Desayunamos en la terraza del hotel, damos buena cuenta del zumo, de las tostadas, de los huevos revueltos, dulces y café y té y vamos a explorar un poco la ciudad. Jeisin está esperándonos fuera, pero no merece la pena mover el coche, iremos andando al Jagdis Temple y al City Palace de la ciudad. Quedaremos más tarde con él para ir a otros sitios más lejos.
Ubicado sobre una terraza, muy cerca del City Palace, es un bonito templo dedicado al Dios Vishnu, representado en una piedra negra, también hay una imagen de Garuda. Nos quitamos las sandalias y fuimos arriba a curiosear un poco. Dimos un donativo y nos marchamos.
Llegamos al City Palace, vamos a la taquilla y compramos las entradas, 600 rupias con audioguía en español incluida. Pero nosotros cuando entramos, eran las nueve de la mañana, no había prácticamente nadie y estaba cerrada aún la taquilla de las audioguías. Cosa que agradecimos, a estas alturas ya estábamos un poco hartos del calor de los cascos y de tantas explicaciones.
Es el palacio más grande del Rajasthan, construido al lado del lago Pichola, se divide en tres partes conectados entre sí, con multitud de patios y dependencias. Se accede por la Bara Pol, la entrada principal al palacio, que te introduce a un gran patio.
Las fachadas son siempre espectaculares.
Vamos avanzando por los distintos lugares, a nuestro aire, ya que no hay más que un par de chicos americanos que van bastante por delante nuestro. Nos asomamos por las ventanas. El Taj Lake Palace, hotel con precios para unos pocos.
Seguimos la visita.
Hora y media después llegábamos al punto final de la visita, nos saltamos la sala Durbar, pero la verdad es que ya estábamos un poco empachados de tantos palacios.
Volvemos caminando al punto donde habíamos quedado con Jeisin y pusimos rumbo a los jardines de Saheliyon Ki Bari, o jardín de las doncellas situados a las afueras de la ciudad. 50 rupias por persona. A nosotros nos pareció una visita un poco insulsa.
Así que poco después, abandonamos los jardines y le decimos a Jeisin que nos lleve cerca de nuestro hotel y que recorremos la ciudad por nuestra cuenta, le damos el resto del día libre.
Cruzamos un puente y nos vamos al otro lado del lago Pichola. Compramos algún recuerdo (es una pasada verles sujetar las piedras con los pies, mientras la van cincelando) y disfrutamos de la tranquilidad que por aquí se respira. Conseguimos otra perspectiva. El edificio de blanco es nuestro hotel y más atrás el Jagdis Temple.
Cruzamos de nuevo y vamos por la calle más principal de Udaipur. Las calles están decoradas por el Diwali.
Alejándonos un poco, encontramos una tienda con imanes que nos gustaban y negociamos un buen precio para ambos. Udaipur es muy famoso por las pinturas sobre papel, seda, etc…
Y un poco más adelante, nos quedamos mirando las pinturas que tenían expuestas en el exterior. El dueño, que en ese momento se encontraba trabajando, (no era como las tiendas de más arriba, que sólo las vendían) nos invitó a entrar en el interior. Un hombre muy agradable y campechano nos quiso hacer un regalo in situ, y en menos de cinco minutos nos hizo un dibujo con nuestro nombre escrito sobre un grano de arroz.
Pasamos un muy buen rato allí con él, mientras esperábamos a que se secaran los dibujos, le compramos cuatro pinturas y nos marchamos.
Desandamos el camino y por casualidad nos encontramos con el restaurante Naam, muy recomendado en Tripadvisor, así que no lo dudamos y subimos a comer.
Este sitio no tiene pinta de ser turista, comimos nosotros solos y dos grupos que se sentaron y vieron la carta, se levantaron y se marcharon. Tienen poca variedad de comida y solo India, Dos Thalis especiales y dos coca colas fueron 380 rupias. El hombre nos pregunto si spicy o not spicy, para nosotros not spicy por favor. Fue el mejor Thali que probamos en todo el viaje, rico, rico.
