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El día 10, desde Tulum fuimos a ver Cobá, que vale mucho la pena. Allí está la segunda pirámide de Yucatán y las vistas desde arriba son espectaculares. Aún así, para mi gusto, de entre las zonas arqueológicas que vimos las pondría en último lugar, pero no dejéis de visitarlas, pues esta es solo mi opinión y digo que me gustaron mucho.
Al salir de las ruinas quisimos ir a algún cenote del pueblo, pero no encontramos donde estaban, así que volvimos a Tulum.
Por la tarde nos adentramos en la reserva de Sian Ka’an. Es la carretera que lleva a Punta Allen. La carretera es una pista sin asfaltar por la que no se puede correr. Queríamos ver una playa virgen y ver un poco la reserva. Después de 4km llegamos a un lugar donde se podía dejar el coche y asomarte a la playa. He de decir que tuvimos la mala suerte de que en esta época había sargazo (toneladas de algas en las playas) y era imposible bañarse. Bien, no imposible, pero sí complicado con tantas algas alrededor y en la arena.
Un día en la reserva cuesta unos 100 dólares si lo contratas en Tulum. Te llevan en 4x4 y te hacen un recorrido por los manglares y te llevan a ver animales. No era cuestión de pagar 300 dólares más.
Como ya estaba oscureciendo volvimos atrás y en una playa privada (¿Como no?) pedimos que nos dejaran entrar. Dimos una vuelta entre cocoteros. Le dimos una propina al chico de la entrada, que nos dijo que por culpa del sargazo no iba nadie a bañarse.
A la mañana siguiente, día 11, fuimos a ver Playa del Carmen, aunque también podrían haber puesto Lloret o Benidorm. Una calle larga con todas las tiendas de moda y recuerdos, y muchos restaurantes caros. Decidimos ir a comer fuera de la zona turística. En la calle 1 esquina avenida 20 hay un restaurante muy recomendable. Después nos dimos un baño en la playa Mamita’s beach, pero, como siempre, todo es privado excepto una parte. Nos cansamos rápido y nos fuimos hacia Tulum.
En el camino a Tulum paramos en el cenote Cristalino, que nos dejó como nuevos con esa agua fresca. Creo recordar que la entrada eran unos 60$. El cenote es de los que están poco profundos, casi a ran de suelo, aunque hay una zona de 4 m de altura desde donde mucha gente se tira. Los cenotes del interior de Yucatán suelen ser de los que están en el interior de una cueva, y los de la Riviera maya son como el Cristalino, poco profundos.
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