2 semanas en Perú ✏️ Blogs de Peru

Nos levantamos a las 3 de la mañana para coger un taxi a la estación de autobuses de Cruz del Sur. Los autobuses están bastante bien, así que las 3 horas hasta Paracas se hicieron rápido, durmiendo la mayor parte de camino, además daban infusiones y de comer.

Llegamos a Paracas pasadas las 7 de la mañana, y como teníamos reservado un hostal, fuimos directamente allí a dejar las cosas. Es un pueblo costero que se recorre muy rápido y es bastante turístico, con muchos restaurantes, tiendas y lugares para reservar excursiones.

Antes de viajar no tenía muy claro si hacer las líneas de Nazca al día siguiente, aunque había leído que merece totalmente la pena, a mi no me convencía demasiado lo de volar en una avioneta que dicen que da tantas vueltas y marea tanto, así que fuimos con la intención de decidirlo allí, y una vez en Perú decidimos no volar, bueno...yo creo que lo decidí nada más despegar el avión de Barajas Así que como al día siguiente no teníamos que volar, dejamos lo de los buggies del desierto para ese día.

Al llegar al hostal reservamos la excursión a las islas Ballesta y reserva de Paracas. Nos fueron a buscar al hostal sobre las 8 para acompañarnos al embarcadero, que estaba a 5 minutos andando, y después de esperar un rato subimos a la barca, se movía rápido por lo que hacía algo de rasca con el aire. Paramos un rato en el típico candelabro y luego fuimos a las islas, llenas de aves, leones marinos, pingüinos... a mi las islas me encantaron, aunque había escuchado a gente que no le gustó mucho a nosotros nos gustó bastante.



Después tomamos un sandwich y un zumo en el paseo marítimo y fuimos al hostal, donde nos iban a recoger en autobús para la siguiente excursión a las 11: la reserva de Paracas. La reserva de Paracas básicamente es un trozo de desierto protegido cerca del pueblo y del mar, con playas y acantilados. Un sitio bastante bonito que merece la pena visitar si se tiene tiempo. Después de hacer algunas paradas a echar fotos y ver la increíble playa roja, paramos a comer en una zona de la reserva llenas de restaurantes. El guía nos llevó a uno que se llama "Sol de Oro", lógicamente lo tendrán contratado para las excursiones, aunque no era obligatorio ir. A mí me da un poco de mal rollo los restaurantes que te llevan con las excursiones, ya que pueden ser trampas para turistas, caros y malos, pero la verdad que este estaba bastante bien, comimos un arroz con marisco y un tiradito (como ceviche) que estaba bastante bueno, además con muy buenas vistas.


Después de la comida llegamos al pueblo y nos dio tiempo para pasear por la playa mientras atardecía. Al contrario que las playas de la reserva, la playa de Paracas es fea con ganas, y bastante sucia, aunque tiene vistas bonitas, especialmente al atardecer con el embarcadero.

Después fuimos a reservar la excursión para el día siguiente, teníamos claro que queríamos hacer la excursión al desierto de Huacachina con los buggies y el sandboard, así que miramos por los locales del pueblo, y nos quedamos con el primero después de regatear un poco. Como teníamos todo el día cogimos también el city tour de Ica, en la siguiente etapa explicaré en que consiste.

Por la noche fuimos a cenar a un restaurante que nos recomendó el del hostal, cenamos un tiradito y un sudado de pescado, nos estábamos hartando a pescado, pero había que aprovechar que estábamos en la costa y el pescado es fresco, ya que una vez en el interior no suele haber pescado, salvo trucha. De hecho, el resto de los día comimos poco pescado, lo único la trucha.

