Dejamos el valle del Loira para entrar en la que quizás sea la región de Francia que más ilusión teníamos en visitar, teníamos solo 7 días para descubrirla así que obviamos las ciudades grandes y solo nos dedicamos a ver los pueblos más pequeños y quizás con mas encanto de Bretaña así como alguno de sus recursos naturales, íbamos con una ruta más o menos establecida según lo que habíamos leído de diarios de otros viajeros y que solo cambiaríamos si las condiciones climáticas fuesen adversas, en esta región a parte de sus pueblos hemos descubierto dos de sus postres que no hemos dejado de probar diariamente, el Kouign Amann que es una especie de bizcocho a base de harina, mucha mantequilla y azúcar, cuyo interior está algo hojaldrado, este dulce está muy bueno pero llena mucho, os recomiendo moderación sobre su consumo sobre todo para los que tienen el colesterol alto como es mi caso, y el far breton que es una especie de flan muy consistente que puede contener normalmente frutas en su interior como ciruelas pasas y que también está muy rico, también encontrareis en multitud de tiendas sus famosas galettes hechas con mantequilla salada. Esta tierra también es la región de las creperías donde probaremos sus típicas galettes como plato principal y que nada tienen que ver con las galletas o galettes Bretonas que nombre antes y las crepes como postre, también por estas tierras destaca en lo referente a la cocina bretona el marisco, sobre todo en el norte, especialmente las ostras y los mejillones, y entre sus bebidas la sidra y algunas cervezas de elaboración local y como curiosidad decir que tienen su propio refresco de cola que se llama Breizh Cola.
Os dejo unas imagenes que baje de internet del Kouign Amann, el Far breton y la coca cola de Bretaña
La ruta de hoy nos llevará desde Veretz lugar donde nos hemos alojado las 3 últimas noches a Fougeres pasando por Vitre, no llegamos a los 250 km, vamos por la ruta más corta pero también mas lenta, de Tours a Vitre son alrededor de 200 km de carretera que nos llevó cerca de dos horas y media, nosotros escogimos esta opción porque sabíamos que iríamos bien de tiempo para visitar ambos sitios, hay la opción de coger autopistas de peaje que se tarda menos tiempo aunque el kilometraje sea mayor. Una vez que llegamos a Vitre aparcamos el coche en zona azul en el centro ya que quedaba poco para la hora de comer que normalmente es la hora que no se paga parking, a partir de las 6 de la tarde el parking en zona azul también es gratuito.
Vitre es una ciudad medieval con más de mil años de historia y puerta de entrada a la Bretaña Francesa. Lo primero es visitar la oficina de turismo situada en la plaza del General de Gaulle donde nos hacemos con un plano y visitamos en la primera planta una exposición permanente interactiva dedicada a la ciudad medieval sobre su historia y arquitectura, la entrada es gratuita, (en esta página web se puede conseguir más información de Vitre en español) desde la oficina de turismo vamos a comer a un restaurante y después nos dirigimos a lo que más destaca de este pueblo que es su imponente fortaleza medieval con forma triangular de finales del siglo XI.
Torreones con la torre de San Lorenzo a la izquierda y torre de Magdalena a la derecha
El castillo situado sobre un promontorio rocoso se construyó sobre otro anterior que había de madera. Destacan el puente levadizo, el castillete con sus torres y en el patio de armas su porche románico donde en estos momentos en su interior se encuentran las oficinas del Ayuntamiento de Vitre. El interior del castillo abre de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 18:00h en temporada alta, al patio interior se puede entrar sin necesidad de pagar.
