Después de una noche a bordo del barco, el día amaneció claro y lleno de emoción. Tras un delicioso desayuno, subimos a la cubierta para presenciar la llegada a Estocolmo, la capital de Suecia. El paisaje es realmente espectacular: un conjunto de islas, cada una con sus coloridas casas flotantes y un ambiente muy pintoresco. Estocolmo, rodeada por agua, nos deja sin palabras.


Una vez en la terminal, cogemos nuestras maletas y nos dirigimos hacia el hotel. Para ello, tomamos el metro en la estación de Gardet, que se accede a través de unas pasarelas elevadas. Para hacer
más cómodo el transporte por la ciudad, ya habíamos adquirido la tarjeta de transporte de 72 horas para los cuatro, que nos costó 100€. Hicimos un transbordo en la estación central hacia la línea que nos llevaría a Älvsjö, la parada más cercana a nuestro hotel, el Connect Hotel Stockholm.
El hotel fue perfecto para nosotros, con una habitación familiar que tenía dos habitaciones y tres camas. El precio fue de 110€ por noche con desayuno incluido.
Una vez instalados, decidimos salir y adentrarnos en el corazón de Estocolmo.
La primera parada fue la House of Nobility. Este impresionante edificio es la sede de la nobleza sueca y un punto histórico de la ciudad. Su arquitectura y los detalles en su interior son fascinantes, y el ambiente de la zona nos transmite una sensación de historia viva.

A continuación, nos dirigimos hacia la Iglesia de Riddarholmen, una de las iglesias más antiguas de Estocolmo, famosa por ser el lugar de descanso de varios reyes y figuras importantes de la historia de Suecia. El ambiente de la iglesia, con su estilo medieval y su impresionante arquitectura, nos dejó una profunda impresión.


Cambio de Guardia en el Palacio Real
Desde allí, caminamos hasta el Palacio Real, donde presenciamos el tradicional cambio de guardia que se realiza todos los días en la explanada.

Catedral de San Nicolás
Nuestra siguiente parada fue la Catedral de San Nicolás de Estocolmo, un impresionante templo con una historia fascinante que se remonta a más de 700 años.

Dimos un paseo por la plaza Stortoget, una de las plazas más famosas de Estocolmo. Está rodeada de edificios antiguos y hermosos, y es famosa por ser el lugar donde se llevaron a cabo los ajusticiamientos de la Gran Masacre de Estocolmo en 1520. Hoy en día, es un lugar vibrante lleno de vida, con terrazas, tiendas y turistas disfrutando de su ambiente histórico.


La Iglesia de Köpmantorget es otro de los puntos que visitamos. Este es un lugar de gran importancia religiosa, famoso por su estilo arquitectónico y su solemne ambiente. Una parada perfecta para entender más sobre la historia y la cultura religiosa de la ciudad.

En nuestro paseo, nos encontramos con el Callejón de Mårten Trotzig, la calle más estrecha de Estocolmo. Este estrechísimo callejón mide apenas 90 cm de ancho en algunos puntos.

A mediodía, nos dirigimos al restaurante Córner Bar, donde comimos, por unos 14€ por persona.
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Un poco más tarde, pasamos por la famosa escultura de San Jorge y el Dragón, ubicada cerca de la iglesia de Storkyrkan. Es una obra maestra que cuenta la leyenda del valiente San Jorge y su lucha contra el dragón.

Por la tarde, nos dirigimos al mirador de Mariaberget, desde donde tuvimos una vista panorámica impresionante del centro de Estocolmo. En el camino, hicimos algunas paradas para disfrutar de las vistas y tomar algunas fotos más.


Mirador de Mariaberget


De regreso hacia nuestro hotel, hicimos una última parada en el Ayuntamiento de Estocolmo, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Este lugar es conocido por albergar la famosa ceremonia del Premio Nobel.
Por el camino íbamos haciendo algunas fotos.



El edificio del ayuntamiento es impresionante, y la arquitectura que lo rodea es igualmente destacable.

