![]() ![]() Suiza para Españoles sin cuenta bancaria allí ✏️ Blogs de Suiza
9 días disfrutando de un país precioso, los Alpes, glaciares, ciudades de cuento y una civilización muy avanzada..Autor: Metalheadvlc Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (10 Votos) Índice del Diario: Suiza para Españoles sin cuenta bancaria allí
01: Dia 1, CHATEAU LE VUFFLENS, LAGO LEMAN, VEVEY, CASTILO CHILLÓN, TASCH, Martes 1
02: Dia 2 ZERMATT, SUNNEGA, LEISEE LAKE, GORNERGRAT, MATTERHORN
03: 3 DIA, ACENSIÓN AL JUNGFRAUJOCH, REFUGIO MÖNCH, CASCADA LAUTERBRUNNEN, INTERLAKE
04: Dia 4 TRUMMELBACH FALLS, GARGANTA RIO AARE, RUTA DE LOS TRES PUERTOS, GLACIAR DE
05: DIA 5 LUCERNA, CRUCERO y RUNNING JUNTO A LA FALDA DEL PITATUS Y EL LAGO DE LOS C
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Etapas 7 a 9, total 9
Iniciamos el camino hasta las Rhinefalls, situadas en el pueblo de Schaffhausen, tardamos una horita y cuarto más o menos en llegar al segundo parking (gratis), el más cercano a la entrada principal, pagamos el ticket y entramos por el patio del castillo, disfrutamos de las vistas de las cataratas desde los diferentes miradores, hay dos que me gustan especialmente, uno porque llegas a tocar el agua (el de la cueva) y otro que es una plataforma construida encima justo del curso del rio, donde ves a tus pies la fuerza que lleva el agua.
*** Imagen borrada de Tinypic *** Como era pronto (10.15 am) no había mucha gente, así que cogimos el barco rojo que nos llevó hasta la otra orilla (5 mintuos) y allí el azul que nos acercó hasta las cataratas pero sin subir a la isla que hay en medio, en total entradas y barquitos fueron unos 25 francos, pero el barco si se va con poco tiempo es prescindible, no así las dos plataformas que comentaba, sientes encima de ti sin ningún peligro la fuerza del agua, recomiendo coger chubasquero porque salpica en algunos sitios. Cuando salíamos había ya colas importantes, ir pronto si es verano. Se sale por un ascensor, no por donde se entra, nosotros no lo sabíamos y tuvimos que dar la vuelta entera. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Cuando salimos nos estuvimos planteando visitar Schaffhausen porque ayer en Zúrich nos dijeron que era muy bonito, pero no teníamos tiempo, así que nos fuimos a Stein am Rhein, pasamos en un par de ocasiones por Alemania ya que está en una zona fronteriza, veías coches con matrícula alemana y suiza aparcados indistintamente (no hay control de pasaportes ni nada similar, ni te enteras cuando entras y sales salvo por los indicadores de la carretera). Aparcamos en un zona con parquímetro donde ponías el número de plaza y te iba descontando un reloj el tiempo en función de lo que habías metido, pero no daba ticket, el revisor apretaba el botón con el número de plaza y le decía el tiempo que te quedaba. El pueblo es muy pequeño pero precioso, tenía unas casas con las fachadas pintadas como en Lucerna pero más espectaculares, un embarcadero desde el que salían cruceros fluviales, vimos en la calle principal una tienda con todo tipo de chocolates a buen precio y compramos por fin una navaja suiza de Victorinox, modelo “campero” de 22 francos, pedimos que nos la grabaran para personalizarla y en media hora, mientras nos tomamos una cerveza pequeña en un bar cercano y un refresco (9,6 francos) la tuvieron lista. Me sorprendió que fuera frontera con Alemania y mucha gente a la que nos dirigimos en Ingles no te entendía, sin embargo en el resto del país sin problemas. Comimos junto al rio debajo de un árbol que daba mucha sombra, nos acabamos las provisiones. Estábamos sentados en un banco justo a la izquierda del puente Charregass Gassa teniendo el rio enfrente. Dimos de comer a los patos y nos marchamos hacia Berna, quedaba un largo viaje. *** Imagen borrada de Tinypic *** Tras poco más de dos horas llegamos a Berna, la capital del país, el hotel no era tal, ya que era un apartamento privado llamado “La Casita, Your Home in Berna”, no había