Torreones de entrada, pozo y torre de San Lorenzo y parte residencial
Ayuntamiento
Otra de las recomendaciones es pasear por sus calles más representativas, la Rue de la Baudrairie y la Rue d´En-bas, ambas calles son adoquinadas y con casas de entramado de madera y es el lugar donde se situaban los antiguos artesanos del cuero y comerciantes de telas. Las casas de estas calles son de los siglos XV, XVI y XVII y se caracterizan por ser largas y estrechas y se construían generalmente en torno a un patio trasero, su distribución es siempre la misma, en la planta baja se sitúa el comercio, en la primera planta las habitaciones, en la segunda las habitaciones más lujosas y en la buhardilla era donde se almacenaba todo. En la segunda calle hay multitud de restaurantes. Otra pintoresca calle es la continuación de la rue d´En-Bas llamada la Rue de la Poterie, su nombre viene porque estuvo habitada por muchos artesanos de la cerámica, esta calle destaca también por sus casas de entramado de madera y sus soportales.
Los soportales en la antigüedad permitían aumentar la zona habitable de las plantas superiores sin tener que pagar más impuestos ya que antiguamente el cálculo para pagar impuestos se tomaba de la superficie que tenia la plante baja, la casa que destaca por encima de las demás es la mansión de I´lle (casa de la isla) en la esquina con la Rue de Sevigné, es una de las mas fotografiadas de Vitre. Otra calle importante situada en el interior de la ciudad amurallada del casco antiguo es la Rue Notre Dame, lugar donde se encuentra otro edificio destacado en Vitre que es la iglesia de Notre Dame y que se construyó entre 1420 y 1570, desde la plaza que se encuentra delante de la puerta principal de la iglesia cogemos una estrecha y sombría callejuela llamada du Bas Val que a través de una poterna que no es otra cosa que una puerta secundaria de una fortificación que servía tanto de entrada como de salida desde el interior de la ciudad amurallada, nos lleva a la pradera de las lavanderas, un jardín que se encuentra al lado del río Vilaine. Terminamos la visita de Vitre visitando la iglesia de Saint Martin que se encuentra justo al lado contrario de la ciudad, es de estilo neorrománico y tiene unas dimensiones bastante grandes.
Comienzo de rue d´En-bas desde la place St Ives
Maison y comercio en rue d´En-bas, poterna en rue du Bas Val y maison d´Ile
Iglesia de Notre-Dame y pradera de las lavanderas
Iglesia de Saint Martin
Vitre tiene dos mercados semanales de alimentación, uno los lunes en la plaza de la Republica, es por ello que está prohibido aparcar en esta plaza desde las 21:00 del domingo hasta las 15:00 horas del lunes y el otro mercado llamado “Panier du Samedi” que traducido significa "cesta del sábado" y que reúne a productores locales que venden solamente productos de temporada, hay degustaciones y algunas veces actuaciones musicales, se celebra los sábados en la plaza de Marchix por lo que está prohibido aparcar en dicha plaza desde las 06:00 de la mañana hasta las 14:00 horas. La visita a Vitre sin prisas y con la comida en un restaurante nos ha llevado 4 horas, desde aquí nos dirigimos a nuestro siguiente destino Fougeres que se encuentra a casi 30 km y que nos lleva menos de media hora.
Una vez en Fougeres nos dirigimos al hotel Balzac para dejar el equipaje, un hotel muy simple y que necesita una reforma pero que escogimos por su situación en el barrio alto y ser solo una noche, aparcamos fuera de la zona azul a unos 250 metros del hotel, después vamos a la oficina de turismo situada al lado mismo del teatro Victor Hugo y a 100 metros del hotel en la misma rue Nationale.