Aunque Paracas es un sitio tranquilo y con sitios impresionantes para visitar, tiene poco que hacer, básicamente las actividades para realizar son las islas Ballestas y la reserva de Paracas, después está para ir a Ica y hacer lo del desierto, así que no recomiendo esta más de un día allí, de hecho, si se pretende hacer al día siguiente el sobrevuelo a las líneas de Nazca, se suele ir a dormir a Ica o directamente a Nazca (a unas 3 horas de camino)

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Teníamos contratada la excursión a las 11 de la mañana, la verdad que bastante tarde teniendo en cuenta que hay poco que hacer en Paracas, pero no había excursiones más pronto excepto las islas Ballesta. Así que como nos levantamos temprano (todavía estábamos con el efecto del jet lag) estuvimos paseando un rato por el pueblo y tomando unos zumos. Hasta las 11 se me hizo un poco largo, de haber sabido antes que no haríamos las líneas de Nazca, podríamos haber salido el día anterior más tarde de Lima sin pegarnos el madrugón y llegar para hacer la reserva, así este día hubiéramos hecho las islas Ballesta por la mañana y después hacia Ica.

A las 11 nos recogió una furgoneta para ir a Ica y hacer el city tour, después de una hora de camino, llegamos al oasis de Huacachina, una laguna en medio del desierto con palmeras muy bonito, lleno de restaurantes y de lugares para dormir. Sobre la 1 empezamos el city tour, que consistía en recorrer unos lugares de Ica y después llevarnos a un par de bodegas para ver la elaboración del Pisco y catarlo. El tour por Ica me pareció bastante flojo, nos llevaron a ver la palmera de 7 cabezas, una palmera con 7 troncos muy largos en el suelo que estaba curioso de ver, y luego a un parque donde nos contaron una historia de las brujas de cachiche. Después nos llevaron a un par de bodegas donde nos ensañaban como se hace el Pisco y había cata, eso estuvo divertido ya que además nos dieron Pisco de todas las clases para catar


Sobre las 3 de la tarde llegamos al oasis otra vez para hacer el tour de los buggies, pensábamos comer algo ya que no habíamos comido nada y además estábamos medio mareados de tanto pisco (mareados pero contentos :lol:) Pero nada más llegar nos dijeron que salíamos ya, así que nos subimos al buggie y pal desierto.

La excursión por el desierto fue la excursión más divertida que hicimos en el viaje. Íbamos en un un buggie por las dunas a toda leche, el vehículo iba pegando votes y se tiraba por las pendientes de las dunas. Después nos paramos en lo alto de una duna y nos dieron una tabla como de snowboard con la que tirarnos. Eso también estuvo genial, te tumbabas en la tabla y te tirabas cabeza abajo por las dunas. En total hicimos 3, subimos al coche y otras 3, después paramos justo para ver atardecer en las dunas. Lo del desierto fue una experiencia increíble y recomiendo a todo el mundo que vaya a Perú que lo haga, junto con la excursión a las islas Ballestas.




Teníamos un autobús a Arequipa desde Nazca a las 11 de la noche (como ya he dicho, no sabía si haríamos lo de las líneas) así que quedamos con la chica de la excursión que nos conseguiría un transporte para ir hasta Nazca, que está a unas 2 horas y pico de Ica. Nos llevó a Ica y allí nos consiguió un coche colectivo. Un colectivo, para quien no lo sepa, es un coche particular que va a un destino y según se llena sale, vamos como un Blablacar peruano Por 20 soles cada uno (poco más de 5 euros) nos llevó hasta Nazca. Estuvimos esperando unos 15 minutos hasta que subieran dos personas más. Una vez en Nazca fuimos a cenar un sitio que nos recomendó la chica de la excursión y que después descubrimos que es una cadena bastante conocida y se ve mucho por Perú, el Ricopollo. Un sitio donde la especialidad es pollo frito estilo al del Kentucky.

A las 11 y pico, muy cansados, sudados y llenos de arena salimos dirección Arequipa, nos esperaba un viaje de unas 9 horas. Como íbamos a pasar la noche en el autobús, reservé asientos VIP, que por lo que había oído era lo mejor de lo mejor, y la verdad que me esperaba algo más, los asientos eran muy cómodos, eso si, y se inclinaban bastante sin que el de delante te aplastara, pero no tenían mucho espacio para estirar las piernas, así que el viaje no se me hizo del todo cómodo.