referencias en booking cuando reservamos pero tenía muy buena pinta, así que pero nos arriesgamos, costaba 180 francos + 10 de parking, avisamos por sms a Daniel, (el propietario) de la hora aproximada de llegada, habla español perfecto porque vivió muchos años en Sudamérica, no trabaja con tarjeta de crédito, así que pidió que días antes le hiciéramos una transferencia pero al ser internacional, mi banco me cobraba 30 euros de comisión y le dije que se lo pagaría en efectivo y aceptó. Fue muy amable, es un apartamento de dos plantas, nuevo y de diseño, el barrio es muy tranquilo, en la planta baja esta la cocina-comedor y el baño, y arriba una habitación muy amplia y una terraza enorme, sin duda fue la mejor elección del viaje y ajustada a precio incluso para los precios de España, éramos los únicos huéspedes porque solo tienen ese apartamento. Daniel nos había puesto dos cervezas frías y agua fresca en la nevera, chocolatinas de varias clases y tres tipos de tés y café (todo ello sin coste adicional), nos recomendó ir dando un paseo de 20 minutos hasta el centro pero estábamos cansado y cogimos el bus, de nuevo nadie controló si habíamos comprado el billete, aunque sí que lo habíamos comprado, ida y vuelta. Una vez en la estación central iniciamos una nueva ruta que estaba indicada en el mapa turístico que llevábamos, la verdad es que si dispones de unas horas, como nosotros en cada ciudad, es lo ideal porque te haces una idea de lo más importante, otra cosa es que quieras visitar muchos museos. Nos pareció una ciudad súper tranquila, mucho más que Zúrich y que Lucerna, eran las 19.00 horas y no había casi gente por la calle, vimos el parlamento, llegamos a la Münsterplaz o plaza de la catedral y aunque no entendemos mucho de arte, flipamos con el pórtico de la arcada principal, la iglesia estaba cerrada, era la más alta del país con más de 100 metros, como no, estaba cerrada. La zona que hay que visitar principalmente es el “cuerno” que hace el rio a su paso por la ciudad, salen varias calles paralelas desde la estación que desembocan en el rio, todas tienen soportales y son preciosas, con fuentes con esculturas coloreadas en sus cúpulas, nos gustó mucho. Llegamos paseando por el camino indicado en el plano al puente Nydeggase, que separa el centro del parque donde están los osos, habían 4 o 5, les hicimos unas fotos y vimos las maravillosas vistas de la ciudad que se podían contemplar desde allí, había un restaurante con muchos suizos cenando. Volvimos a cruzar el puente hasta la calle principal Gereschtigkeistgasse que sinceramente nos encantó, es la calle más bonita que había visto en el país, lleno de banderas -para variar- y de soportales, allí fue donde vivió Einstein unos años de su vida. Al final de esta calle cambia de nombre a Kramgasse y tras pasar varias fuentes preciosas llegamos a la torre del reloj, pero ya teníamos hambre y nos fuimos a cenar a tres minutos de allí, vimos los precios de la zona y finalmente elegimos el Spaguetti Fáctory, en la Kornhausplatz, fue de nuevo un acierto, había una camarera que hablaba perfecto español, 50 francos los dos, buenas raciones. No había un alma por la calle, entramos en un centro comercial con pastelerías (cerradas) con unos escaparates llenos de chocolate con una pinta estupenda, y que dedujimos que al igual que los soportales, como hacía tanto frio y lluvia en invierno, la gente pasaba sus ratos de ocio en estos lugares. Cogimos el bus de vuelta (había servicio hasta las 00.00 h) delante de la estación de trenes y llegamos al hotel en un par de minutos, está realmente cerca. Eran las 22.30 pm y parecía que fuera la 1.00 am. Nos acostamos en una cama súper amplia y confortable, que delicia !!! Etapas 7 a 9, total 9
Nos levantamos en “La casita” y tras desayunar y despedirnos de Daniel, que vive enfrente, iniciamos nuestro camino hacia Thun, ya habíamos visto el lago pero la parte oriental, concretamente la tarde-noche que visitamos Interlaken.
