Miércoles 15 de Mayo:
Hoy el día pintaba bastante tranquilo, así que como la noche anterior nos habíamos levantado tarde nos levantamos algo más tarde que los días anteriores, y además nos fuimos a cenar a una cafetería cercana, en vez de hacerlo en el apartamento.
El plan para la mañana era visitar Jaffa o Yafo, la zona antigua de Tel Aviv, que la teníamos muy cerca de casa, a unos 10 minutos andando. Al igual que numerosas ciudades de Israel, cuenta con una historia dilatada y accidentada. Está considerada unos de los puertos más antiguos del mundo y aparece en el Antiguo Testamento, estando habitada desde el año 7500 A.C. Ha sido ocupada por babilonios, romanos, árabes, cruzados, otomanos y también fue destruida por Napoleón.
Además de por su historia más remota, Jaffa es importante porque de aquí salieron las primeras familias que fundaron una nueva ciudad en las afueras del puerto, que luego se convertiría en Tel Aviv. Hoy en día está muy reconstruida pero el puerto reproduce de forma exacta la ubicación y dimensiones que tenía en la antigüedad. Por cierto, este puerto estaba considerado sólo apto para marineros expertos, ya que unas rocas bloquean su entrada y hay que ser muy diestro. En una de estas rocas dice la leyenda que estuvo encadenada Andrómeda y que Perseo la liberó.
Realmente Jaffa es muy pequeña, pero muy agradable de visitar. Nosotros empezamos por la zona del mercadillo, que está en la calle Beit Eshel y aledañas. Por allí se pueden encontrar muchos restaurantes y bares, y es una de las zonas de moda para salir a cenar en Tel Aviv por su carácter bohemio. Nuestra visita era mañanera, así que la mayoría estaban aún cerrados. La primera parada que hicimos fue en Amiad Cultual Center, un recinto donde se organizan exposiciones temporales sobre temáticas diversas. Como parte de la celebración de Eurovisión varios artistas habían montado una basándose en cada una de las canciones que participan este año. Podían ser pinturas o fotografías, y además ponían la letra de la canción. La verdad es que era curioso pero vimos poca relación entre las canciones y la visión de los artistas.
Tras la visita a la galería salimos a la plaza donde se encuentra la torre del reloj, de 1906, construida bajo la dominación turca, así como la mezquita de Mahmudia. Allí entramos también en una tienda de Sea of Spa, una marca que comercializa productos cosméticos y barros del Mar Muerto, y nos llevamos unos cuantos para regalar a las familias y amistades.
Salimos al paseo junto al mar que lleva hasta el puerto, donde unas escaleras conducen a las calles superiores, ya que está situada en una colina. En la zona del puerto pudimos ver otra instalación musical, una radio gigante pero funcional donde es posible cambiar de emisora y el volumen, y suenan canciones eurovisivas de todas las épocas.
Las calles de Jaffa son de piedra y con muchas escaleras, pero su forma angosta y sus recovecos le dan mucho encanto. En Jaffa hay numerosas galerías de arte, algún museo y también la casa de Simón el Curtidor, donde dice la tradición que se alojó San Pedro. El la zona superior hay un parque, los jardines de HaPisgah, desde donde se tienen unas visas espectaculares del litoral de Tel Aviv, con sus grandes edificios de hoteles asomándose al mar y sus playas.
Al lado se encuentra la plaza Kikar Redumin, donde se puede encontrar el monasterio de San Luis, y otra instalación musical, un escenario con sillas donde al sentarse suena el instrumento que estaría sentado ahí si fuera una orquesta. Fue un rato entretenido porque la gente se animaba e incluso había quien se atrevía a hacer de director de orquesta
Con este paseo nos dio la hora de comer y fuimos a un sitio llamado Ali Caravan o Hummus Abu Hassan (Ha-Dolfin St 1, Tel Aviv-Yafo, Israel) , que es famoso por tener el mejor hummus de Tel Aviv. Es un sitio pequeño y muy de barrio, y sólo sirven hummus, frío y caliente. El sitio suele estar muy lleno, pero tuvimos suerte y pillamos sitio en una de las mesas. Estaba muy bueno!!
Tras la comida nos volvimos al apartamento a descansar y dormir un rato la siesta. La zona de Jaffa nos había gustado mucho y decidimos volver por la tarde, para ver la puesta de sol, que en esas fechas es sobre las 19:30. Si por la mañana nos gustó Jaffa por la tarde nos encantó. La luz del atardecer realzaba el color de las piedras de los edificios y quedaba espectacular. Estuvimos paseando y tomando algo en una terraza al borde del mar mientras el sol se escondía.
Por la noche quedamos con Ernesto, un amigo que también había ido a Tel Aviv para ver Eurovisión para cenar, precisamente en uno de los restaurantes de la zona que habíamos visto por la mañana. Era un restaurante árabe y pedimos un menú degustación... casi salimos rodando por la cantidad de comida que había, pero no fue precisamente barato. Después de cenar nos fuimos al Eurocafé, que es una discoteca que durante la semana de Eurovisión ponen sólo música del concurso. Para entrar hay que pagar pero esa noche era gratis para los socios de OGAE, una asociación de fans del certamen, y como nosotros los somos nos ahorramos la entrada, aunque luego te clavan dentro con las consumiciones.
Además de funcionar como discoteca todas las noches hay conciertos de cantantes que han pasado por Eurovisión. Esa noche en concreto pudimos ver a Dana International, ganadora por Israel en 1998 con su famoso Diva, Charlotte Perrrelli, ganadora por Suecia en 1999 y a Nadav Guedj, representante de Israel en 2015. Además, las dos ganadoras cantaron una canción a dúo. Echamos una noche muy entretenida porque además vimos a más amigos que estaban también por allí e incluso conocimos otros nuevos. Nos dieron las 3 de la mañana y por suerte nos pillaba cerca del apartamento, a unos 15 minutos andando, así que al día siguiente tampoco madrugaríamos mucho. Había gente que a las 7 de la mañana iba a hacer la excursión a Masada y el Mar Muerto, menos mal que la hicimos el lunes...