Puente de mayo visitando algunas localidades de La Rioja con base en Ezcaray y alrededores con dos niños. Autor:Gemmita1Fecha creación:⭐ Puntos: 5 (3 Votos)
Salimos de Madrid el sábado y llegamos a Zorraquín donde nos alojamos en los apartamentos turísticos “Real Valle de Ezcaray”, muy confortables y perfectamente equipados, con buena calefacción para evitar el frío nocturno, destacar la amabilidad del recepcionista que nos atendió esos días.
En primer lugar nos dirigimos a Ezcaray, que está a tan sólo un kilómetro y tras pasar por la oficina de información turística para recoger el plano de la localidad dimos un paseo comenzando por la ribera del río Oja. Es un paseo precioso muy bien acondicionado para recorrerlo de puente a puente.
Después cruzamos el puente hacia la antigua estación que actualmente es un bar-restaurante. Como amenazaba lluvia no continuamos hasta la ermita y dimos la vuelta para ver el interior del pueblo y sobre todo las preciosas plazas, todas con encanto con los árboles con muñones: la de la verdura, la del quiosco. En esta última entramos a un restaurante a comer un menú.
Después de comer nos dirigimos a San Millán de la Cogolla, donde llegamos justo a las 16:00 para la apertura de las taquillas de los monasterios. Desconocíamos que había que reservar para visitar el monasterio de Suso (el de arriba) y ya no había plazas hasta el lunes así que reservamos para el lunes por la tarde, pero aprovechamos para hacer la visita guiada al monasterio de Yuso (el de abajo). Es considerado cuna del castellano escrito, ya que allí es donde aparecieron las primeras palabras en castellano y vasco por un monje escriba anónimo que hizo anotaciones al márgen en estas lenguas en las copias del latín. También de aquí son las primeras palabras en castellano firmadas, por Gonzalo de Berceo con sus “Milagros de Nuestra Señora”. La visita es muy interesante y la recomiendo, aprendes a no ver a “Santiago” en todas las representaciones de un monje a caballo con espada, ya que nos encontramos ante San Millán, cuya espada es flamígera (con ondas).
Al salir fuimos a visitar Nájera y nos encontramos que estaban celebrando el mercado medieval, de modo que mientras mi marido entraba a visitar el Monasterio de Santa María de Nájera, yo entretuve a los niños aprendiendo a tirar con arco y a luchar con espada, mientras disfrutaban unas rosquillas de los puestos. Creo que fue de lo mejor del viaje para ellos, jeje.
El domingo decidimos alejarnos un poco y camino de Puente la Reina hicimos una parada breve en Santa María de Eunate, iglesia románica construida por templarios de planta octogonal recordando a la iglesia madre del Temple: la mezquita de la Roca en Jerusalén.
Ya en Puente la Reina, tras el paso por la oficina de turismo, fuimos a ver el puente que le da nombre a la localidad, el Puente de la Reina: puente construido por Doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor de Navarra. La verdad es que es muy bonito y tiene una preciosa foto desde abajo en el lateral muy bien preparado para ello.
En la calle que lleva al puente degustamos el txantxigorri, que de verlo escrito en los carteles nos picó la curiosidad y entramos en una tienda mezcla de cafetería y artesanía de alimentación. Nos informaron que es una torta dulce con manteca, barquillo en la base, huevos y azucar. Nos la calentaron y...deliciosa. Por último entramos en la Iglesia de Santiago y en la del Cristo Crucificado.
Nuestra siguiente parada fue Estella
donde visitamos la iglesia de San Jose, la de San Juan ,
la portada de la iglesia del Santo sepulcro
y lo que a mi me encantaron, los puentes, con preciosas vistas al río y a la iglesia en lo alto.
Al salir de comer hicimos paradita en el Monasterio de Santa María de Iratxe donde entramos en la iglesia y a la curiosidad de la fuente del vino, una fuente con dos grifos, de agua y vino, cortesía de la bodega que la alberga para los peregrinos.
El siguiente destino fue Viana donde en nuestro paseo pasamos por delante de la iglesia Santa María, donde supuestamente se encuentra la tumba César Borgia (estaba cerrada y no entramos), los restos de la iglesia de San Pedro y plaza del coso, donde se observa cómo la tienen acondicionada para convertirla en plaza toros cuando se requiera.