Una vez en Thun visitamos la preciosa plaza del Ayuntamiento o Rhathaus Platz, y desde allí fuimos por la calle principal, también con soportales como los de Berna pero más estrecha, donde me compré la camiseta del viaje, en todas partes las había visto a no menos de 25 euros, que para ser un souvenir las veía caras y aquí las vi a 12 francos. (10 euros) Subimos por unas estrechas escaleras al castillo de dentro del pueblo, pero había que pagar entrada y pasamos. Ese no era el castillo que yo realmente quería ver, el realmente bonito y con unas vistas preciosas al lago de Thun era el Schloss Schadau, en la actualidad un restaurante de lujo, fue construido a mitad del siglo XIX para un banquero de la ciudad. Hicimos algunos videos y fotos y nos fuimos. Nos pasó una anécdota graciosa y es que cuando salíamos, en un semáforo había unos obreros clavando picas en el suelo, les estábamos mirando y pararon de trabajar, nos miraron y empezaron a decirnos sonriendo algo en alemán, yo no entendía ni papa pero sonreía y le indicaba que estaban muy cachas porque el martillo ese tenía que pesar un quintal, cuando arranco veo que Pilar se estaba partiendo y es que se había dado cuenta que en realidad estaban hablando con el conductor del camión de detrás de mí, imagino que pensarían …. ¿Que hace el imbécil ese mirando y haciendo gestos si no estoy hablando con él?… en fin. Desde Thun fuimos al pueblo de Broc para visitar la famosa fábrica de chocolates Cailler, desde el parking 1 ya olía a chocolate, es la marca de lujo de Nestlé. No hicimos la visita a la fábrica porque había mucha cola (de nuevo un montón de chinos y sobre todo Árabes) así que fuimos a lo me interesaba, la tienda, compramos chocolates de muchas clases para los familiares, a partir de 35 o 40 francos ya te daban bolsa isotérmica de la marca. Aprovechamos para pedirnos en la contigua cafetería un batido de chocolate frio recién hecho con nata, estaba riquísimo. Desde allí fuimos a Gruyeres, el precioso pueblo situado a escasos kilómetros de Broc (menos de 10 km), hay 3 parkings, cuanto más arriba menos tienes que andar, el ideal pues es el 1 a 50 metros del pueblo, no se puede circular con coche. Aquí lo que olía mucho es a queso, hay una callecita principal preciosa llena de restaurantes y hoteles y un castillo al que no entramos pero si hicimos el camino de ronda que lo rodea, (las vistas no eran nada espectacular, la verdad) nos hicimos fotos en la puerta del museo Riger que es el artista que hizo los muñecos de Alien y que no pegan ni con cola con el resto del pueblo (10 francos entrar por persona, pasamos) y nos fuimos. Es súper turístico, pero es bonito y se recorre en media hora máximo. Los precios que vimos en los restaurantes eran de escándalo y además eran las 12.30 pm, aunque los extranjeros ya estaban comiendo. De Gruyeres fuimos por fin a nuestro último destino del viaje, Ginebra. El tráfico una vez dentro del caso urbano era muy denso, horrible diría yo, nuestro hotel, el F6 Design Geneve, estaba a tres minutos andando de la oficina de AVIS donde tenía pensado dejar el coche, la de recepción era una antipática de mucho cuidado pero la limpiadora del hotel era gallega, muy amablemente nos informó que a partir de las 19.00 horas tampoco había que pagar en la zona azul, así que si poníamos dinero hasta esa hora, (17.30 h) que nos olvidáramos del parking del hotel porque era caro cobraban dos días al estar más tarde de las 00.00 h, pregunté a varios transeúntes y me lo confirmaron, aquí si hablaban inglés. En la propia oficina de AVIS nos dijeron que como teníamos el coche reservado hasta las 11.00 am del día siguiente y el vuelo salía a las 6.30 am, que merecía la pena dejar el coche en el parking del aeropuerto de madrugada, porque no habían trenes a esas horas y el taxi era caro (45 euros 5 kilómetros), que dejáramos las llaves en el buzón de seguridad de Avis ya que no había personal hasta más entrada la mañana, e ir andando hasta la terminal porque estaba a cinco minutos y el bus shuttle que iba del parking de los rent a car del aeropuerto, no comenzaba el servicio hasta las 6.00 am. Importante si se viaja de madrugada. Ese día, directamente no habíamos tenido ni tiempo de comer, así que comimos 4 chorradas en la habitación y nos fuimos a ver Ginebra. El hotel estaba muy cerca de la estación de tren, bajamos hacia el lago de Ginebra y llegamos al puente Mont Blanc, a la izquierda teníamos el Jet D´eau, el chorro de agua más alto del mundo y el símbolo de la ciudad. Nos adentramos en el casco antiguo y empezamos a ver por la Rue Du Rhone las tiendas de ropa de súper lujo, banca privada etc, pasamos por la Rue