![]() ![]() ISLANDIA 12 DÍAS EN 4X4 ✏️ Blogs de Islandia
Ruta circular a Islandia, adentrándonos por las highlandsAutor: Anaclock Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: ISLANDIA 12 DÍAS EN 4X4
01: España-Alemania con incidentes 24/06/2014
02: DÍA 2, 25-06-14 ALEMANIA - ISLANDIA (Aeropuerto de Keflavik)
03: DÍA 3 26-06-14 CÍRCULO DORADO (Thingvellir, Geysir y Gullfos)
04: DÍA 4 27-06-14 LANDMANNALAUGAR, I ETAPA .Excursión Brennisteinslada
05: DÍA 5 28-06-14 LANDMANNALAGUAR II ETAPA .BLAHNUKUR -F208 por ELDJA, Sur - VIK
06: DÍA 6 29-06-14 VIK.REYNISFJARA. DYRHOALEY. SKOGAFOSS. SELDJANDAFOSS. SELJAVALLAL
07: DÍA 7 30-06-2014. Hrifunes- Parque Nacional de Skaftafell- Proximidades de Hofn
08: DÍA 8 01-07-2014 Hofn- Cascada desconcida- Breiddalsvik - Eskifjordur
09: DÍA 9 02-07-2014 Cascada Hengifoss-litlanesfoss- Hverir/Nammafjall -Myvant
10: DÍA 10 03/07/14 Grjotagja- Storagja- Krafla- Cetral geotérmica- Dimmurborgir-
11: DÍA 11-04-07-14 Detifoss- Selfoss- Asbyrgi- Godafoss- Akureyri-Husavik- Blonduos
12: DÍA 12 05-07-2014 Arnastapi- Hellnar- Península Snaefells (Djunpalonssandur-Ep
13: DÍA 13 06-07-14 regreso por la Península Snaefells del Este al Oeste, Norte-Sur
14: CURIOSIDADES
15: RECOMENDACIONES DEL VEHÍCULO A ALQUILAR
16: IMPRESIONES DEL PAÍS
17: GLOSARIO GASTOS
18: ISLANDIA "THE FILM" 9min. ¡¡YA DISPONIBLE!!
19: ¡FOTOGRAFÍAS!
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Etapas 4 a 6, total 19
-- Tras nuestra primer sueñecito en el coche, el cuerpo nuevamente nos despierta antes de la hora fijada en el despertador. Desayunamos en nuestro hogar con ruedas, y ponemos rumbo al que sea probablemente uno de los trekkings más importantes del mundo, Landmannalaugar. Tomamos la R1 dirección a la carretera F26, donde un día con llovizna nos acompañará casi todo el trayecto. Desde la F26 tomamos la F225, siendo en todo momento observados por el volcán Hekla. Desde la F225, Hekla nos vigila de espaldas, y ahí comienza la aventura en las llamadas tierras altas., esperando los famosos ríos que vadear.
-- El paisaje pasa del verde al negro ceniza y la desolación mires por donde mires, la llovizna desapareció casi al inicio de este tramo. Con clara apariencia de un terreno fuera de lo común, extraterrestre, de otro planeta; avanzamos entre constantes cambios de desnivel, procurando no acelerar demasiado porque las piedras del camino, aunque no muy grandes, pueden suponer un reventón o incluso peor, para nuestro 4x4, del que queremos que nos de un buen servicio todo el viaje. -- A medida que avanzamos, vamos encontrando otros vehículos, llegando a rebasar hasta a 3 osados bikers que montaban bicicletas de montaña con sus alforjas llenas de víveres y ropa. -- Al cambio de carretera, ya dejando atrás el paisaje volcánico, encaramos la F208, y finalmente la F209 que nos llevaría hasta el campamento de Landmannalaugar. La llovizna de nuevo se hace un hueco en nuestro viaje, y nos impide gozar con claridad de las vistas que comenzamos a apreciar, ya se ve verde, con sus manchas de hielo perpetuo que hacen que al ojo humano sea una imagen especial, con contrastes entre el negro de la montaña, el verde del musgo y el blanco del hielo, blanco manchado por la sedimentación de la montaña. -- Y ahí está, nuestro primer río, nada del otro mundo; ni pensar el trazado tuvimos que hacer. Más adelante sí nos aguardó el siguiente con el que a pesar de que era relativamente pequeño, por "educación", lo observamos y pensamos la jugada; siendo entonces adelantados por un mutado todoterreno, que lo pasó como si de un charco se tratara. Tras él, fuimos nosotros, el éxito estaba asegurado, no representaba peligro, y así fue. -- Al fin, entre vastos paisajes, llegamos al preacceso del campamento base. Allí muchos vehículos no se atreven a pasar los dos ríos que hacen de frontera con el camping. Pero las ganas pueden más que la capacidad