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De nuevo amanecía lluvioso, no llovía tanto como el día anterior pero la jornada se presentaba desapacible.
Tras nuestro suculento desayuno decidimos acercar el coche al centro de Salzburgo para desplazarnos a media mañana a la zona de Berchtesgaden...ERROR...ERROR MUYYYY GORDO...casi 45 minutos para recorrer lo que en 20 hacíamos a pie..Salzburgo está preparada para recorrerla a pie, en transporte o en bicicleta,pero en coche es una auténtica locura. despés de casi una hora y un humor de perros conseguimos aparcar en una calle adyacente a la subida a la fortaleza. Siguiente contratiempo....el parquímetro...todos los coches tenían un ticket pero la máquina que estaba allí constantemente nos devolvía el dinero. Finalmente nos dió un ticket que ponía 4 euros (que era lo que estábamos intentando meter) pero el dinero nos lo seguía devolviendo...en ese momento aparece una mujer de esas que llamamos en madrid "las de la hora" y vimos el cielo abierto: AYUDA!...nada mas lejos de la realidad, la mujer no hablaba absolutamente nada de inglés, y no había quien la entendiera, solo nos escribió en el ticket 16:00, asiq supusimos q hasta esa hora podríamos dejar allí el coche pero seguimos sin pagar nada, a pesar de que el resto de coches su ticket si figuraba como pagado...en fin, dejamos allí el coche bstante desconfiados y nos fuimos a visitar la casa natal de Mozart, que tambien se incluye su visita en la salzburg card (por cierto, unos cuantos escalones para subir...por aquello del carrito y el bebe).
Después fuimos al embarcadero para realizar el mini crucero por el río Salzach que también se incluye en la tarjeta...te tienes que apuntar primero y el chico te da una hora para realizar el tour I que es el que entra. A pesar de que a nosotros nos daba para las 13:00h. vimos que el crucero que salía a las 12:00 iba prácticamente vacío asiq nos dejaron adelantar el viajecito...está curioso, se adquiere otra perspectiva de la ciudad desde el río. Los guías te van contando curiosidades en inglés y antes de finalizar dan unas cuantas vueltas al barco sobre sí mismo amenizado con música de Mozart.
A continuaciòn nos dirigimos al Monchsberg, el ascensor que te sube a una terraza panorámica y hay vistas muy bonitas de la ciudad. (tambien incluido en la tarjeta) pero prescindible, arriba estaba todo en obras.
Y ya por último antes de partir a Berchtesgaden fuimos a recoger (temblando) el coche (allí seguía jeje no había pasado nada) y fuimos al funicular de Untersberg, que te sube a 1853m de altura), con el coche se tarda apenas 10 o 15 minutos una vez que sales de la locura que supone el centro de la cuidad; y además también está incluido en la Salzburg card. Había muy poquita gente, y tengo que decir que a mi personalmente me impresionó mucho la subida: entre que había mucha niebla a medida que subías, Hugo no paraba de moverse dentro de la cabina, y que cuando parecía que llegabas pasabas una cima y seguía subiendo...uf que mal rato...eso sí una vez arriba...es genial!! y eso que había zonas con niebla y no se veía con claridad todo...por cierto otro apunte...arriba la temperatura baja considerablemente, pero si no quieres salir fuera tienen una zona cerrada y habilitada con grandes ventanales y un restaurante para poder disfrutar de las magníficas vistas. Tengo fotos muy buenas pero con una resolución muy alta, cuando consiga bajársela las cuelgo.
Ahora sí...nos esperaba otra de las visitas que más curiosidad nos producía: el nido del águila, en Berchtesgaden...es un edificio tipo chalet proyectado por los nazis en los Alpes bávaros cerca de Berchtesgaden. Fue un regalo oficial del partido nazi para Adolf Hitler por su 50° cumpleaños.