Llegamos a Logroño con un buen sol engañoso porque al salir de la Concatedral estaba lloviendo con ganas y tuvimos que avanzar con el paraguas contra el viento. Nos acercamos al Revellín, cruzamos al parque del Ebro donde atravesamos el puente sobre el Duero, después volvimos y entramos a la iglesia de Santiago.
Ya se nos hacía tarde para ir a Laguardia así que de vuelta al apartamento paramos en Santo Domingo de la Calzada para coger algo de cenar para llevar dando una vuelta, por la avenida Juan Carlos I, las calles internas, la plaza de la Catedral. Cogimos unas pizzas y nos fuimos al apartamento a descansar.
De nuevo hicimos una paradita breve antes de llegar a Laguardia que nos la dejamos ayer. Vimos el Dolmen de “La Hechicera” ,
y nos recreamos en el paisaje que le rodea sembrado de viñas, me sentí “Aitana Sanchez Gijón” en “Un paseo por las nubes”.
Aparcamos en Laguardia en el parking de arriba y entramos por una de las puertas que dan acceso a la villa medieval, que informan de que te encuentras ante uno de los pueblos denominados “más bonitos de España” y una leyenda de bienvenida.
En la oficina de turismo nos informaron de que para admirar el pórtico de Santa María de los reyes hay que reservar allí la entrada así que lo hicimos con la visita guiada para las 12:15. Entre tanto mi marido subió a ver las vistas desde lo alto de la Torre abacial, fuimos a la plaza de la Catedral donde a las 12 menos unos minutos se pone en marcha el carrillón en la plaza en el que salen tres figuritas a bailar una danza típica. En la espera me deleité con un dúo de cuerda amenizando la espera con piezas clásicas deliciosas.
Ya la hora de la visita al pórtico de Santa María de los reyes, entramos y nos hicieron sentar a todo el grupo a oscuras en unos bancos. La visita comienza con un audio acompañado de luces que van iluminando el pórtico según lo va explicando, cada parte, cada figura, para terminar iluminando todo el conjunto. No puede estar mejor presentado, sencillamente impresionante. Después pasas a la Iglesia y también la explican. Nos encontramos la curiosidad de que aún estaba montado el Belén porque este año celebran un acto del que son anfitriones y como se tarda tres meses en montar no merecía la pena quitarlo. También pudimo ver casualmente un paso de Semana Santa representando la Última Cena porque tenían que restaurarlo debido a un incidente este Semana Santa, de pequeño tamaño debido al trazado medieval de las calles estrechas de la villa. Merece especial atención un Cristo en su sepulcro acristalado que exponen junto con las fotografías donde se observa cómo lo colocan en la cruz en Semana Santa y posteriormente lo bajan gracias a sus brazos articulados, muy emotivo.
Nos fuimos de Laguardia y paramos en otro dolmen, el Dolmen de San Martín
.
Llegamos a Briones muy justos de tiempo y apenas tuvimos más tiempo que para ver la plaza, la Iglesia y buscar donde comer, donde desafortunadamente acabamos en un bar de la misma plaza “Alto Ebro” donde pedimos hamburguesas para los cuatro por la falta de tiempo y nos pusieron unos bocadillos de pan con un filete ruso muy fino y por dentro casi crudo (mira que es complicado) cortado en dos y dispuesto en vertical muy mal montado, un desastre y una decepción.
Llegamos a San Millán de la Cogolla a la central de reservas para hacer efectiva la nuestra al Monasterio de Suso, nos dieron los billetes para el autobús de subida y lo esperamos. El trayecto dura unos 5 minutos, no se puede acceder con vehículo propio. Una guía te explica que en las sepulturas de la entradas se encuentran los restos de los 7 infantes de Lara, sin cabeza pues fueron decapitados, y las estancias del interior, la cueva de San Millán, la de sus seguidores, etc.., todo ello en un marco precioso.
Al terminar la visita nos fuimos a Santo domingo de la Calzada porque había quedado con mi prima.