Vamos sin rumbo, vemos la torre del reloj de Udaipur, nada que ver con la de Jodphur.
Hay mucho ambiente por la calle, vemos unas cuantas pastelerías y nos compramos unos cuantos gulab janum, a 5 rupias cada uno.
Nos metemos por callejones, llegamos a un barrio de tiendas más locales, con sus minúsculas tiendas y vitrinas, parece que está todo hecho a medida para que encaje.
Nos “prestan” más estos momentos que las visitas a los Palacios.
Y vemos lo que íbamos buscando, un buzón para seguir la tradición y mandarnos a casa la postal que habíamos comprado sin sello, a ver si llega.
Volvimos camino del hotel, ya sabíamos dónde estaba el Ayurvedi Body Care y entramos a darnos un masaje ayurvédico, de un hora de duración que nos costó 1,600 rupias. Quedamos tan relajados y a gusto con el masaje que les dimos 200 rupias de propina.
Cenamos en el restaurante del hotel htel. Nizami handi. Verduras con salsa, chicken and lemon sauce, 2 lassi mango, 2 cervezas, butter naan) con la propina fueron 1.880 rupias. Todo estuvo muy rico
Dimos buena cuenta del copioso desayuno y a las ocho estamos montándonos con Jeisin en el coche, tenemos por delante dos horas, dos horas y media hasta llegar a Chittorgarh. El fuerte más grande de Asia, ubicado sobre una colina a 180 metros. Atravesamos varias puertas de su muralla, llegamos a las taquillas y para dentro. 400 rupias dos personas con la cámara.
Esta parte de la visita la hicimos casi en solitario. Por aquí vimos una serpiente y muchos monos por dentro de las ruinas, además de templos, palacios y torres. Jeisin nos dejaba a la entrada del recinto correspondiente, nos esperaba a la salida y nos transportaba al siguiente punto.
A nosotros Chittorrgarh nos encantó , es como una ciudad medio perdida entre la maleza. Los diferentes y diversos complejos que lo forman, nos gustaron todos muchísimo. Fue la sorpresa del viaje.
Detalles allá donde mires.
Y uno de los puntos estrella, la impresionante torre de la victoria. 9 pisos y más de 37 metros de altura. Dedicada a Vishnu.
Las vistas son imponentes.
Todo te llama la atención.
La torre de la Fama, 7 pisos y 22 metros,
Lo que queda del palacio de Padmini, con una bonita historia alrededor de la torre y el reflejo.
Nos encaminamos ya a la salida, hemos estado estado dos horas y media, disfrutando un montón de esta visita.
Paramos a comer, en el restaurante Gangour, nada más bajar del fuerte, ya en la ciudad, nos comimos dos veg. Noodles con arroz frito, dos plain naan y dos coca colas, que con la propina incluida fueron 500 rupias. Correcto sin más.
Tenemos por delante 4 horas hasta Puskhar, por autopista, pero hoy fue el día que tomamos verdadera dimensión de la conducción en India. Hay muchísimo tráfico de camiones por aquí, además de motos, furgonetas y coches. Se adelanta por el arcén, o por donde se puede, vienen camiones y tractores de frente, los autobuses hacen cambios de sentido y hay vacas y búfalos atravesando la autopista.
Hacemos una parada para estirar las piernas y que Jeisin se tome un chai. Atravesamos Ajmer, subimos un puertecillo de montaña y llegamos a Puskhar, una de las ciudades más antiguas de la India y localizamos nuestro hotel, Inn Seventh Heaven, nos despedimos de Jeisin hasta mañana y hacemos el check-in.
Nos vamos a dar una vuelta por la ciudad, callejeamos, se ve y se “respira” un ambiente muy hippy. Damos con los ghats y al estar llena la terraza del Sunset Point, nos bajamos a las escaleras a ver como atardece.
De vuelta al hotel, nos bajamos por un callejón que daba a otros ghats a sacar dinero de un cajero y unos chicos intentaron ponernos flores en las manos, como ya estábamos avisados de esto, amablemente los rechazamos.
