Austria (alrededores De Salzburgo) Y Munich Con Niño Pequeño ✏️ Blogs de Austria

¡Hoy va a hacer sol! ¡No va a llover!

Este día fuimos a Bad Gastein, pues aunque arriba no hay nada para los niños, queríamos ver el puente colgante y algunas de las plataformas. Subimos en el Stunerkogelbahn (23 euros, gratis con la Salzburgerland Card). Cuando llegamos arriba, había sol, pero hacía un frio….. Había 7 grados de temperatura, estamos a 2.300 metros. ¡Menos mal que al menos nuestro niño iba bien abrigado!. Lo primero que hicimos fue ir al puente colgante. Tiene un photo point, donde te sitúas, aprietas el correspondiente botón, y te hace la foto. Después la puedes buscar en Internet y te la descargas. Son 140 metros de puente y parece ser que tiene dos records: es el primer puente colgante a 2.300 metros sobre el nivel del mar y está abierto todo el año, haga el tiempo que haga.

Después vamos a ver las dos plataformas, Glocknerblick/Glockner View. Por supuesto, mires donde mires, las vistas son espectaculares. Desde estas plataformas se puede ver la montaña más alta de Austria: el Grossglockner (3.798m).

¡Oh, no! Justamente hoy que hace un sol maravilloso, ¡¡¡¡¡nos hemos quedado sin batería en la cámara de fotos!!!!! Tendremos que ir haciendo fotos con los móviles…..

Una vez abajo, la temperatura mejora muchísimo y empezamos a quitarnos capas de ropa. Vamos de nuevo a Mühlbach. Esta vez sí que subimos en la Cabinlift Karbachalm para llegar al Toni’s Alpine Playground. (15,50 euros, gratis con la Salzburgerland Card). Llegamos a la hora de la comida, asi que nos sentamos en el restaurante que está al salir de la góndola. Por supuesto, al lado del restaurante, hay columpios para niños, además del mencionado playground. Nuestro hijo, no para de bajar por un tobogán de tubo que hay al lado del restaurante. Ni se acuerda de que no ha comido y menos mal que es así, porque a la media hora de estar sentados, conseguimos que nos traigan la carta para pedir la comida y las bebidas, pero es que una hora después todavía no nos habían servido la comida, por lo que bastante enfadados nos vamos de allí. Como llevábamos fruta y frutos secos, eso es lo que comimos en unas mesitas en el playground. Como digo, el niño estaba tan entretenido que ni se quejó por tener hambre.

Después, cuando bajamos, nos fuimos a Grossarlt. Allí está el Ricky Zucki’s Gaudi Playground. Otro playground impresionante. Absolutamente de todo para niños, juegos de agua, karts, toboganes, túneles, camas elásticas, areneros, columpios, en fin, de todo. Tampoco había manera de sacar a nuestro niño de allí.

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¡Hoy también va a hacer sol! Es el último día que tenemos disponible la Salzburgerland Card. Es el día de Salzburgo, donde también esta tarjeta es válida.

Al llegar a Salzburgo, decidimos aparcar en el P+R Sud, pagando solo por el parking (5 euros todo el día). La Salzburgerland Card incluye también los transportes en Salzburgo. Los autobuses 3 y 8 van al centro. Enseguida llegamos en autobús al centro de la ciudad. Lo primero que decidimos hacer es subir a la fortaleza HohenSalzburg. Nos cuesta un poco encontrar el funicular en el que se sube, así que ya vamos viendo la casa natal de Mozart, la Domplatz, la Residenzplatz, la bonita plaza Altenmark donde se encuentra el célebre café Tomasselli y célebre establecimiento Furst, la calle principal Getreidegasse, etc.

Atravesamos el cementerio de Sant Peters y por fin, encontramos el funicular para subir a la fortaleza. Como hace un día espectacular, las vistas desde arriba son preciosas.

Después de bajar, damos una vuelta antes de comer por la Kapitelplatz, placita al lado de la catedral donde se encuentra la esfera dorada gigante con un hombrecillo encima. También hay un ajedrez gigante, además de diferentes puestecitos de souvenirs y bonitas vistas desde abajo de la fortaleza.

El restaurante elegido para comer es el Stiegkeller, un bonito Bier Garten en la misma calle en la que coge el funicular (Festungasse, 10). Es un restaurante enorme, con varias plantas y diferentes jardines para comer en todas ellas. Las vistas desde cualquier terraza son muy bonitas, a la catedral….. y a alguna que otra grúa. La comida es aceptable, eso sí, el café es más caro que la cerveza.