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Después de pasar la noche en el bus llegamos a la estación de autobuses de Arequipa sobre las 8 de la mañana. Como la estación está alejada del centro cogimos un taxi que nos llevara al hotel. El hotel (Puerta de San Lázaro) lo teníamos en el barrio de San Lázaro, el barrio más antiguo de la ciudad. A pesar de llegar pronto y mucho antes de la hora de entrada nos tenían la habitación preparada, lo que nos vino genial después de haber pasado la noche en el autobús y después del día anterior por el desierto. Así que después de darnos una ducha salimos a ver la ciudad.

Arequipa es conocida por la ciudad blanca, yo pensaba que es porque tanto la catedral como muchas construcciones están echas de sillar una piedra volcánica de color blanco que hace que toda la ciudad tenga un aspecto blanco muy bonito. Pero no, no se llama la ciudad blanca por eso, si no que cuando llegaron los conquistadores no había un asentamiento indígena allí, por lo que la mayor parte de la población eran europeos y por eso la bautizaron como "la ciudad blanca".


Primero fuimos a la Plaza de armas donde está la catedral con los volcanes al fondo, una plaza impresionante. Después fuimos al mercado, lleno de puesto de fruta, carne, etc.. Un lugar bastante caótico que aunque me gustó después me gustaría bastante más el mercado de San Pedro de Cuzco. Después de comer un sandwich de pollo en el mercado al salir vimos algo que se vendía por todas las calles: queso helado. Así que compramos y estaba buenísimo.

Después fuimos al museo Santuarios Andinos, donde está la momia "Juanita", una niña a la que sacrificaron y encontraron hace unos años su cuerpo congelado en el volcán. Primero pusieron un documental y después visita guiada por el museo hasta ver a la momia. Al guía había que pagarle aparte ya que no estaba incluido en la entrada, pero estuvo bastante interesante.

Luego fuimos a buscar para reservar una excursión para el cañón del Colca para el día siguiente. Al igual que en todos los sitios turísticos de Perú, está todo lleno de tiendas para reservar la excursiones, por lo que no hay ningún problema de reservar de un día para otro. Teníamos pensado hacer el cañón del Colca de dos día y una noche, durmiendo en el valle. A mí me apetecía hacer algo de trekking también, así que preguntamos por ello. El problema es que el trekking de dos días que se hace por lo que se ve es bastante duro, ya que se andan unas ocho horas diarias y con bastante desnivel, y teniendo en cuenta la altura nos dijeron que sería bastante duro, así que por miedo a que mi mujer se convirtiera en la cena de los cóndores al final decidimos hacer el clásico, yendo en autobús y nos salía por 90 soles (poco más de 20€) cada uno después del respectivo regateo. Vimos unos tres sitios y al final optamos por el más barato, ya que al final todos suelen hacer exactamente lo mismo. El hombre que nos vendió la excursión tenía bastante labia y al final nos ofreció también la excursión de dos días al lago Titicaca durmiendo con una familia en Amantaní. Tenía pensado reservarlo por la mañana directamente en la caseta tal y como había leído en el foro, pero al final por comodidad lo reservamos con el, aunque la verdad que podría haberlo hecho en la caseta como tenía pensado perfectamente.

Como a era la hora de comer, preguntamos al chico de las excursiones por alguna Picantería recomendable, y fuimos a una que no me acuerdo del nombre. Allí fue donde probamos el cuy chactado, lo que viene siendo una cobaya frita, y te la ponen entera por lo que se le ve la cara y todo. A mi me gustó bastante, como se suele decir: sabe a pollo


Después fuimos al monasterio de Santa Catalina. Me sorprendió bastante, ya que más que un monasterio parece una pequeña ciudad con sus callejuelas. Me llamó especialmente la atención calles con nombres de ciudades españolas, por ejemplo, la calle Córdoba estaba toda pintada de blanco con geranios. Merece la pena verlo.


Luego faltaba poco para anochecer así que fuimos al mirador de Yanahuara, que lo había visto por Tripadvisor, así que fuimos andando unos 15 minutos hasta allí. Las vistas están bastante bien y merece la pena ir, aunque tampoco es que sea lo más impresionante.


Luego fuimos a descansar un rato al hotel y después a cenar en la plaza de armas. Cenamos en uno de los restaurantes que hay en los portales con vistas a la catedral.

Después fuimos a dormir pronto ya que a la mañana siguiente nos recogerían para ir al Cañón del Colca.

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