de Molard, continuamos por la Rue de la Croix D´or y ascendimos hasta la plaza donde está la catedral de San Pedro y el museo de la reforma, para variar todo cerrado porque eran ya cerca de las 19.00 horas, llegamos a la Rue del Hotel Le Ville, toda llena de banderitas y edificios oficiales y a la plaza Du Bourg du Four, muy agradable y llena de restaurantes. Esta zona era bonita y merecía la pena, de nuevo me llamó la atención las discretas placas de los despachos de abogados y de gestores de patrimonios privados, en edificios elegantes, aquí se gestionan las cuentas secretas millonarias, me imaginé. Decidimos acercarnos hacia el jardín ingles a orillas del lago de Geneve, nos hicimos la foto obligada con el reloj floral y andamos hasta el cercano Jet D´Eau, mas fotos, un rato de descanso mientras caía el sol por la otra parte de la ciudad y escuchábamos a unos chicos africanos mientras tocaban música muy agradable a pocos metros de nosotros y del chorro de casi 140 metros de altura, y una fuerza de salida de 200 km/h. Vimos gente a bordo de un barco que estaba a punto de partir con mesas en cubierta impecablemente vestidos, de nuevo se notaba que había en este país mucha gente con mucho poderío económico. No vimos ni un turista con pulserita de todo incluido, ávidos de deglutir cantidades ingentes de mojitos azucarados, mientras pasan sus vacaciones en una tumbona al sol. Es sin duda un turismo diferente el que visita éste país. Eran poco más de las 20.00 horas pero nos teníamos que levantar a las 3.15 am y había que cenar pronto, cruzamos el rio y fuimos por la Rue de Paquis donde había un restaurante que nos habían recomendado para comer raclette y fondue, pero había una orquesta dentro y odio los sitios ruidosos, la calle estaba llena de restaurantes a precios mucho más asequibles que en la parte vieja de la ciudad (dentro de lo que es Suiza, claro), elegimos un italiano con terraza, platos minúsculos y mi pasta incomible, lo único bueno del sitio es que en la mesa de al lado había un matrimonio que ella era chilena y el uruguayo y como nos oyeron hablar, entablamos conversación y nos contaron un montón de cosas sobre la ciudad y el país en general, daba envidia escucharles cómo se hacían las cosas y como se vivía en un país donde la gente era sería, no había corrupción y todo el Suizo que quería, podía trabajar y ganarse la vida. Es otra de las facetas que me encanta de viajar, que conoces gente y adquieres una visión mucho más amplia de la vida, a diferencia de si no tienes la oportunidad de salir y siempre estás en el mismo sitio, haciendo lo mismo y con la misma gente. Por cierto el restaurante caro y malo. Etapas 7 a 9, total 9
A las 3,15 hora suena el despertador, nos arreglamos y salimos a las 4.00 am del hotel, dejamos las tarjetas de la habitación en el buzón de la entrada de recepción (perdemos el desayuno que teníamos pagado) y cogemos el coche que estaba en la puerta, no había ni un alma por la calle, llegamos en 8 minutos al parking de los rent a car del aeropuerto, dejo las llaves del vehículo en el buzón de seguridad blindado de AVIS y paseamos por donde habíamos visto en el google maps horas antes en la habitación, en 5 minutos estábamos en el aeropuerto.
Aterrizamos y llamamos a la furgoneta del parking Low Cost para que viniera a recogernos, estaba de camino y en 3 minutos la vimos aparecer. Habíamos visto cataratas espectaculares, altas, estrechas, la más ancha de Europa, valles perfectos y profundos, glaciares inmensos, carreteras de montaña de anuncio de televisión, habíamos caminado hasta un refugio de montaña por el lateral de un glaciar a más de 4.000 metros de altura, habíamos montado en el tren con más desnivel del mundo, a otros trenes que ascendían hasta estaciones tras atravesar por el interior de un macizo montañoso majestuoso, habíamos hecho un minicrucero por un lago que parecía un mar, había hecho running por un lugar maravilloso en medio de los Alpes escuchando mi música predilecta sin cruzarme a nadie, habíamos visitado ciudades y pueblos preciosos, muchos de cuento, habíamos tratado con gente educada y civilizada, era un país que apenas había presencia policial por la calle porque no era necesaria, en definitiva, había sido 9 días muy intensos y después de todo, nos habíamos gastado por persona, todo incluido (hasta los regalos, chocolates y souvenirs) aproximadamente lo mismo que costaban los paquetes individuales de una semana que habíamos visto en las agencias de viajes organizados antes de salir de casa, pero estando tan solo 7 días en lugar de 9 como nosotros. Etapas 7 a 9, total 9
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