o la experiencia, y arrancamos al borde del río para analizarlo. En ese tiempo un autobús lo pasa sin problema y analizamos su trazado (teniendo en cuenta que el autobús estaba también mutado y su altura era claramente superior a la nuestra); en ese instante un 4x4 de similar altura al nuestro, los cruza, y ahí ya nos damos cuenta de que no era como el primer río, estos medían unos 12 y 20 metros de anchura respectivamente, siendo el de 20 el segundo y último río. Un tercer 4x4 realiza el trazado, esta vez en 2 ocasiones. -- Ya no podemos esperar más y nos lanzamos, siguiendo las miles de instrucciones encontradas en el foro Islandia24 y otras experiencias leídas por la red. Los cruzamos poco a poco, sin prisa pero sin pausa y todo fue como se debe esperar, primera etapa concluida con éxito. Ahora toca registrarnos en el campamento y acceder a nuestra plaza de dormitorio. -- Ya se respiraba el ambiente de unos de los campamentos más visitados internacionalmente por expedicionarios de todo el mundo; había movimiento constante, montaje y desmontaje de tiendas, idas y venidas al aparcamiento, al centro de información. Pudimos palpar el aliento de la aventura nada más llegar. -- Descargamos todo lo necesario, y tras comer algo rápido, y observar que el día había mejorado, incluso llegando a aparecer algún tímido rayo de sol, nos lanzamos al primer trekking planeado, coronar el Brennisteinslada, con 855 metros de altura. -- -- Nos calzamos nuestras botas y allá vamos. Lo iniciamos a través de un llamativo acceso volcánico, una gran urbanización de formaciones volcánicas nos harán de laberinto hasta encarar el objetivo. Las impresionantes e irreales montañas van asomando ante nuestra estupefacta mirada, al fin, tantas fotos vistas de este paraíso, tanta especulación sobre su realidad, disipan las dudas y no hacen más que realzar nuestra expectativa. El paisaje es real, se puede ver, incluso tocar. -- Al paso del sendero señalado, vamos viendo como de alguna roca emana un volcánico vapor, como si una olla de agua hirviese bajo ella. Y a escasos metros de estas gasificaciones, se encuentra un volcánico y pequeño espacio reservado, del que más humo emanaba, con una apariencia de roca acidificada, fundida por el contacto con el agua acidificada activada por el calcio de las rocas. -- Desde allí y como durante todo el anterior camino, ya divisamos lo que no nos creíamos que teníamos que subir, por su exagerada verticalidad. Pero sí, era él, Brennisteinslada. El viento era cada vez más acusado y conforme más subías más vulnerable te veías. Ya en la cima, éramos nosotros esas hormiguitas que veíamos desde abajo, y un frío viento no truncó nuestra esperada recompensa, unas vistas privilegiadas de las inmediaciones del campamento, y de las espaldas del también vertical Blahnukur. -- El primer tramo de baja resultó complicado tanto como el último tramo de subida, ambos marcados por su ya mencionada verticalidad. Pero una vez arriba había que bajar, y así lo hicimos. Regresamos al campamento tras casi 3 horas y 30 minutos (parando constantemente para hacer fotos, algo inevitable) cerrando una impresionante ruta circular, finalizando la dura etapa, tanto de conducción - que fueron en torno a unas 3 horas sin descanso- como la de trekking, en las archiconocidas termas naturales islandesas. En este caso la situada en Landmannalaguar es de corrientes de agua caliente y corrientes de agua fría, estas últimas no tan agradables jeje. Experiencia increíble y gratificante, que gusta a todo el que lo prueba. Ya relajados, cenamos algo ligerito y nos fuimos a dormir, que la siguiente etapa también prometería bastante. Etapas 4 a 6, total 19
-- Un nuevo día, dominado por el buen tiempo, para no romper la buena tónica que nos acompañó en la anterior etapa; algo muy difícil de disfrutar en Islandia (parece que la buena suerte se sobrepuso al mal inicio).
