siguen todavía en su ubicación pero son totalmente de adorno, así
que en poquito más de una hora estamos entrando dirección Ginebra. La verdad que nosotros
paramos en la caseta de cambio justo en la frontera ya que en las casas había que pagar una
tasa turística y tenía que ser en dinero sobre todo en la primera en la que vamos a estar y
como no quería andar buscando un banco donde cambiar aunque sabía que el cambio me iba
a ser más desfavorable lo hicimos aquí, aunque luego la verdad resultó que no me hizo falta. Después de la parada continuamos ya entrando en los verdes paisajes suizos, según
entramos ponemos rumbo a una ciudad medieval que la otra vez no tuvimos la oportunidad de
visitar y había leído que era muy bonita así que nos dirigimos hacia la ciudad de Murten ,
también al lado del lago que lleva su nombre. En esta ciudad hay muchos sitios donde dejar el
coche, eso sí, todos de pago, bien por parquímetro o bien con la app que he comentado antes .
Nosotros le dejamos en un parking abajo al lado del lago y luego para ver la ciudad hay que
subir hacia arriba un buen trecho de escaleras ya que lo que es todo el casco histórico está en
lo alto. Es una ciudad bastante pequeña porque son básicamente una calle por arriba y una
calle por abajo pero nos resultó bastante bonita








y además se puede subir gratuitamente
aunque parezca mentira a las murallas para visitar las vistas de la ciudad desde arriba


aunque
por desgracia nosotros nos tuvimos que parar inesperadamente porque fue justamente donde
quise poner más dinero en el parquímetro y donde me dio el error y tuve que bajar corriendo a
todo correr al coche para ver si era capaz de echarlo si no en dinero ,pero como solo llevaba
billetes tuvimos que parar nuestra visita inesperadamente ,aunque la verdad solamente nos
quedaba dar una vuelta por las murallas y poquito más pero como luego justamente al llegar al
coche me volvió otra vez a funcionar la app ,volvimos a echar dinero y dedicamos un ratito a
dar una vuelta alrededor del lago ,aunque dio la casualidad que estaban montando un
tenderete enorme por algún concierto que iba a haber allí al lado, la verdad que hacía mucho
calor porque de todos los días que estuvimos en Suiza parece que nos habíamos llevado el
calor de España, hubo días que llegamos incluso a treinta y siete grados así que volvemos al
coche y ponemos rumbo a reichenbach im kandertal, que es donde estaremos alojados nuestra primera semana. Esta vez reservé el alojamiento a través de la web de Holidu, después de dar muchísimas vueltas ya que los precios en esta zona son desorbitados, incluso miré la casita en la que estuvimos alojados hace 13 años justamente en el pueblo de Grindelwald y el
mismo tiempo había subido el triple ,pero después de dar vueltas y vueltas por internet
encontré este apartamentito justo en el centro, cerca de interlaken y cerca de muchos sitios
que queríamos visitar y por un precio genial, ya que nos costó la semana poquito más de
seiscientos euros, cuando el resto de precios se disparaban bastante por encima de los 1000.



La casita estaba en una zona a las afueras del pueblo pero que se llegaba facilísimamente en coche ,le aparcábamos en un toldado que tenían preparado para el coche y el apartamento era un apartamento totalmente diáfano como se suele llevar mucho por allí y estuvimos encantados allí con el calor que hizo no hizo nada de calor, estuvimos genial con nuestra cocina, con unas vistas desde fuera preciosas de las montañas y la anfitriona aunque no habla nada más que alemán pero gracias al bendito traductor de Google nos entendimos maravillosamente, fue muy amable a todo lo que la requerimos y el apartamento estaba muy bien dotado, tenía lavadora, lavavajillas, horno, placa, fuera tenía una caseta de madera con tendedero y un sitio de reciclaje, la verdad que los siete días que estuvimos estuvimos muy muy a gusto allí alojados y al contrario que muchos sitios de Suiza y de Europa que no tienen persianas las ventanas y la puerta tenían unas persianas que se bajaban y se subían y por lo menos no nos comíamos toda la luz ya que allí amanece muy temprano, el problema es que como los suizos comienzan el día muy temprano pues cuando los de las casas superiores se marchaban a trabajar pues era irremediable oírlos pero vamos nada de esto quita para lo bien que estuvimos allí alojados ,nos dio hasta pena marcharnos de allí. La verdad, aquí tenía que pagar las tasas turísticas que no vienen metidas en el precio del alquiler, pero justamente se lo dije a la mujer y me dijo que tenía para que la pagase en euros ,que tenía vueltas ,así que mucho más fácil todo, se lo pagué en euros y me dio las vueltas en euros. Nos dedicamos a sacar todo lo que llevamos dentro del coche para dejarlo todo colocado en la casa para nuestra semana en esta zona y después de todo eso hecho bajamos hasta el pueblo para comprar lo que necesitamos en un Coop que hay allí ,aunque es verdad que es más caro pero hay cosas como por ejemplo la leche que es buenísima por allí, así que hacemos acopio de comida, el agua obviamente se puede beber tranquilamente del grifo ya que está buenísima y después de todo el día solo nos queda prepararnos la cena para irnos a dormir y al día siguiente empezamos nuestras andanzas por las montañas suizas.