Ya el día de vuelta, martes día de la Comunidad de Madrid, de camino a casa improvisamos una parada en Numancia, donde hicimos la visita guiada que acertadamente nos recomendaron allí para recorrer los restos de la ciudad celtíbera de Numancia, que se convirtió en símbolo de la resistencia a los romanos de los Arévacos.
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Comentaros que hemos hecho una pequeña ruta por La Rioja, de la que solo conocíamos la Sierra de Cameros y la Sierra Cebollera. En este caso, no hemos considerado rutas de senderismo al haber pocas horas de luz. Sin embargo, nos hemos encontrado con un paisaje maravilloso al estar las viñas con varios colores: amarillos, ocres, rojos... Fantástico. Además, nos ha hecho buen tiempo.
Pongo el itinerario:
Día 1. Al ir desde Madrid, llegamos para comer a Ezcaray, un pueblo muy bonito. Nos acercamos hasta Valdezcaray, donde había nevado un poco el día anterior. Dormimos en Santo Domingo de la Calzada (Hostal el Molino de Floren, muy bien). No importa visitarlo de noche, ya que está muy bien iluminado y la Catedral está abierta hasta las siete y media. La entrada es libre con audioguía y cuesta 7 euros.
Día 2. Desde Santo Domingo de la Calzada fuimos hasta Cellorigo, un pueblecito situado bajo unas montañas con muy buenas vistas. Luego dimos un paseo por el bonito pueblo de Sajazarra. Después visitamos Briones, el Castillo de Davalillo y San Vicente de la Sonsierra. Todo muy interesante. Las vistas, fantásticas. También nos acercamos hasta un mirador situado ya en Álava, llamado el Balcón de la Rioja. Dormimos en Haro (Hotel Alda Malvasía, nos gustan los hoteles Alda, suelen estar bien situados y tienen buen precio).
Día 3. Tras dar una vuelta por Haro, seguimos hasta San Millán de la Cogolla para visitar el Monasterio de Yuso (visita guiada obligatoriamente). El Monasterio de Suso actualmente está en restauración y no se puede ver. Seguimos hasta Nájera para visitar el Monasterio de Santa María la Real (visita libre con audioguía). Nos alojamos en Logroño (Hotel Murrieta, perfectamente situado para ver el casco antiguo). La visita a la Catedral y al resto de iglesias es gratuita, lo mismo que al Museo de La Rioja, que me pareció interesante. Por la noche, de pinchos en zona C/ Laurel y alrededores.
Día 4. Por la mañana, terminamos Logroño. Luego seguimos hasta Arnedillo (precioso pueblo con un entorno fantástico), donde comimos un estupendo menú del día con productos locales (18 euros) en el restaurante La Vinoteca. Nos alojamos en Arnedo (Hotel Virrey). Hicimos la visita guiada a las Cuevas de los Cien Pilares (se contrata online o en la propia Oficina de Turismo). Entrada, 7 euros, 5 euros los mayores. Interesantísima visita de dos horas por las Cuevas, viendo también diversas perspectivas del pueblo. La guía, excelente. Nos gustó mucho esta visita. La recomiendo.
Día 5. Subimos al castillo de Arnedo para ver las vistas. Luego continuamos hasta Calahorra, con la visita a la ciudad y la Catedral (5 euros para mayores, visita libre con audioguía). Regreso a Madrid.
Nos ha gustado mucho La Rioja. Sin duda, volveremos pronto. Os dejo unas fotos de los paisajes. No están saturadas. El color era tal cual.
Me alegra mucho que te haya gustado La Rioja. Sin duda el otoño es la época más bonita de mi tierra.
De la ruta que has hecho tan chula yo añadiría dos cosillas por si alguno va por allí.
Aprovecharía a ver Laguardia ( Rioja alavesa) a la vez que se va al balcón de La Rioja. El pueblo es precioso. Aunque solo estés 2 h merece.
Intentaría incluir el Monasterio de Valvanera, patrona de La Rioja. El enclave es muy bonito y si vais en Otoño hay un sendero circular corto detrás (1h30 o así) que es una auténtica pasada otoñal. De ahí puedes continuar hacia las Viniegras ( viniegra de... Leer más ...