-- La etapa de hoy era conquistar una cima mayor que la anterior, con 943 metros de altura, Blahnukur, una montaña diferente, más arcillosa, más negra, con más apariencia volcánica... Tras desayunar y asearnos en el campamento, decidimos que no pasaríamos la segunda noche que teníamos prevista en las camaretas, por lo que absorbimos al máximo los placeres visuales que ofrece la geografía del lugar, iniciando esta tarea por los pies de Blahnukur. -- Nuestra vista no veía más allá del primer tramo, del cual pensamos que inicialmente era el que coronar. A medida que avanzamos, ya divisamos lo que de verdad nos esperaba, una masa de ceniza volcánica y piedra compactada en todo su esplendor; acompañados (en el extremo izquierdo) en todo momento por las espectaculares, cómicas e irreales montañas, bañadas en riolita y salteadas con clapas de hielo perenne; que le proporcionan ese aspecto ficticio, llegando a parecer incluso una creación comestible. -- Una vez coronada la cima, allí las vistas eran aún más impresionantes si cabe, pues abarcaba más allá del campamento, tras 1 hora y 30 minutos de subida (con paradas obligatorias para gozar del espectáculo visual). La bajada, comenzó con mucha pendiente, visualizando un inmenso campo de lava en el que más adelante nos adentraríamos. -- El descenso (con otra 1h30min hasta el campamento) se convirtió en una auténtica pista de pruebas de alta montaña; realizamos descensos laterales por las faldas de Blahnukur, disfrutando como un niño pequeño con zapatos nuevos, y lo teníamos todo, descenso en tierra y descenso en hielo. Una gran lengua marcaba un atrevido recorrido ya explorado desde su nacimiento por los más osados, no siendo ese nuestro caso, ya que lo trabajamos casi al finalizar, pudiendo todavía disfrutar de la bajada restante. -- Ya de vuelta al campamento, tuvimos que sortear diversas ciénagas formadas por el curso del río fruto del deshielo controlado por la naturaleza, respetando siempre un volumen mínimo en las laderas de las montañas. Unas buenas botas se hacen imprescindibles, ya que nosotros metimos la pata literalmente cubriendo toda la bota, y el pie permaneció seco en su interior; la cual cosa te daba confianza para continuar pisando "charcos" sin miedo. -- Llegada al campamento, nos dispusimos a recuperar energías haciendo la comida, esta vez en nuestra vivienda con ruedas. El aparcamiento ya estaba poblado de autobuses y vehículos de excursiones contratadas, algo presumible al ser sábado, y comenzaron las primeras gotas de agua en los 2 días de nuestra estancia; si bien, el famoso dicho islandés: "si no te gusta el tiempo, espera 10 minutos", hizo su estelar aparición, y así fue, tras cerca de media hora, la llovizna cesó abriendo paso a tímidos rayos de sol. -- Tras comer, recogimos nuestros bártulos, y nos esperaba una atrevida aventura, tomar camino a Vik, por la carretera F208 dirección Eldja. Carretera de la que habíamos oído hablar, por sus ríos a cruzar. -- Antes de abandonar ese idílico paraíso como fue para nosotros, la región de Landmannalaugar, imprevisiblemente nos dirigimos a visitar la caldera del volcán Ljotipollur, tomando la F209 dirección al Norte (deshaciendo camino del día anterior), aunque en este caso a escasos 10 minutos de la salida del camping, y siguiendo las indicaciones verticales, vimos una pequeña parada en la que se iniciaba la breve ruta de cerca de 30 minutos, hasta la caldera. -- El paisaje ya pasó de los tonos marrones y blancos (por el hielo), al negro volcánico y una fina cobertura de musgo de color verde. Al aproximarnos al objetivo, allí estaba, un enorme valle encerrado en una caldera natural, con su rojiza pared volcánica y su agua estanca, rompiendo el contraste de color y texturas del lugar. Simplemente, algo digno de ver, mereció la pena ese pequeño desvío por el que invertimos a penas 1 hora y ganamos mucho más que eso, un recuerdo en nuestra retina impactante. -- Retornamos a nuestro objetivo, la F208 dirección Sur. Vamos cruzándonos con viajeros a los que preguntamos si vienen del Sur, y qué caudal presentan los ríos. El ver que