Perigord y aledaños ✏️ Blogs of France

Hay muchos diarios de viajes a Francia, y concretamente al Perigord varios muy interesantes. Escribo el nuestro por aportar alguna cosa más. Somos una pareja de mediana edad que ha viajado en coche y se ha alojado en un pequeño pueblo cercano a Saint Cyprien, Pechboutier, en le chèvrefeuille. El sitio es bonito, tranquilo y con un buen desayuno. Hablan francés e inglés. Castellano, no. El lugar ideal para una familia con niños. Quizás demasiado retirado de Sarlat, porque a pesar de haber unos 19 kms costaba llegar un rato. Las carreteras son sinuosas y con muchas curvas. Hay que calcular para los desplazamientos que tu velocidad media será de unos 60 kms por hora. En las zonas más turísticas como la travesía de Beynac el tráfico es intenso. Si se quiere tranquilidad, el sitio es estupendo. La habitación que nos tocó en planta baja estaba bien, limpia e impecable aunque echamos en falta una butaca o una silla y una mesa o escritorio. El desayuno, abundante y completo. Como tuvimos buen tiempo, era posible desayunar fuera, en el jardín exterior. La dueña, Sara, muy amable. La casa cuenta con piscina aunque no la disfrutamos apenas pues salíamos temprano y regresábamos tarde, muchos días a las 11 de la noche. Se podía cenar también en la casa, aunque el menú era un poco caro, 33 euros por persona. No lo probamos, así que no tenemos una valoración sobre el mismo. Comimos y cenamos todos los días fuera de casa. Si te limitas a ensaladas, que suelen ser abundantes, tortillas, que se suelen servir con su propia ensalada y casollettes con alguna bebida como cerveza, sidra o vino de la tierra y postre, para dos personas la cuenta puede oscilar entre los 25-35 euros. Los reyes el pato en sus diferentes variantes, el foie, las nueces, el queso cabecóu, la trufa... El trato de las personas que fuimos encontrando fue exquisito, todo amabilidad. A pesar de mi tosco y oxidado francés aprendido en el instituto hace ya muchos años, nos pudimos arreglar para entendernos. Encontramos gente que hablaba castellano, sobre todo camareras y trabajadoras de las oficinas de turismo, pero en los sitios turísticos, visitas guiadas y demás era prácticamente imposible. El paisaje es maravilloso: alternan bosques de robles y encinas con grandes extensiones de maíz en la ribera de los ríos, todo muy ordenado. Da sensación de tranquilidad, de sosiego. NO conozco la Toscana pero más de una persona utilizó el símil. En agosto hemos encontrado gran cantidad de turistas. Si es posible hacer el viaje en otra época del año, creemos que será mejor.

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Primera etapa: Vitoria - Saint Emilion - Pechboutier

Salimos de Vitoria hacia las ocho de la mañana y enfilamos hasta Saint Emilion. Llegamos alrededor de las 12:00. Buscamos parking. Para todo el día cuesta 5 euros, ponemos 3 euros porque pensamos que con cuatro horas tendremos suficiente. Comemos un bocata y nos disponemos a dar un paseo. El pueblo está rodeado de viñas hasta donde alcanza la vista. Subimos hasta la torre del reloj que está enfrente de la oficina de turismo (1,5 euros p/p). La vista es magnífica y el día espléndido. Tenemos espectáculo pues una casa se está quemando en el casco y los bomberos tienen que actuar. Uno se pregunta como demonios han conseguido meter el camión dentro, pero el hecho es que está ahí. Tenemos que dar un rodeo para ir a la iglesia monolítica. No entramos. Damos una vuelta por el pueblo, curioseamos en unas cuantas tiendas y a las 15:30 nos ponemos en marcha con destino Pechboutier. Hace mucho calor y nos cuesta llegar al destino un par de horas y media. Teníamos pensado parar en Bergerac pero lo dejamos para la vuelta.




Saint Emilion

Llegamos, nos alojamos y enseguida bajamos a Sarlat. Aparcamos a la entrada del pueblo según se viene de Beynac, al lado de un Lidl. Desde ese lugar al centro hay unos 10 minutos andando. La primera impresión es brutal: cantidad de gente en todas las esquinas, hordas turísitcas diría yo. Nos da un poco de bajón porque las expectativas sobre Sarlat eran altas y el ver tal trasiego de gente nos desanima un poco. Sea como fuere nos metemos de lleno en la vorágine y como andamos un poco caninos ya decidimos cenar en el Auberge de Mirandol. Son las ocho de la tarde y no tenemos problema para obtener mesa pero poco después se llena y ya es más difícil. Mi mujer cena una ensalada de 13,50 euros que tiene su bloc de foie, jamón de pato, magret... y yo un menú por 16 euros con un bloc de foie, casolette de pato que está muy buena y helado de chocolate. Una copita de vino blanco y salimos por unos 30 euros. El servicio un poco lento pero muy correcto y agradable.


