Nos levantamos a las 8:30 y tenemos otro desayuno riquísimo.
Hemos decidido ir a visitar el templo de Doi Suthep. Hemos leído en la Lonely que en la puerta norte de la ciudad vieja podemos coger una furgoneta roja compartida. Vamos andando porque hoy ha salido otro día buenísimo.
Cuando llegamos un señor nos dice que nos lleva. Nos dice que son 50 BTH. Nos parece bien y le decimos que sí. Nos montamos en una furgoneta donde hay 4 chicas asiáticas y 3 monjes. El señor, antes de salir, empieza a decirnos algo. Una de las chicas sabe inglés y nos dice que, como nos omos 10 (el mínimo de pasajeros para que nos cueste 50 BTH) y los monjes no pagan, tenemos que pagar 60 BTH. La chica nos dice que es un buen precio porque en otro sitio les pedían 300. A mí me hace gracia lo de que los monjes van gratis. No van gratis. Se lo pagamos nosotros!!!
Vamos hacia el templo. Está en una montaña a la que se llega por una carretera con un montón de curvas y el tío de la furgoneta va a toda leche. Tienes que ir bien trincado a las barras porque te caes.
Llegamos en unos 20 o 30 minutos. El sitio donde nos deja está lleno de puestos de comida y ropa. La entrada al templo cuesta 30 BTH. Merece la pena porque es espectacular. Algo distinto a los templos que hemos visto hasta ahora, y mira que hemos visto templos!!!
Estamos en el templo 1 hora, más o menos. Decidimos bajar a la ciudad, así que nos montamos en otra furgoneta compartida. Nos cuesta otros 60 BTH.
El conductor nos deja en la puerta norte de la ciudad vieja. Vamos andando hasta la puerta este porque hemos visto un italiano donde queremos comer. Llegamos al restaurante. Somos los únicos clientes. Supongo que será porque estamos fuera de las murallas y porque es un poco tarde (no para nosotros). Comemos pizza y lasaña a buen precio. No podemos pedir cerveza porque el restaurante sólo sirve alcohol de 11 a 1 y de 17 a 24, y son las 14:15.
Después de comer vamos a ver los templos que están fuera de las murallas de la ciudad vieja.
En uno de los templos hay esculturas de animales y un pato Donald!!!
Ahora hace bastante calor y estamos hechos polvo así que a las 16:30 decidimos ir al hotel. En el hotel he reservado un masaje tailandés a las 18. Llevamos 11 días en el país y todavía no me he dado ninguno. Tengo ganas.
Me dan el masaje en la terraza del hotel, en un sitio chulísimo. Lo malo es que, como está anocheciendo, los mosquitos me acribillan. Menos mal que la chica que me da el masaje me echa una pomada en las picaduras, con la que no me sale señal.
La chica me deja como nueva. Eso sí, te llevas tu paliza porque lo que se dice relajante no es. Es increible las posiciones que adapta la mujer para darme el masaje. No sé cómo lo hace pero me engancha con las piernas y no me puedo mover.
Después del masaje salimos a tomar algo y cenamos en la terraza donde nos tomamos ayer el cocktail. Cenamos muy bien por 300 BTH. Definitivamente el pad thai es de lo que más nos gusta.
Después de cenar, y ya de camino al hotel, nos tomamos una copa y a dormir.
Chiang Mai es la ciudad que más nos ha gustado. Tiene mucho ambiente y muchas cosas que ver. Además nos ha hecho muy buen tiempo. No ha caído ni una gota y por las noches refresca algo.
A pesar de ser muy turístico, los precios son más baratos que en Bangkok.