Buenas tardes.
Recién llegada de un viaje de diez días por Sudáfrica, durante el que he vivido las cuatro estaciones del año: salí de Madrid en verano, llegué a Johanesburgo en invierno, salí de Ciudad del Cabo en primavera y regresé a Madrid en otoño. Muy curioso

Estuve en un recorrido organizado para mayores, ya que iba sola y por mis circusntancias no podía hacerlo de otra manera. En cualquier caso, aunque lógicamente yo lo hubiera dispuesto de otra manera, me ha encantado la experiencia en un país fantástico en cuanto a naturaleza, pero lleno de contrastes sociales que no dejan -o no deberían dejar- indiferente a quien lo visita. Voy a contar mi experiencia, aunque por el tipo de viaje posiblemente no ayude demasiado a los viajeros que se pasan por aquí.
-Cambio oficial: 1 euro = 20 rands (más o menos). Cambiamos a algo más de 19. Se puede pagar con tarjeta en casi todos sitios. Precios, en general, casi todo es más barato que en España. Una cerveza en restaurante, entre 30 y 45 rands.
-Enchufes: llevaba un adaptador específico para Sudáfrica, pero en los hoteles que estuvimos tenían enchufes válidos para sistema europeo. No sé en otros lugares.
-Teléfono y datos: al llegar, compré una tarjeta de Vodacom, 5G de día más 5G de noche, válida para 30 días y recargable. Tuve suficiente para mis necesidades, solo consumí 3G. Por la noche, utilizaba wifi en los hoteles. Me costó 250 rands. Funcionó perfectamente en todas partes, excepto en el Kruger, donde no hay cobertura.
- Sanidad: en Sanidad Exterior, me recomendaron vacuna hepatitis A, vacuna fiebre tifoidea y malarone para zona Kruger. Me puse las dos primeras y me llevé malarone, pero no llegué a tomarlo porque no me pareció necesario: dada la época, iba tapada con ropa (impregnada con permetrina) salvo la cara y las manos, en las que me puse Goibe Extrem Forte. Apenas vimos mosquitos, pero alguno hay. He vuelto sin una sola picadura. En cualquier caso, hay que adoptar precauciones. El agua del grifo en las ciudades es potable, aunque yo preferí tomar embotellada. En los hoteles y restaurantes normales (no cutres ni callejeros), sin problemas para tomar frutas o verduras.
- Carreteras: había oído hablar de lo mal que conducen los sudafricanos, pero a toro pasado he ido a países muchísimo peores. Tras hacer unos 1.500 kilómetros, no he visto accidentes. De día se circula bien (muchos atascos en torno a las grandes ciudades), de noche es otro cantar y hay que evitarlo. Hay que tener mucho cuidado con los peatones, que circulan por los arcenes (incluidas autopistas) como si estuvieran en una calle local. Incluso paran a tomar las furgones que allí se utilizan a modo de autobús. Las carreteras por las que circulamos estaban en buen estado, salvo la de la Ruta Panorama, que tiene bastantes baches. El combustible se paga en torno a 1 euro.
Pequeño resumen de las visitas por orden cronológico:
- Johanesburgo: paseamos por Sandton y nos pareció seguro. El centro histórico, solo desde el autobús: está muy degradado y hay mucha delincuencia. Por Soweto merece la pena dar un paseo, mejor con guía local. Todo, siempre de día, claro está.
- Ruta Panorama: personalmente, me gustó mucho el Cañón del Río Blyde y sus miradores, aunque nos salió un día parcialmente nublado. Hay que tener en cuenta que desde la carretera no se ve lo más espectacular y que los miradores más destacados son todos de pago. Así que desde un coche, quizás puede decepcionar.
-Parque Kruger: supongo que necesitan varios días para disfrutarlo bien y mejor con coche privado, pero la experiencia con el vehículo todo terreno y abierto que pone el parque no estuvo nada mal. Por la mañana temprano, pasamos mucho frío (por el viento, sobre todo), a medio día, calor. Tuvimos la suerte de toparnos con un león, al que tuve a un metro (impresiona, la verdad); vimos un par de leonas con sus cachorros, muchos elefantes, cebras, jirafas, impalas, varios hipopótamos, un leopardo subido a un árbol y otros animales que no me acuerdo. No encontramos rinocerontes ni búfalos (a estos los vimos en otro parque).
-Pretoria: ciudad con bonitos edificios y hermosos parques, que solo abren un día a la semana para evitar una delincuencia muy visible en el centro. No recibe demasiado turismo, así que los blancos con cámara de fotos o teléfono en la mano son muy "abordables"
-Ciudad del Cabo: estuvimos cuatro noches alojados en un hotel muy céntrico. Me gustó mucho la ciudad, pese a que tiene zonas bastante deprimidas y deprimentes, tanto en torno al castillo como en la salidas por carretera, donde se ven kilómetros y kilómetros de infraviviendas. Por Long Street hay que ir con precaución (a mí no me ocurrió nada, pero a una pareja les rodearon y lo pasaron un poco mal). Bo-Kaap se ve en diez minutos, no me pareció nada especial, Waterfront es muy recomendable y seguro, incluso de noche. El resto, cada cual contará según su experiencia. Si el tiempo acompaña, resulta imprescindible subir a Table Mountain, si está despejado y hay buena visibilidad (como fue nuestro caso), las vistas son espectaculares. Nos movimos muy bien utilizando Uber.
- Parque Botánico Kirstenboch: la localización es sensacional, igual que la variedad de plantas. Me gustó mucho, pero quizás no compense a todo el mundo. No soy muy de visitas guiadas, pero en esta ocasión agradecí mucho los comentarios de nuestro guía, especialista en botánica, que comentaba las plantas y el ecosistema y nos localizaba los pájaros.
- Zona vinícola y Stellenbosch: el paisaje es espectacular. Hicimos una cata de vinos en una bodega durante el almuerzo, pero no entiendo mucho. Así que no opino. La zona no está lejos de Ciudad del Cabo y puede interesar mucho a los amantes del vino. Stellenbosch es una ciudad "blanca" impecable y muy bonita, quizás demasiado; de postal, vamos.
- Península del Cabo: imprescindible, tanto yendo en coche privado como en un tour. Paisajes fantásticos y playas de película. Una parte de la carretera es de peaje. También se paga por entrar al Cabo de Buena Esperanza. En la zona, se ven babuinos, avestruces, antílopes. Durante el recorrido, además de pararnos en muchos miradores, fuimos en barco a ver la isla de las focas (había muchas) y luego visitamos Boulders Beach, también conocida como la playa de los pinguinos: había muchísimos, me encantó.
- Climatología: todo el mundo dice que septiembre es un mes estupendo para visitar Sudáfrica; y así fue. En el norte, hizo bastante calor. Las nubes nos entorpecieron un poco en el Cañón del Rio Blyde, pero con buena temperatura. En el Kruger, día soleado;ya he comentado que mucho frío a primera hora, y calor, a partir del medio día. Conviene ir quitándose capas. En Ciudad del Cabo, bastante fresco por la noche y buena temperatura durante el día. Llovió un rato una de las mañanas, el resto de días, soleado y entre quince y veinte grados. En algunos ratos, sopló algo de viento.