Aunque estamos cansados, damos una vuelta por la villa y podemos comprobar que hay ambiente pues hay actuaciones de todo tipo por las calles y plazas: equilibristas, malabaristas, cantantes... La iluminación en lugar de ser eléctrica, es de gas y confiere a la ciudad una atmósfera muy especial. Sigue habiendo montones de gente. Nos comemos un heladito y de vuelta al alojamiento. Algo más de 20 minutos en coche por una carretera secundaria muy sinuosa. A dormir, aunque nos cuesta un poco conciliar el sueño: la primera noche siempre cuesta acostumbrarse. Un detalle: en la habitación no hay Wifi, aunque sí en el salón comedor común.

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Segunda etapa

Castelnaud – Marqueyssac – Sarlat

Después de un excelente desayuno en le chevre feuille ponemos rumbo a Castelnaud. Llegamos hacia las 10 de la mañana. Hay parking abajo, antes de subir al pueblo pero optamos por ir directamente hasta el que hay arriba pues mi mujer tiene problemas en un pie y queremos evitar las cuestas en lo posible. La afluencia de gente no es mucha todavía y aparcamos sin problemas (3 euros). Sacamos un ticket conjunto (14,40 euros p/p) para el castillo y los jardines de Marqueyssac, que están relativamente cerca. El Castillo nos gusta, está bien montado y lo recorremos con tranquilidad, parándonos aquí y allá para sacar fotos pues las vistas son magníficas sobre el Dordoña. Hay un herrero trabajando el hierro en un rincón que es interesante, una pequeña representación cómica en francés por parte de dos actores que resulta agradable y entretenida a pesar de que a mi francés algunas cosas se le escapan y la posibilidad de tomarte una cerveza por dos euros tranquilamente. Para esta hora, 11:30 la afluencia de gente es ya considerable. La visita es muy entretenida si se va con niños a partir de 5 o 6 años. Si hay que ir con sillita se puede hacer incómoda. Hay videos explicativos sobre las armas, la vida en el castillo que son simples pero interesantes, en francés y subtitulados en inglés. Salimos del castillo hacia las 12 o algo más tarde y decidimos adoptar el horario francés de comidas. Comemos en el bar du chateau, justo debajo del castillo. Yo pido una tortilla de jamón y queso que es enorme con su ensalada y un montón de patatas fritas, que están muy buenas, mi mujer una ensalada estival con su bloc de foie, una cerveza y una copita de vino blanco de Monbazillac y café todo por 24,80. El camarero super atento y habla un poquito de español. Recomendable. Bajamos para echar un vistazo al resto del pueblo y nos vamos.






Château de Castelnaud

Nos dirigimos a los jardines de Marqueyssac. Lo primero que hay que decir es que lo más espectacular de los jardines es lo que se ve prácticamente a la entrada en las fotos que voy a poner. El resto es un bosque a recorrer hasta llegar al mirador sobre el Dordoña que eso sí, es muy bonito. Nosotros fuimos por el sendero de les falaises, creo recordar. Después se puede volver por el otro lado con un pequeño vehículo eléctrico, apropiado para las personas que tengan dificultades. A la salida hay un taller de carpintero con un torno trabajando. La visita en general me gustó, pero pagar 7 euros y pico es quizás demasiado.



Jardines de Marqueyssac

Abandonamos Marqueyssac y vamos hasta Sarlat pues nos han dicho que los viernes hay visita guiada en castellano. Llegamos a la oficina de turismo y efectivamente, así es. Pagamos 5,50 euros. No recuerdo si por persona o los dos. La visita es interesante, aunque la mayoría de los lugares ya los habíamos recorrido el día anterior. Dura aproximadamente una hora y comienza a las 18:30. La guía habla un castellano decente para hacerse entender y es muy amable. Al término de la visita intentamos ir a cenar a chez le Gaulois, que habíamos leído como recomendable pero es imposible, está lleno. Optamos entonces por Le Medieval, en el 3 de Rue Olivier, una callecita que sale de Rue Tournay que es donde está Chez le Gaulois. Mi mujer pide ensalada y yo un menú a 14,90 con su correspondiente bloc de foie, magret de pato y de postre una tarta de manzana muy rica. No bebemos nada más que el agua del grifo que en todos los restaurantes franceses sacan siempre en una jarra o en una botella, costumbre por cierto que me encanta. El servicio correcto. Salimos por 27,80 euros.

Después de cenar damos una vuelta y nos paramos aquí y allá para ver actuaciones de músicos sobre todo. Hay un grupo de cuatro chicas jóvenes que cantan acompañándose de violines y acordeón y que son una gozada. Retornamos a buscar el coche que hemos aparcado en el lugar exacto del día anterior paseando por la calle principal de Sarlat. Heladito de rigor. La noche es estupenda. Nos cuesta llegar al alojamiento algo más de 20 minutos.

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