Después de comer, seguimos paseando por la Getreidegasse, llena de gente y nos dirigimos hacia el Museo de Historia Natural (Haus der Natur) que queríamos visitar. Allí además de las reproducciones de los dinosaurios, que asustan un poco a nuestro hijo, vimos el acuario y el terrario. Nos encantó a todos. A la salida, pasamos a la tienda del museo, de donde salimos con unos cuantos animalitos.
Y de allí, subimos en el ascensor al Monchsberg, desde donde se tienen también unas bonitas vistas sobre la ciudad.

A partir de aquí, la tarde fue un total desastre en cuanto a sitios a visitar. Queríamos ir al palacio Hellbrunn para ver el espectáculo de las fuentes. Estuvimos esperando un buen rato en la parada del autobús 25, que iba allí, pero no venía, y ya no íbamos a llegar al pase de las 6 de la tarde. Para nosotros, los pases a horas posteriores eran muy tarde para estar con nuestro hijo.

Así que cambiamos de planes. Pensamos ir a la famosa AgustinerBrau, la famosa cervecería situada en una antigua abadía. Pero como no era nuestra tarde, cogimos un autobús equivocado, por lo que ya se nos hacía demasiado tarde para volver y coger otro autobús. Volvimos al centro de la ciudad y estuvimos un rato curioseando en una juguetería. Cruzamos el puente Makarsteg, el puente donde las parejas de enamorados colocan sus candados, y llegamos al Hotel Sacher, aunque no llegamos a entrar a comer su famosa tarta.

Vuelta en autobús al P+R a recoger nuestro coche. Seguimos con la mala suerte y el conductor del autobús no nos para en la parada del P+R y tenemos que ir al final de la línea y hacer el recorrido inverso, otra vez.

Cuando llegamos el apartamento, el tiempo ya ha cambiado. Otra vez amenaza lluvia.

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Hoy es nuestro último día entero en Austria. Hemos encargado a la dueña de la granja que nos trajera el desayuno al apartamento. Como era de esperar hay tanta comida que decidimos aprovecharla y prepararnos unos bocadillos para comer.
Ya no tienen validez nuestras tarjetas Salzburgerland Card y el día pinta mal. Si hubiéramos comprado las tarjetas de 12 días, por 10 euros más, hoy podríamos haberlas aprovechado y tener gratis los funiculares o las termas, porque el día no acompaña.

Decidimos ir a Kaprun, para subir en el Maiskogelbahn, aunque estaba a punto de llover. Se suponía que arriba había también un playground enorme. No leí bien la información que llevaba y metí la pata hasta el fondo. Después de pagar los 13,5 euros por persona que costaba la góndola, llegamos arriba, y solo había un pequeñísimo tobogán, un arenero y unos cuantos animales de granja. Como estaba tan cerrado, no había ninguna vista desde arriba, solo la grisura de las nubes, así que decidimos no perder más tiempo y bajar.

A la entrada de Kaprun habíamos visto el Rodelbahn Maisiflitzer y otra zona ocio infantil con toboganes gigantes y karts. Como de momento no llueve vamos allí. Estas atracciones también funcionan con jetons, así que bueno, cambiamos algunas monedas para que nuestro hijo pueda subir en los toboganes.

También, padre e hijo suben en el Rodelbahn, eso sí, tras esperar turno más de media hora. Vuelven sanos y salvos. Incluso parece que les ha gustado mucho.

Como traemos los bocadillos para comer, pensamos ir a tomárnoslos a orillas del lago en Zell am See y después tomar un café y dar un paseo por el pueblo. Pero entrar y salir de Zell am See no es tarea nada fácil, por el atasco que hay. Sí que conseguimos comer a orillas del lago, cerca del puerto, pero fuera del pueblo, con un montón de patos y cisnes a nuestro alrededor, pero no conseguimos poder entrar y aparcar en Zell am See para pasear y tomar café.

Como tenemos que preparar las maletas, decidimos volver al apartamento y, de camino, tomar un café en Taxenbach y tal vez ver el Kitzlochklamm. Finalmente, solo tomamos el café y estuvimos un rato en el parque infantil del pueblo.

Antes de volver al apartamento, pasamos por el centro comercial de Sant Johann, para entrar en la tienda de juguetes, de donde salimos con algunos cochecitos y animalitos. Al llegar a la granja, la dueña va a preparar el pan, así que nuestro niño y otros van a ver como se hace, mientras a los demás nos toca preparar las maletas para los últimos días de vacaciones que vamos a pasar en Munich.

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