Alrdedor de 300 kms nos separaban de Viena. El día había amanecido otra vez nublado y lloviznando, así que después de desayunar nos pusimos de camino, nuestra primera parada iba a ser en el campo de concentración de Mauthausen. El campo está bastante escondido y gracias a que habíamos metido en el navegador las coordenadas porque la verdad no lo indican por ninguna parte.