![]() ![]() RODANDO EL OESTE ✏️ Blogs de USA
¡Silencio, se rueda!. Viaje de 18 días por el Wild West americano.
En sintonía con una de tantas viejas películas del oeste, que cuando éramos pequeños, nos entretenían las tardes de los sábados, iniciamos nuestra aventura por el oeste americano, tratando de ser protagonistas directos de una de ellas.
Nos enrolamos en su “rodaje” cuatro amigos, (dos parejas), para vivir nuestra propia historia, filmada en esta ocasión en color, en lugar, del clásico blanco y negro.
Trataré de contárosla con este pequeño diario.Autor: Lapena Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: RODANDO EL OESTE
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Etapas 7 a 9, total 16
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Madrugamos mucho, algo así como a las 5:30, para ver el amanecer del Gran Cañón. El mirador estaba colapsado de personal para ver el nuevo espectáculo, hasta fuimos testigos de una petición de matrimonio en vivo y en directo, con aplausos de los presentes y todo. Personalmente, elijo los colores del atardecer. Tras deleitarnos la vista, y ya con más calma, nos fuimos a recoger y a desayunar para ponernos nuevamente en camino. La propuesta para esta jornada era terminar en Monument Valley. *** Imagen borrada de Tinypic *** En la parte sur del Gran Cañón se encuentra la Reserva Navaja. Con su torre de vistas al desierto, (Desert View Watchtower), esta fue nuestra segunda visita del día, me pareció muy original y muy recomendada tanto por su colorido como por sus vistas. *** Imagen borrada de Tinypic *** El punto siguiente fue la Curva Herradura, (Horseshoe Bend), se trata de una vista apoteósica de un meandro del río Colorado con forma de herradura. Para continuar con la visita al cañón del Antílope, (Antelope Canyon). *** Imagen borrada de Tinypic *** Pagamos las entradas del Antílope Canyon, que fue bastante exasperante, no se puede pagar con tarjeta, y no por eso precisamente. Menos mal que no había colas excesivas, pues cada pago les lleva entre cinco y diez minutos, hay que rellenar a bolígrafo los nombres de todos los visitantes, en el caso nuestro el nombre con los apellidos de los cuatro. Luego te asignan un guía y la excursión la hacen en grupo de 10, (11 con el guía). Particularmente, me encantó. Hay que llevar sumo cuidado en las bajadas, bueno, en las bajadas y con todo en general, creo que no es apto para claustrofóbicos y hay que tener la suerte de que no se ponga a llover cuando estás adentro. Nosotros fuimos en todos los sentidos muy afortunados. Los colores de la luz del sol a través de las ranuras son magníficos. No os revelaré un secreto sobre los colores que se ven en las fotos porque prefiero que lo descubráis en persona. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Allí nos entretuvimos algo más de dos horas y media, contando la lentitud administrativa. Cuando finalizamos estábamos “hambrientos” y como nos hallábamos pegando a la ciudad de Page, nos decantamos por un Restaurante mejicano llamado Fiesta, comimos estupendamente, para ser sinceros, en exceso. Con mi plato en circunstancias normales habría tenido para comer tres días, pero acabe con todo yo solita. *** Imagen borrada de Tinypic *** Continuamos hasta Monument Valley, según nos fuimos acercando sentíamos los escenarios de los viejos “westers”, sin jinetes ni caballos. Recorrimos con el coche los distintos puntos marcados en el planillo que te dan con la entrada: the sisters, the elephant,….o lo qué cada uno interprete en su imaginación. En uno de los puntos que paramos había un gran despliegue de recursos tanto humanos, como técnicos,…estaban rodando una película. *** Imagen borrada de Tinypic *** Mis sensaciones sobre Monument Valley fueron algo decepcionantes porque en mi imaginación cada una de sus “esculturas” se habían proyectado mucho más grandes. Eso sí, el atardecer desde la ventana de nuestro dormitorio del Hotel The View fue maravilloso y sin aglomeraciones. *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 7 a 9, total 16
El sábado por la mañana abandonamos Monument Valley. Según nos alejábamos, y mirando por el espejo retrovisor, veíamos que a nuestras espaldas dejábamos la idéntica imagen de la película de Forrest Gump. Sentíamos la irremediable obligación de emular a Tom Hanks en su papel de “Forrest Gump”. Buscamos el punto concreto donde Forrest paró de correr de forma repentina, después de haber estado haciéndolo tanto tiempo. El punto exacto es el de la milla número 13 de la carretera 163, justo la que tendríamos que recorrer nosotros para ir del estado de Arizona a UTAH, y más concretamente al magnífico Bryce Canyon.