Teníamos muuuuchas ganas de visitar el parque nacional de Berchtesgaden, amigos que ya lo habían visitado nos habían hablado maravillas de la zona y no es para menos!! llegar nos costó llegar...de hecho el gps se volvió loco y nos metió por una carretera que a pesar de ser secundaria era de peaje, y claro,pagamos la novatada, allí estaba en su garita una alemana que se parecía una barbaridad a angela merkel y que miró cuantos íbamos en el coche y nos dijo: 7 euros (clavada y de las buenas, y más cuando empezamos a subir y vimos que aquello no tenía pinta de albergar el nido del águila ni nada parecido, asiq vuelta a bajar y saludar otra vez a la merkel...)la carretera es laRossfeld Panoramastrasse, preciosa eso si, supongo que por eso es de pago.
Conseguimos llegar a nuestro destino a las 15:30h, y la última subida al nido es a las 16:00h. Hay un parking muy grande que no sé cuanto cuesta porque unos americanos muy amables nos dieron su ticket (ya que tú lo sacas y vale para todo el día pero claro una vez que visitas el nido la gente se va...). la subida al nido para dos adultos:32,20: un autobús te sube por una carretera impresionante desde la cual se ve todo el lago Kognisee hasta dejarte en la puerta de un pasillo inmenso y súper húmedo que te lleva hasta el famoso ascensor de Hitler (ojo con bebés, en ese pasillo las temperaturas caen debido a la humedad que hay), el ascensor (el cual no dejan fotografiar y cuya construcción en la montaña costó la vida de 12 trabajadores) te sube hasta el conocido nido del águila, la residencia de verano de Hitler, hoy en día convertida en restaurante y de la cual solo se conserva una chimenea (regalo de Mussolini)
os dejo algunas fotos, la buena se hace esperar pesa mucho...
el último autobús que baja del nido creo recordar que era a las 17:00h. asiq con puntualidad inglesa bajamos de nuevo al parking donde habiamos dejado el coche.
Como aún era pronto decidimos visitar Berchtesgaden, ya que vimos en los carteles informativos de la carretera que estaba a pocos kilómetros.
Dejamos el coche a la entrada, junto a una gasolinera y unos concesionarios, y por lo que vimos en el resto de coches no había que pagar parkímetro.
Tengo que decir que Berchtesgaden es una pequeña ciudad a los pies de los Alpes, merece la pena recorrerlo paseando, su iglesia es preciosa, está ubicada en una especie de plaza porticada y decorada con frescos que hacen alusión a las dos guerras mundiales. Además tiene aseos gratuitos en el centro de la ciudad, y no solo gratuitos, sino con gel, papel, y hasta radiador para los fríos días que se suponen harán en invierno.
También visitamos una especie de parque precioso y con horario de apertura y cierre con muchas fuentes en su interior.
Por cierto, apunte para las familias con niños: aquí descubrimos los supermercados Müller (una cadena que está en muchos sitios de Alemania), es el paraíso de los potitos!! De todos los sabores y texturas!!además de un montón de leches en polvo, cereales, toallitas, todo los necesario para los peques…y algo importante: a muy buen precio!!
Berchtesgaden tiene muchísimos sitios para comer o cenar, la gran mayoría de ellos con terraza fuera, así que viendo el buen ambiente que se respiraba en este lugar nos decantamos por un biergarten que hay en la entrada que además tenía música en directo y vistas a los Alpes. Pedimos dos platos: codillo con el famoso chucrut y snitzel (o como se escriba) con patatas y dos cervezas de medio litro: 22 euros. Cenamos viendo atardecer y nos dejó un recuerdo imborrable el sol poniéndose tras esas impresionantes montañas.
Muy a nuestro pesar dejamos aquella bonita ciudad que sin estar dentro de nuestro programa habíamos visitado y que tan buen sabor de boca nos dejó. Volvimos a Salzburgo a pasar nuestra última noche antes de encaminarnos a Innsbruck.
os dejo unas fotos del biergarten donde cenamos:
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