muchos llevan turismos similares al nuestro, incluso de menor envergadura y altura, nos tranquiliza. -- Con el entreno a la salida de Landmannalaugar, refrescamos la lección y tras el primer examen, paramos para echar un vistazo y pasar con seguridad. Observamos como el agua surca las piedras del río, y cuando menos caudal hay, se aprecia en que son de menor tamaño las olas generadas por el agua al sortear las piedras del río, ahí no hay fallo. Se hace el trazo mental y se ejecuta, con decisión tras estar seguro de ello y con una velocidad crucero. -- El paisaje en este tramo de la F208 ya es totalmente diferente al del viaje de ida; ahora predomina el verde y el negro, influenciado por la gran cantidad de ríos que riegan la zona. En total llegamos a cruzar unos 7 u 8 ríos, de los que revistieron importancia 4 diría yo. En dos de ellos tuve que ponerme zapatos de baño y a experimentar meter los pies en agua bastante fría, para conocer el trazado que hacer y ver la profundidad del río. Resultando que en ningún caso superó mis rodillas. Altura apta para el turismo que llevábamos, pues la rueda ya era más alta que mis rodillas. -- En mis avanzadillas, algún otro vehículo cruzaba el río sin titubear, desacreditando vilmente mis medidas de seguridad tomadas jeje. Hay que decir que salvo 1 turismo crossover, el resto superaban en altura a nuestro 4x4. -- Condujimos unas 3 horas hasta la llegada a la N1, siendo guiados en varios de los últimos ríos por un simpático autobús que cada río que cruzaba, esperaba a que nosotros lo hiciéramos sin tener ningún problema (nos ayudó a ver más claros algunos trazados, precisamente por los que no debíamos ir, ya que se hundía demasiado para nosotros). -- Cuando al fin creíamos que estaba todo, nos topamos con un río del que nos habló un viajero al que preguntamos. Ese río parecía más de lo que era, con una distancia de aprox. casi 20 metros de anchura, y con la experiencia adoptada en todo el trayecto, nos lanzamos sin miedo cumpliendo nuestras premisas de seguridad. Yo he de reconocer que ya veía los trazados más claramente y me creí por un momento que llevaba un bigfoot jeje. -- Llegados a la N1, ya algo cansados de la irregularidad del terreno, y con bastante cansancio acumulado, tomamos dirección a Vik, y durante unos 40 minutos de trayecto, al fin llegamos. Localizamos una estación de servicios que disponía de pequeño supermercado y restaurante en el que cenar; con tan mala suerte que la cocina ya estaba cerrada (¡¡¡eran cerca de las 21 horas nada más!!! ) Pero la mala suerte se fue rápido, y es que a su vez, este restaurante o local de comida rápida - de platos combinados-, tenía una puerta por la que accedías a un restaurante con vistas a la playa de Reynisfjara y sus famosos 3 gigantes trolls. Qué más se podía pedir... pues nos pedimos 2 elaboradísimas hamburguesas y una buena cerveza islandesa, creo, llamada Viking Classic. -- Pagamos por las hamburguesas, con sus patatas fritas y un tarrito de salsa para mojarlas, 1950 ISK, unos 12 euros por plato, y por las cervezas, de 0,5lts, fueron unos 800 ISK (5 euros aprox cada cerveza). -- Para acabar el día, visualizamos ya nuestro rincón donde anclar nuestro hogar, y era uno de los cientos de campings repartidos por la geografía islandesa, con su servicio de baños y duchas disponible para el viajero. No pagamos nada por utilizarlos. La ducha no la usamos, pero imagino que habría como en Landmannalaugar, un cajetín para introducir monedas (en Landmannalaugar costaba 500 ISK, 5 minutos de ducha... al cambio unos 3,5 euros. Pusimos la alarma a las 8h y a dormir. Cabe destacar que una vez en Vik, percibimos la influencia costera, y el viento persistente, agradeciendo al mismo que ahuyentara a los pesados de millones de mosquitillos que asolan Islandia. Etapas 4 a 6, total 19
-- Como de costumbre, me despierto 2 horas antes de lo previsto, pero esta vez me doy media vuelta y dejo que el despertador haga su trabajo. Aunque tampoco fue así, ya que a las 7 a.m ya estábamos en pie, desayunando y gozando de un nuevo privilegiado y soleado (parcialmente) día.
