Recién llegado de Uzbekistán tras conocer Taskent, Samarcanda, Bujara y Jiva.
Para mí, la más floja de las cuatro es Taskent. El complejo Hazrat Imam me resultó decepcionante. Por fin han terminado (al menos por fuera) el mastodóntico centro islámico, a juego con el resto de edificaciones “históricas” o reconstruidas. Aunque la otra visita estrella, el bazar Chorsu, es muy interesante, no deja de ser el mismo mercado, con sus peculiaridades, que se ve en otras ciudades del país.
Samarcanda y Bujara no creo que decepcionen a nadie. Sus madrazas, mezquitas, minaretes y mausoleos son fascinantes tanto de día como de noche. En este sentido, no hay que perderse la recreación histórica audiovisual que hacen en la plaza de Registán, en Samarcanda, tras el horterilla juego de luces. No sé si será todas las noches. Lo que sí sé es que se ve perfectamente sin necesidad de pagar entrada
A finales de octubre, obras en la parte trasera de una de las madrazas del Registán, grúa incluida, y al lado del mausoleo de Tamerlán. No interfieren de manera significativa ni en las visitas ni en las fotos, como tampoco lo hacen los pequeños trabajos de mantenimiento en otros puntos monumentales. En Bujara, andamio poco intrusivo en la madraza del complejo Poi Kalyan (la mezquita y el minarete, perfectos).
Jiva es preciosa, sin duda, pero es de esos sitios que más que ciudades parecen decorados. Afortunadamente, hay "vida" en algunas calles del recinto amurallado más allá de los turistas y los vendedores, con niños jugando, mujeres charlando... ¿o también formarán parte del atrezo? Es tan de película que hasta hay que pagar entrada, como en los cines. No tengo claro si por pasear también, o el paseo es gratis según a qué hora y por dónde se entre (un día me cobraron, aunque ya iba con intención de sacar entrada, y otro no). De cualquier modo, la entrada de 250.000 som permite acceder a sitios interesantes (la fortaleza-palacio del kan, por ejemplo) y a otros que no lo son tanto pero que al estar musealizados están libres, o casi, de tenderetes. Además, otras visitas requieren ticket extra, sin olvidar la minitasa por mear

La mezquita de Juma está en restauración (no afecta al exterior), pero se puede entrar por una puerta lateral para apreciar sus famosas columnas talladas.
Los trayectos entre las ciudades comentadas no ofrecen alicientes paisajísticos (tampoco los tiene el desierto entre Bujara y Jiva) ni se ven pueblos bonitos.
Da la impresión de ser un país amigable, barato y seguro, muy volcado con un turismo cada vez más masivo.