1- teatro Victor Hugo y of. turismo, 2- Belfroi (atalaya). 3- Artesano y museo reloj
4- Museo Emmanuel de la Villeon, 5- iglesia Saint-Leonard, 6- Ayuntamiento, 7- Jardin publico
8- Barrio medieval, 9- Iglesia de Saint-Sulpice, 10- Muralla y puerta Notre-Dame, 11- Castillo
Fougeres, en esta ciudad medieval destacan dos barrios, uno el medieval o barrio de San Sulpicio donde se encuentra la iglesia del mismo nombre con su destacado pináculo muy estilizado de pizarra del siglo XV, la parte más antigua es la nave que data del siglo XIV, a este barrio hemos llegado siguiendo la rue Pinterie que parte desde un lateral del teatro Víctor Hugo, este barrio situado en torno al castillo era donde se establecieron los artesanos, en la place du Marchix se encuentran algunas casas de entramado de madera de los siglos XVI y XVII, en este barrio destaca su imponente castillo ( web) del siglo XII construido sobre un promontorio rocoso y en el lugar donde había una antigua fortaleza de madera que fue destruida por los ingleses en 1166. Es una de las fortalezas feudales más importantes de Europa que tuvo un papel militar y estratégico muy importante ya que por su situación actuaba de frontera entre Francia y el ducado de Bretaña, las murallas y las once torres que rodean un área de 2 hectáreas lo divide en tres partes, la primera es la entrada fortificada, después está el gran patio donde se situaba el palacio y finalmente en una esquina se situaba el refugio del señor del castillo en caso de ataque enemigo. Antiguamente había 4 puertas de entrada a la fortaleza pero hoy en día solo queda una, la de Notre Dame. Con el fin de la independencia bretona perdió su función estratégica y militar, está abierto de 10 a 19 horas, 8,50 euros la entrada, y el coche para quién lo lleve se puede dejar en los alrededores de forma gratuita, nosotros no entramos ya que ya hemos visto muchos castillos durante nuestro viaje más interesantes y además este no tiene muebles de época en su interior según tengo entendido.
Vistas del castillo desde la muralla en la rue de la Pinterie y casas del barrio medieval
Vistas de la ciudad alta desde la muralla de la rue de la Pinterie
Escaleras de la duquesa Ana que da acceso desde el barrio medieval a la ciudad alta
Iglesia de Saint-Sulpice, altar siglo XV y entrada norte
El otro barrio es el llamado Ciudad Alta formado por edificios de piedra que sustituyeron a las antiguas casas de madera que se quemaron en los dos incendios que hubo a principios del siglo XVIII, en este barrio se acomodaron las clases más altas de la sociedad y es el lugar donde se encuentra la atalaya más antigua de Bretaña que fue construida en 1397, coronada por un pequeño campanario cuyas campanas van marcando el paso del tiempo desde hace mas de 600 años, desde aquí seguimos la rue Nationale en dirección contraria a la oficina de turismo para llegar primero al museo de Emmanuel de la Villeon, un pintor de la localidad. Este museo que se encuentra en el 51 de la Rue Nationale es la única casa con porche que se conserva después del incendio del siglo XVIII, se puede acceder al interior de forma gratuita a los que dispongan de la entrada del castillo, a continuación siguiendo la calle se encuentra la iglesia de San Leonardo y cuya torre ya se divisa desde el principio de la calle, este edificio data del siglo XII aunque fue continuamente modificada a través de los siglos, la capilla funeraria tiene la vidriera más antigua de Bretaña del siglo XII y procede de la antigua Abadía de St Denis, se puede acceder a la torre de forma gratuita con la entrada al castillo. Saliendo de la iglesia vamos al lugar donde veremos una de las imágenes más fotografiadas de Fougeres y esta es la vista del castillo desde los jardines públicos (detrás de la iglesia St Leonard), desde el castillo o la iglesia de Saint Sulpice se puede acceder también hasta estos jardines por unos senderos, al lado de la iglesia de Saint Leonard está el ayuntamiento y enfrente, la biblioteca municipal.
Rue Nationale en la ciudad alta
Teatro Victor Hugo, Beffroi, museo Emmanuel de la Villeon, iglesia Saint-Leonard y Hotel de Ville (ayuntamiento)
Todos estos edificios situados en la ciudad alta
Vistas del castillo desde el jardín publico
Fougeres es una localidad muy tranquila en esta época del año (segunda quincena septiembre), aunque vemos todo tipo de tiendas no hay mucho ambiente por sus calles y casi no hemos encontrado turistas, son las 20:00 horas y ya hemos visto lo más importante de Fougeres así que vamos a cenar en uno de los restaurantes que se encuentran cerca del hotel para irnos pronto a descansar. Mañana toca uno de los platos fuertes de nuestro viaje, Le Mont Saint Michel.