-- Nos aseamos y vamos a la playa de Vik, nos llama la atención su amplitud, su negra, fina y "limpia" arena, no se queda impregnada en la piel. Al fondo vemos los caprichos de la naturaleza de la playa de Reynisfjara, 3 colosos que emergen del mar para moldear una impactante silueta a lo lejos. -- Tomamos camino hacia allí, y a la llegada, de nuevo una extensa playa, está protegida a sus espaldas por una inmensa formación rocosa, compuesta en un tramo por las conocidas columnas basálticas, naturales y no trabajadas por el hombre como pueden aparentar. Siendo domingo, tal y como pasó en Landmannalaugar, el incremento de visitantes era notable; sin embargo no excesivo. -- Ya desde esa posición observamos con más acercamiento los 3 colosos citados, impresionantes elevaciones rocosas que peinan la trayectoria de las olas del mar. -- A su frente, se divisa un pequeño archipiélago con un arco en la roca, que no pasa inadvertido. Tomamos rumbo a Dyrhoaley, ese era el lugar de ubicación del arco costero. -- Desde el aparcamiento, se disfrutaba de una preciosa y dominante vista sobre toda la costa desde Dyrhoaley hasta Reynisfjara, divisando claramente una partición de dos playas de arena negra, haciéndolas estar situadas espalda con espalda. -- Finalizada la visita, ponemos rumbo a la cascada Skogafoss, con una anchura de 25 metros y una altura importante de caída del caudal del agua, nada más y nada menos que 60 metros de altura. -- Estacionado nuestro vehículo, y contiguo a otro de los extendidos campings, allí se encontraba Skogafoss, franqueado desde el pie hasta la parte accesible de la cabeza, por numerosos visitantes. Nosotros no íbamos a ser menos, y allí fuimos. -- Desde abajo se apreciaba el golpeo del agua a tal altura; muy violento, cargado con cientos y cientos de litros. Y a medida que ascendías la vista hacia abajo se iba haciendo cada vez más vertiginosa. -- En la cabeza de la cascada, se apreciaba una gran caída libre, de la que seguro no saldríamos ilesos; por eso no merecía la pena arriesgarse para buscar una buena foto. Cosa que vimos hacer a dos osados visitantes. -- Un regalo de la naturaleza que nos ofreció el espléndido día que hacía, fue un efímero arcoíris que no tuve tiempo a captar con mi cámara, pero sí con mi retina; una imagen que no te deja indiferente y perdura en tu recuerdo. -- Finalizada la visita, nos esperaba otra de las cascadas más impresionantes de Islandia, Seljalandfoss, continuando por la N1 hasta observar claramente su desvío. -- Cuando llegamos, de nuevo un aparcamiento, esta vez aún más abarrotado si cabe, con 3 autobuses y al menos 2 docenas de coches. Aquí si se respiraba un auténtico domingo de buen tiempo en Islandia. -- Pero dejando de lado la masificación, fuimos a lo nuestro, Seljalandfoss. He de decir que no nos afectó en la visita, la masificación de vehículos citada. Me enfundé en un chubasquero de dos piezas, mi mujer con la pieza de arriba nada más, tomé mi cámara Gopro, y allí fuimos; a bordear por detrás esta participativa cascada, la que te ofrece más que una vista por delante y en ocasiones por los laterales. No era especialmente caudalosa, pero si muy atractiva. -- Al igual que Skogafoss, estaba protegida por un pequeño semicírculo de altas lomas, que hacen que tenga un aspecto más mágico aún si cabe. Su vista por detrás era de película de ciencia ficción, habíamos pasado al otro lado de la cascada, a un pasadizo secreto, de ahí a que la catalogue como la cascada más participativa; pues juegas con ella, tú la bordeas en 180º y ella te riega sutilmente, que como no vayas provisto de ropa impermeable, acabas bien fresquito. -- Abandonamos Seljalandfoss y vamos en busca de una piscina de agua caliente, ubicada en un valle montañoso, en principio excluida de las masivas visitas, se llama Seljavallalaug. Tomando la salida en la carretera N1 direccion Reikjavik-Vik, la primera salida de la 242, con el nombre de Raufarfell. -- Siguiendo las indicaciones de un amable viajero que colgó en su blog cómo llegar, vamos viendo un pequeño trasiego de personas que van y vienen de lo que parece trayecto