*** Imagen borrada de Tinypic *** Será una niñería o tontería, pero el encontrarnos allí y bajarnos, me hizo y/o nos hizo sentir que éramos los protagonistas de la película. La carretera y su vista del fondo eran tal cual habíamos imaginado. Una interminable línea recta que no parecía tener fin. *** Imagen borrada de Tinypic *** El cartel que marca el mencionado punto, pasa bastante desapercibido, por ello, me he sentido en la obligación de ponerlo. Resalta más la bandera americana que el cartel. Fue algo difícil, el hecho de obtener una foto de la carretera sin coches y sin motos, pero lo logramos, y hasta me atrevo a decir que fuimos “temerarios” posando en medio de la calzada. No está mal, ¡volver de vez en cuando a la insensatez de la infancia y disfrutar como niños”. Para recorrer los casi 450 kilómetros que nos separaban del destino, hicimos paradas en Page (nuevamente) y en Kanab. El respiro principal lo hicimos en una gasolinera de Kanab, dónde los habitantes nos parecieron mucho más amigables que los de los lugares anteriores, igual fue una simple casualidad. Pensaba que después de ver el Gran cañón y Antílope, el nuevo parque me defraudaría, pero nada más lejos de la realidad. Nuevamente, la grandeza de los paisajes ganó mi corazón. Estábamos en Bryce Canyon, ante sus grandiosos hoodoos y sus espectaculares formas escultóricas. No me atrevo a definir hoodoos pues podría limitarme a decir que son formas ESCULPIDAS DE FORMA antojadiza y singulares, moldeadas por la acción del agua y del viento, pero se me quedaría corta, yo creo que son esculturas mágicas o chimeneas de hadas. De hecho, en algunas culturas africanas e indígenas americanas, algunos sinónimos de hoodoos son: invocación, conjuros y brujería. Sea como sea, a mi me evocan MAGÍA, magía y colores relajantes (ocres, rojos, azules, púrpuras, amarillos, pajizos,….). *** Imagen borrada de Tinypic *** Los trails de Bryce Canyon son numerosos y pueden ser de días, así que nosotros nos decidimos a hacer el Loop Navajo combinándolo con el Queen trail y los diferentes miradores como el Sunrise, Subset, Bryce point,….. Las vistas por doquier son maravillosas, no nos atrevíamos a asegurar cuál era mejor. El llamado Anfiteatro es sensacional y el nombre le viene que ni pintado, se asemeja a un anfiteatro romano, formado por mis adorados hookdoos. *** Imagen borrada de Tinypic *** En Bryce Canyon volvimos a tener autobuses gratuitos para movernos de unos puntos a otros y que el tráfico no sea caótico. Aunque es una delicia pasear por unos parajes tan preciosos, amenizados por infinidad de ardillitas y otros animalitos semejantes. *** Imagen borrada de Tinypic *** Para descansar del magnífico día nos dirigimos a Panguitch House, un B&B en el pueblo con el mismo nombre. Tanto el paseo por el pueblo, como la cena y la pernoctación fueron geniales. Para cenar elegimos el Restaurante Kennys, y lo hicimos por casualidad. Por casualidad y por agradecimiento, ya que su propietaria fue amabílisima ayudándonos a encontrar el Panguitch House. Además nos resultó una buena elección, pues tenían amplio menú: hamburguesas, fish and chips, platos combinados y barra libre de sopas y ensaladas que podías componer a tu gusto. Etapas 7 a 9, total 16
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para iniciar con buen pie el domingo, Rob y Kim, los anfitriones del B&B de Panguitch House nos agasajaron preparando un desayuno original y genial: Té o café, leche, copas