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El Valle Sagrado de los Inkas y Machu Picchu lugares imperdibles

Después de unos cuantos días en la ciudad, que parecieron pocos y con el Santuario histórico de Machu Picchu en nuestros horizontes, decidimos contratar el servicio del que seguramente es el tour mas curioso que se puede realizar por el Valle Sagrado, dispuestos a conocer cada uno de los centros arqueológicos. En mis tiempos, un buen amigo tenía una camioneta volkswagen, con la que en mas de una ocasión viajamos por la costa de levante. Este vehículo con el paso del tiempo se ha convertido en el reflejo de aquella época. Pues bien, nos enteramos que es posible hacer un tour por el Valle Sagrado de Urubamba "a lomos" de este vehículo clásico, haciendo de este paseo, si cabe, una experiencia aun mas placentera. Aquí se puede contactar con el jovencito que se ocupa de los tours privados www.kombitourscusco.wordpress.com/

Este chico de la edad de alguna de nuestras nietas que fue nuestro chofer y guía todos esos días, es una pequeña enciclopedia sobre cada lugar arqueológico que visitamos. El primero de los días conocimos Sacsayhuaman y las ruinas de Pisac, ambos lugares quitan el aliento. Terminamos el tour en el Hotelito que tienen sus padres muy cerca del pueblo de Ollantaytambo. Este pequeño Hotel se encuentra en la naturaleza, en medio de hermosos paisajes de montaña y la atención por parte de esta familia no pudo ser mejor, otro gran recuerdo de nuestro viaje.

En la mañana del segundo día, volvimos a salir de nuevo en la nostálgica volkswagen, para visitar las salineras de Maras y su vecino pueblo de Moray donde existe otro centro arqueológico, para finalizar en el pueblo de Ollantaytambo y comprar allí nuestro boleto de tren hacia Machu Picchu para el día siguiente. Fue otro día mas en Cuzco pleno de emociones, visitando lugares que sobrecogen y de los cuales, las múltiples fotografías que uno puede ver en casa no logran plasmar su belleza ni la emoción que trasmiten. Ya solo nos quedaba conocer la joya de la corona.

Habría que hacer un punto y aparte para hablar del cielo nocturno que se puede observar en el Valle Sagrado. Puede resultar tonto fijarse en algo así en medio de un viaje como este, pero es un cielo que pareciera estar pintado, un espectacular lienzo que no recordaba haber visto jamás, tal vez de niño, pero que no guardaba en mi memoria y que ahora será otro recuerdo que me llevaré para siempre.

Iniciamos nuestra última etapa bajo el frío mañanero, desplazándonos en coche los 10 minutos que separaban nuestra habitación de la estación de tren de Ollantaytambo, allí nerviosos nos subimos a un tren que a pesar de no ser moderno, tiene toda la comodidad necesaria para un pequeño viaje de algo menos de 2 horas. Quizás no hayamos destacado suficientemente la amabilidad de los peruanos, ya sea en el aeropuerto, taxis, autobuses, hoteles o tren, siempre hemos encontrado una sonrisa de parte de cada una de las personas a las que nos hemos acercado a solicitar ayuda, en el tren a Machu Picchu, no fue menos.

¿Donde dormir en el Valle Sagrado? Le damos un 8 a La Posada de Yanua. www.laposadadeyanua.com No es lujoso, pero sus escasas habitaciones, precio, paisajes y ambiente familiar lo hacen único.

La última etapa de nuestra aventura fue para llegar a Machu Picchu. El viajecito en tren desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes es precioso y cambiante, también el clima, poco a poco según se va descendiendo en altura este último se torna mas y mas caluroso. Machu Picchu se encuentra en la ceja de selva e imaginábamos lo mucho que disfrutan los viajeros que hacen este camino a pie a través del camino del inca.

Al llegar a Aguas Calientes el caos recuerda un poco a algunas calles de Lima o Cajamarca personas de todas las nacionalidades pasean por las calles y se arremolinan delante de los autobuses que hacen el último tramo de subida a la fortaleza. Esta subida, de la que no esperábamos nada fue por decirlo menos impactante. A la hora de describir el Santuario de Machu Picchu, muchos se olvidan de los paisajes alrededor de este, las montañas caen en picado de manera dramática, dotando a este lugar si cabe, de una mística aun mas especial.

Paseamos por Machu Picchu durante todo el día, pasamos horas sentados contemplando el impactante paisaje. No tomamos un servicio de guía puesto que queríamos disfrutar del momento que durante tantos años habíamos soñado con intimidad. En lo personal, ahora, creo poder entender la plenitud que siente un escalador que durante duras jornadas, finalmente consigue alcanzar la cima de la montaña mas alta, en nuestro caso, este fue el final de una escalada que duro casi toda una vida.

Una vez mas GRACIAS a todos los que comparten sus viajes en estos foros, continuaremos viajando a través de vuestros relatos, gracias a nuestra familia por este viaje inolvidable y a Laura, nuestra nieta, por ayudarnos a poner las fotos en blanco y negro para nuestro diario.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***

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