Nos subimos a cenar al restaurante del hotel, The Sixth Sense, recomendado en tripadvisor, cenamos penne con pesto cheso y olivas, navratan korma veg en salsa de anacardos y pasa, pizza con tomate, cebolla, queso y olivas, cheese nan, 2 aguas (aquí no tenían cerveza). Fueron 900 rupias con la propina incluida. No estuvo mal, pero sale perdiendo con otros sitios. Estuvimos charlando un rato con unas chicas catalanas que llevaban ya unos cuantos días por India.
El Inn Seventh Heaven, está situado en un callejón poco iluminado, pero en cuanto atraviesas el portón de madera, entras en otro lugar, tiene un patio muy bonito y acogedor, con múltiples ambientes. La habitación muy grande, como la cama y un baño muy original y además limpia. Relación calidad-precio, muy recomendable. Para nosotros un 8,5..
Desayunamos en la terraza del hotel, un café filter, un chai, una pancake de nutella y otro de banana y nutella. Muy bueno todo, aquí no teníamos el desayuno incluido, fueron 395 rupias con propina.
Habíamos quedado con Jeisin, nos estaba esperando y nos llevó hasta el templo Brahma, primero en coche y luego viniendo con nosotros, este templo es de los pocos dedicados a Brahma y el único que se puede visitar. Tuvimos que dejar los zapatos en una taquilla y la cámara se la dejé a Jeisin y pasamos dentro con un chico que se nos pegó y empezó a explicarnos toda la historia en inglés, no le hicimos mucho caso y al acabar la explicación y salir del templo le dimos 100 rupias.
Pagamos 10 rupias más al recoger los zapatos y Jeisin se nos une, a partir de este momento todo se lió, un hombre que estaba hablando con nuestro conductor, empezó a hablarnos muy rápidamente y sin darnos cuenta, teníamos los dos flores en las manos . No sé, yo en ese momento creo que tampoco me caí en la cuenta que me la acababan de liar, y eso que conocíamos el “timo”, la noche anterior lo habían intentado y no picamos. Creo que al ir con nuestro conductor al lado, bajamos la guardia, no pensábamos que íbamos a ver las ofrendas y estuvimos un poco torpes.
Nos separaron, un “monje” con cada uno y nos sentaron en los ghats, empezaron a preguntar muy rápido cosas sobre nuestra familia, al tiempo que nos pintaba la frente, nos anudaba una pulsera y no dejaba de recitar. Después de un rato, empieza echarme bendiciones y a preguntarme cuantas quiero, de una a cinco, a lo que contesto que una como mucho, al acabar me pide 10.000 rupias por mí y 10.000 por Sonia, evidentemente le digo que no y empieza a replicar y gesticular que si la donación no es para mí, que es para los necesitados y yo que no veía a Sonia que estaba en otro lado, le solté dos mil rupias por escapar del mal rollo que se estaba creando.
Así que medio cabreados , primero por la torpeza nuestra y segundo porque Jeisin debería habernos avisado, decidimos irnos de Puskhar, no hemos empezado bien el día y Puskhar no nos ha conquistado, no le hemos pillado el punto. Durante el trayecto de Puskhar a Jaipur, decidimos que el timo que habíamos sufrido lo pagaríamos a medias con el conductor, descontándole 1.000 rupias de su propina al final del viaje, al final no fue así como acabó.
También hay autopista hacia Jaipur, a medida que nos acercamos el tráfico aumenta. Como íbamos bien de tiempo, decidimos ir directamente al Templo Galta o de los monos, tardamos unas dos horas y cuarenta y cinco, ya que atravesamos el centro de la ciudad, para llegar a él ya que está unos kilómetros a las afueras. La entrada al templo fueron 50 rupias por la cámara.
Entramos a verlo, atravesamos unos templos.
Ahí está, encajado en las rocas, dedicado al Dios Hanuman. Está en los alrededores de un manantial y hay varios estanques. En el estanque superior está el tempo, donde hay mayor número de monos, muy acostumbrados a la presencia humana.
