2017-09-16, Sábado. De Lima a Cusco ✏️ Diarios de Viajes de America Sur

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Podría decir que hoy es el día que más me atemorizaba.
A las 8:00 habíamos quedado con Winston. Después de dejar el apartamento tan limpio como lo encontramos, tras revisar habitación por habitación, viendo que no nos dejábamos nada, hemos bajado al portal.

De camino al aeropuerto hemos mantenido una interesante conversación con nuestro taxista. Nos ha hecho un resumen de la historia del país y sus dirigentes, durante los últimos 35 años.

Le hemos pagado 70 soles, aunque él sólo nos pedía 65.

Cuando hemos accedido al aeropuerto nos hemos asustado. Varios miles de personas se movían por las diferentes salas. Cientos haciendo cola para facturar. A nosotros nos ha llevado bastante tiempo poder hacerlo. Una vez entregadas las maletas hemos pasado los controles aduaneros y a continuación hemos pasado a la sala de espera. Tres aviones iban a tener el mismo destino. El nuestro ha salido con algo de retraso, pero el vuelo ha sido perfecto.

Bajo nuestros pies, nuevamente, los Andes. No se observaba vegetación, un paisaje bastante árido. Las nubes cubrían las montañas durante bastante parte del trayecto. Cuando no había transcurrido una hora, el Comandante nos informa que íbamos a tomar tierra en breves momentos. Aterrizaje correcto.

A partir de este momento se va a hacer realidad mi miedo. Una hora después del aterrizaje, cuando nos encontramos en tierra sin protección de la presurización del avión, comienza a sentirse un leve dolor de cabeza y, especialmente, falta de aire e insuficiencia respiratoria. Unido a ello se nota un ligero mareo.

En el hall del hotel nos ofrecen mate de coca, que no es más que una inofensiva infusión que ayuda a que esos síntomas se vayan mitigando.

Dejamos las maletas en las habitaciones y salimos a descubrir la ciudad. ¡IMPRESIONANTE!

Una calle muy estrecha por donde apenas cabe un coche, casi sin acera, es por donde vamos caminando hacia la plaza de Armas o Huacayapata. Se trata de la Calle Recoleta. Suelo y paredes de piedra.

Al llegar a dicha plaza, la escena, la vista global, nos resultó muy grata. Dos imponentes iglesias alrededor de la misma, y el resto arquerías y soportales. No hay ni una sombrilla, ni espacios acotados para beneficio de los propietarios de cafeterías o restaurantes.

Una inmensa zona central, verde, sobre la que sobresalen varios árboles y una espléndida fuente sobre la que se yergue la figura en bronce del que fuera el último rey inca: Según Orlando Olivera, Gerente del Comité de Servicios Integrados Turísticos y Culturales (Cosituc), precisa que el monumento del Inca, de 2 metros con 20 centímetros de altura, no es Manco Cápac ni Pachacútec, sino que es la representación simbólica de la cultura incaica, cuya civilización tuvo como centro de desarrollo el Cusco.

La plaza, había sido con anterioridad un pantano, que durante el Imperio incaico fue secado y se transformó en el centro administrativo, religioso y cultural de la capital del imperio. Según Wikipedia, después de la conquista fue ocupada por los españoles, quienes lo rodearon de templos y mansiones construidas sobre los palacios incas de alrededor; en ella fue ejecutado Túpac Amaru II en 1781. Actualmente es el núcleo central del Cuzco moderno.

Aún no hay acuerdo sobre el verdadero nombre en quechua que llevó la actual plaza de Armas durante la época de los incas. Algunos autores como María Rostworowski dicen que fue llamada Aucaypata (Awqay(?) Pata, lugar del guerrero), otros como Víctor Angles dicen que fue Huacaypata (Waqay Pata, lugar del llanto), y otros como el viajero norteamericano George Squier (cuya expedición al Cuzco fue en 1863) aseguran que su nombre fue Huacapata (lugar sagrado).
Víctor Angles explica que la Plaza estaba conformada por dos sectores: Huacaypata y Cusipata (en el nombre de esta última todos coinciden) y ambos tendrían un significado simbólico pues mientras que el primero significa lugar del llanto el segundo significa lugar del regocijo6 (actualmente ese lugar se llama plaza Regocijo). Según el autor esto se debería a las ceremonias de meditación de los nobles incas en la plaza, dichas ceremonias terminaban en llantos. Actualmente la población cusqueña en general la llama Huacaypata.

Cuando Manco Cápac llegó al valle del Cuzco, se instaló en los alrededores de un pantano ubicado entre dos riachuelos pues aquel lugar se veía libre de las amenazas de las etnias vecinas. Hizo su palacio en la base de la meseta de Sacsayhuamán y la ciudad se erigió siempre alrededor del pantano. Sinchi Roca, hijo y sucesor de Manco Cápac secó el pantano con tierra traída de las montañas y posteriormente Pachacútec se encargó de secarlo totalmente tapando el pantano con arena traída del litoral costeño.

Durante la época inca, la plaza principal era más extensa que la Plaza de Armas actual, pues además de la plaza actual (antigua Huacaypata) ocupaba todo el terreno del actual plaza regocijo (antiguamente cusipata), el "Hotel Cusco" y las cuadras ubicadas al costado de la calle del medio. Justamente estas cuadras y la calle del medio eran atravesadas por un riachuelo llamado Saphy (actualmente cubierto y hecho alcantarilla), el cual dividía a la plaza en sus dos sectores ya conocidos. Este riachuelo durante el incanato fue canalizado por todo su recorrido urbano, y la parte que atravesaba la plaza fue tapado a modo de túnel. La plaza de armas actual sólo fue el sector Noreste de la plaza principal, siendo el sector suroeste la llamada Cusipata.

Fue el centro religioso y administrativo del incanato. Así como ser el eje principal del camino inca. Alrededor de la plaza se encontraba los palacios de Pachacútec, Huayna Cápac y Viracocha Inca. Durante el incanato ahí fue donde se celebraban casi todas las fiestas incas incluyendo Inti Raymi, Huarachicuy, la danza del Amaru, Cápac Raymi, etc. Fue ahí también donde se hacía las principales ferias y donde se celebraba las victorias del ejército inca.

Comemos en un restaurante de la misma plaza. Tras dar un pequeño paseo nos acercamos a la agencia con la que ya traíamos reservado el tour a Machu Picchu. Una vez que hacemos efectivo dicho viaje, contratamos en otra agencia los tickets del bus para ir hasta Puno, así como un city tour por Cusco.

Nos encontramos unos novios entrando en un coche muy antiguo, y eso nos llevo a presenciar una boda, hecho sobre el que existe una leyenda que dice, que si se asiste a una boda durante un viaje, o se presencia una, que trae buena suerte y, desde luego, en nuestro caso se va cumpliendo.

Como ya está casi anochecido, hacemos alguna comprilla para cenar.

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