con helado artesano y fresas, tostadas francesas con miel, salchichas, zumo natural… ¡Bravo!. Compartimos mesa y conversación con una familia afable americana. Y saludos y charla con otro grupo de alemanes de Dortmund. *** Imagen borrada de Tinypic *** Para visitar nuestro tercer parque Nacional, el Zion Canyon una de las opciones es ir al pueblecito de Sprindale, al del estado de UTAH, no al de Arkansas, (claro está). Antes de entrar, nos quitamos una espinita que teníamos clavada desde cuando estuvimos en la Ruta 66, no nos habíamos inmortalizado con los clásicos moteros, y allí, conseguimos nuestro antojo, al tiempo que observábamos los efectos de tablero de ajedrez que hay en las rocas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Una vez, pasamos la entrada, donde como siempre, te dan los planos, interesa dirigirse al Centro de Visitantes, y tomar la línea de bus que más nos interese, de las 7 que hay dentro del Parque, como en el caso del Cañón del Colorado y Bryce son gratuitos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Elegimos como primer destino dentro del Parque Nacional subir a Ángeles Landing, antes de llegar al punto álgido, hay que ascender durante algo más de media hora por un sendero fácil pero empinado, acompañado en sus inicios por el río Virgen (Virgen). El camino lo recurre cualquier persona, pero es recomendable estar entrenado y llevar agua para no deshidratarnos y plátanos o similares, (lo de plátanos lo recomiendo por el potasio). Una vez alcanzas los pies de Ángeles Landing te percatas, que el camino recorrido hasta allí es un juego de niños. Hay carteles de advertencias para que no suba cualquier persona, y menos aún personas con vértigos y consejos de ir adecuadamente calzado. El hecho de que para subir existan cadenas de apoyo evidencia que no es un camino de rosas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Llegados a este punto, no me quiero ponerme medallas que no merezco, me quedé en una sombra con todas las mochilas y carga de mis tres compañeros. Y ellos cogieron el toro por los cuernos y se dispusieron a trepar. Lo que me hizo tomar la decisión de no acompañarles en la subida, no fue mi cobardía, fue por cautela y por sensatez. Cuando no se está físicamente al 100 %, aunque de rabia es mejor asumir la realidad. Tardaron mucho en bajar, más de una hora. Mi preocupación aumentaba por cada segundo que pasaba, porque observaba a personas que habían iniciado el ascenso mucho después que ellos ya regresaban. Más tarde supe que muchos comenzaban con mucho ánimo pero que a medio camino se daban la vuelta. *** Imagen borrada de Tinypic *** Comimos de bocadillos y frutas, y después de una merecida reposición hicimos un paseo por The Narrows. Es una auténtica maravilla la compañía del río Vingin en el trail y una preciosidad como vas encajado entre el cañón y el río, armonizado por la flora y la fauna. Cuando llegamos al final, hasta fuimos capaces de meter los pies en las frías aguas. Para finalizar la jornada, nos dirigimos hasta el pueblo de Saint George, donde pasamos la noche. Tuvimos alguna dificultad en encontrar establecimientos abiertos para cenar algo. Afortunadamente, en frente del Ramada, que era nuestro alojamiento, encontramos un Village Inn, que nos resultó bastante convincente. El tercer parque Nacional, nuevamente, no nos había defraudado en absoluto. Etapas 7 a 9, total 16
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