No hay mucha gente, ni muchos monos tampoco. Emprendemos el camino de regreso. Hay chiquillos remojándose.
30-40 minutos después nos estábamos marchando. La verdad es que nos defraudó un poco este templo, no nos pareció gran cosa. Jeisin quería llevarnos a un restaurante que conocía, pero le dijimos que nos llevara al hotel y comeríamos por nuestra cuenta.
Y allí que fuimos, al Pearl Palace, nuestro hotel para las dos próximas noches, nos despedimos de Jeisin hasta el día siguiente, hicimos el check-in, nos duchamos y subimos a su restaurante de la azotea, el Peacock. Un restaurante muy recomendado. Pedimos Veg Pakora, Veg Thali, Chiquen with celery and wine sauce, 2 aguas. Con la propina fueron 980 rupias. Platos muy abundantes y ricos, las pakoras estaban de vicio. Un sitio muy recomendable con un ambiente muy bonito.
Después de comer, bajamos y negociamos un tuk-tuk por 50 rupias hasta el cine Raj Mandir, ya que queremos ver una película en esta icónica sala de cine. Ya estaban abiertas las taquillas, así que sacamos dos entradas de las más baratas por 120 rupias cada una para la sesión de las 18:30.
Y como era pronto todavía, nos fuimos a dar una vuelta por las calles de Jaipur, era la primera vez en muchos días que veíamos aceras. Compramos un par de fundas de cojines, que nos parecieron bien y nos volvimos para el cine. Entramos, curioseamos un poco por todo el hall de entrada. Compramos unas palomitas y a nuestras localidades, que eran de las butacas del principio. Había bastantes turistas y bastantes locales.
Vimos una película de risas, remake de otra de veinte años atrás. Una comedia mezcla de hindi, inglés, bollywood y carcajadas por doquier, por los menos de los niños que teníamos detrás. Nos lo pasamos muy bien, tanto mirando a la pantalla como a la gente en las butacas. Nos gustó mucho la experiencia. A la hora y media de película, hubo un descanso y aprovechamos para irnos al hotel, negociamos un tuk-tuk por otras 50 rupias y un par de atascos después llegamos.
Nos duchamos y subimos a cenar al restaurante, estaba lleno, sólo tenían una mesa libre en la terraza superior, perfecta para nosotros. Cenamos hamburguesa de pollo, pakoras ,mango lassi y 1 agua. Propina incluida 570 rupias, toda la comida estaba buenísima y viene muy bien presentada.
El hotel Pearl in Palace, seguramente en conjunto de todo, relación calidad precio, el mejor hotel del viaje. La habitación era muy bonita y grande, cama y almohadas muy cómodas y un baño grande y espectacular y todo muy limpio. Como es norma, todo el personal muy amigable y servicial. Un 10.
INCREÍBLE EL DIARIO!!! Súper detallado, con mucha info y fotos espectaculares!! Me has recordado mucho nuestro viaje a India y a mí, por lo menos, sí que me han quedado las ganas de volver y quizá visitar la parte Sur del País! Muy, muy chulo y entretenido. Te doy las estrellicas bien merecidas compi!!
Acabamos de llegar hace escasas horas de nuestro viaje a la India. Muchas gracias por el diario tan detallado, hicimos casi el mismo recorrido y nos ha sido de gran ayuda.
Añadir un comentario para los viajeros que vayan a ir en breve, los precios de las entradas a fuertes, templos...han subido!!! Para los que vayan muy ajustados de presupuesto...
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miguelang031075 Moderador de Zona 24-05-2007 Mensajes: 14595
Yo dedicaría 2 días a Delhi, 2 días a Jaipur y el otro día a Agra, que es donde menos lugares hay que ver.
De Delhi a Agra sé que hay trenes rápidos, pero a Jaipur no sé qué transportes hay, con qué frecuencia y tiempo de duración. Yo me moví en coche conductor, pero mi itinerario era de 10 días por Rajastán. Yo preguntaría a algún conductor antes de tomar una decisión.
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