hacia la piscina. Y efectivamente, la piscina "llena", con unas 15 personas en el agua y algunas otras fuera... tenía elevadas expectativas de que fuera tranquila y mágica, pero se vinieron abajo nada más ver a tanta gente; en su mayoría lugareños. He de decir que era un enclave estupendo con vistas impresionantes, aunque se nota que se ha corrido la voz. Llegado hasta allí, tomo un agradable baño y ponemos rumbo a nuestro alojamiento, esta noche la pasamos en una pequeña granja, GlacierView Ghest House, desde la N1 saliendo de Vik, tomando la 209 con indicación de Hrifunes. -- Llegamos a las 19h, ya llevamos de nuevo otro atareado día, y al fin recuperado el día robado por culpa de la huelga de controladores aéreos franceses. Pero aunque de la impresión que estos 5 días ya en Islandia, sean muy cargados; las visitas y actividades fueron disfrutando sin relativas prisas de cada regalo de la naturaleza. Si bien, donde sí se notó el tener que recuperar, fue en los kms de conducción, adelantando ruta antes de finalizar el día, para el día siguiente quedar lo mejor ubicados geográficamente. -- En el Ghest House nos atiende su amable propietaria, Elin, la cual nos lleva a nuestro hogar por una noche, y nos informa que a las 20 horas ser sirve la cena. Una cena que ya previamente habíamos acordado tomar, ya que al ser un establecimiento de hospedería de poquitas plazas y familiar, ellos preparan con mucho cariño el menú y es aconsejable reservar la cena ó desayuno. -- Con unas vistas a una amplia pradera, asaltada por una blanca y helada cima del glaciar Myrdalsjokull, tiene lugar la cena, compartiendo mesa y mantel con 3 parejas más venidos de Suiza, Holanda y Alemania. Una experiencia muy dinámica, en la que si no es por mi mujer, poca participación hubiera tenido jijiji, mi nivel medio bajo de inglés me permite moverme para no quedarme con una mano delante y otra detrás, pero de ahí a un diálogo de mesa, soy algo duro de oído. -- Al margen de mi barrera idiomática, la velada fue de lo más agradable, y la cena realmente sublime, Elin y su madre eran las artífices de esa obra de arte gastronómica. -- Nos sorprendieron con varios entrantes variados, empezando por una crema de patata con toque de jengibre y no recuerdo que más llevaba (aunque estaba espectacular, tuve que repetir), siguiendo con unos tortellinis caseros al pesto, una especie de ensalada con cebolla francesa, queso feta, maíz y algo que ahora no logro recordar; con otro salteado variado muy fresco del que no puedo tampoco aportar datos (había tantos ingredientes varios en la mesa que no pude captarlos todos, tenía mucha hambre y me ceñí a disfrutar), unas patatas al horno, un arroz aromático que regué con unas gotas de salsa de soja, y el plato estrella; fueron 2 tipos de pescado: una tierna y jugosa lubina al limón y otro pesado que no supo darnos el nombre en inglés, ya que era típico de Islandia. Su textura, algo nuca visto ni sentido por nuestros paladares, se deshacía en la boca, se desmenuzaba apoyándole el tenedor con la mínima presión...como dije, sublime. Para acabar, el postre. Una tarta de zanahoria cubierta con una crema de un queso francés con azúcar y algo más, que siguió la tónica de elevada gastronomía casera, y cerró una jornada marcada por el buen tiempo hasta la buena compañía en la mesa. -- Como dato curioso, comentar que en un momento de la cena me vi solo con los 3 matrimonios en la mesa (mi mujer jugaba con la hija pequeña de uno de ellos), todos hablando Alemán y yo con una cara de no tener ni idea de lo que allí se estaba tratando, ni lo intuía siquiera jajaja. -- Para ayudar al proceso de digestión, Elin nos preparó un té de menta que ella misma cultiva en su jardín, y tras tomarlo, nos retiramos a dar un paseo por el alrededor del Ghest House y de ahí al sobre, que mañana nos esperaba otra nueva etapa. -- Esta ya, como si no hubiéramos tenido contratiempos, al haber recuperado la ruta como estaba establecida (hubo variaciones en el orden entre el 4 y 5 día, pero se hizo lo previsto). Etapas 4 a 6, total 19
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