Islandia - Tierra de hielo y fuego ✏️ Blogs de Islandia

Bueno, pues aquí me encuentro ante mi segundo diario en Los Viajeros, tras haber escrito hace unos meses el de nuestro viaje a Nueva Zelanda, encuentro bastante satisfactorio plasmar para la posteridad algo a lo que se dedica semejante esfuerzo e ilusión a la hora de prepararlo, y que después otorga tanta felicidad y recuerdos para la posteridad, así que allá vamos, la Tierra de Hielo y Fuego, ISLANDIA!

¿Por qué Islandia?

Como amantes de la naturaleza que somos, siempre solemos buscar este tipo de destinos en nuestros viajes, más allá de grandes urbes, lo que nos gusta que nos deje boquiabiertos son las obras realizadas por el paso de millones de años en este nuestro planeta, así que Islandia para esto, a pesar de ser una isla “joven”, cumplía con creces este punto, el país de las grandes cascadas, glaciares, volcanes, lagos, solfataras, rutas de ensueño, ballenas… imposible pedir más!

Además a su favor tiene la cercanía con nuestro país, España, un precio de vuelo asequible, y una modalidad vacacional que ya nos enamoró en Nueva Zelanda, recorrerla en camper!

Este año el presupuesto había descendido bastante para las vacaciones tras el desembolso neozelandés, así que para hacer posible este nuevo viaje, tuvimos que rebajar los días de estancia dejándolo en unos justos pero viables 10 días.

La preparación comenzaba un poco dificultosa, ya que quedarte con los imposibles nombres de los lugares de interés en el idioma islandés… no es tarea fácil! Pero nada que a base de leer y releer se acabe quedando.

La fecha escogida para ir fue Julio, segunda quincena, buscando el mejor tiempo en teoría… aunque también es de lleno temporada alta, con lo que eso rasca el bolsillo… y un margen de 4 meses para prepararlo todo.

Nuestro viaje tras un meticuloso estudio del lugar, se basó al 100% en recorrer la Ring Road, a no ser que este sea vuestro primer paso en una preparación de viaje, ya sabréis de sobra que es la carretera que rodea toda la periferia del país, dejando las tierras centrales tan solo al alcance de los 4x4, y en nuestro caso, para otro posible viaje futuro…

El recorrido fue el siguiente:


No están puestos todos los puntos de interés, pero si los principales para poder ver el recorrido. Unos 2000km y poco en total fueron finalmente.

El sentido escogido fue el contrario a las agujas del reloj. Este fue uno de los puntos que hubo valorar porque ambos tienen sus pros y contras. Nuestra elección fue por 2 motivos principalmente:

- Se empieza digamos, por lo “más bonito”, y esto es algo que se prefiere dejar para el final, por eso de ir de menos a más… pero tiene un contra, sobretodo en un lugar como Islandia, donde a pesar de ir en Julio, el tiempo puede ser literalmente horrible, dejándote sin poder ver algún top del viaje por mal tiempo, y en un viaje tan ajustado como son 10 días, esto puede ser fatal. Si esto ocurriese, es mejor poder perder un día al principio para asegurarte el disfrute de uno de estos tops que tiene la parte sur de la isla, quitándoselo a uno de los días finales, ya que si no puede que no tengas margen de reacción porque tu vuelo sale 2 días después… no quisimos jugárnosla.

- El otro motivo fue porque el tiempo así nos lo indicó al llegar, basamos bastante el tiempo que fuese a hacer a un lado y otro de Reikiavik a nuestra llegada, si en algún lado había lluvias y en el otro no, quedaría sentenciado, aunque finalmente no fue así y pudimos seguir nuestro plan original en base al primer guión.

Uno de los temas que también pensamos al elegir Islandia, fue el hecho de sacrificar las auroras boreales por ir en pleno verano… no sería mejor ir un par de meses más tarde o antes para tener alguna posibilidad sin caer de lleno en el frio invierno??

Finalmente optamos por Julio porque tiene un pro muy grande, y es que tienes muchas horas de luz con lo cual puedes estirar más los días, lo cual nos venía muy bien en nuestras comprimidas vacaciones. Eso de tener 19h de luz era algo a lo que definitivamente le íbamos a sacar el jugo…y ya dejaríamos las auroras para otro momento! 

Uno de los puntos importantes en la planificación del viaje, ya que se llevó la mayor partida presupuestaria, fue la elección del medio de transporte.

Existía la posibilidad de ir en coche, más barato que la camper, y haciendo noches en hostales, bed & breakfast, Airbnb u hoteles, pero en temporada alta habría que ir con todos ya cogidos porque vuelan, y eso no nos gustaba… precisamente porque ya nos ataba para todo el viaje, y si queríamos estar más tiempo en algún lugar, o lo necesitábamos directamente porque nos hizo mal tiempo el día anterior, ya no podríamos hacerlo porque las reservas no serian flexibles… así que lo descartamos. Además el precio final todo sumado quedaría similar al extra que suponía alquilar una camper.

Una vez decidido el transporte, nos lanzamos al océano de compañías de alquiler que allí existen. Como teníamos mil preguntas por realizar, cogimos confianza con viajesislandia.com, quienes nos brindaron un soporte y un trato muy bueno, y que a su vez contrataban con Campeasy el transporte. Nos comentaron que el precio es el mismo que si lo cogíamos directamente con Campeasy, la diferencia está en que ellos se llevan un plus si vamos de su parte, y eso fue lo que hicimos.

No sé cómo andará ahora el cambio de la corona islandesa, pero cuando aquello la broma supuso por 9 días de alquiler casi 1800€… que se irían amortizando poco a poco a base de dormir y cocinar.

Y tras esta extensa intro, pasamos a la acción!

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Y llegó el gran día!! Un día que prometía muy largo no, lo siguiente, ya que el vuelo era a la 1:10am, Alicante, con aterrizaje a las 4:05am hora islandesa.

De vital importancia dormir en el avión, y fue conseguido con éxito, ya que después descartamos la opción de coger un hotel allí en el mismo aeropuerto (ajustes presupuestarios), y reservamos la furgoneta con la apertura de las oficinas de CampEasy a las 9am.

Ya en el aeropuerto tras un cafetuco, cambiar algo de dinero que a la postre tampoco sería necesario ya que todo allí tiene TPV, cogimos el flybus, pagado por CampEasy, que nos llevó hasta la estación de autobuses (de ahora en adelante BSI), incluyendo nuevo sueño durante el viaj, la cosa marchaba. Allí tendríamos que esperar 3h, y no es un sitio muy comodo para dormir… al menos para mí, mi pareja no lo encontró tan difícil con un mullidito hombro en el que apoyar la cabeza. Bueno, con paciencia…

Finalmente el tiempo pasó y tras una primera confusión donde yo entendí que nos venían a buscar los de CampEasy, resulta tras llamarles, que debíamos coger una compañía concreta de taxis justo afuera y ya Campeasy allí arreglarían cuentas con ellos.

Ya en las oficinas nos explican todo el funcionamiento de la furgo, todo el papeleo, toda la burocracia, y todo los seguros extras que allí conviene coger… dígase, seguro de lunas, seguro de gravilla, seguro de… un largo etc. Nosotros, que somos muy guays, (y que tenemos un presupuesto muy ajustado), nos quedamos con el básico, el de toda la vida, ya que coger un extra supone unos 80€ para nuestros días reservados.

Nos dan también una mala noticia, durante nuestro día 3, se viene mal tiempo, muy mal tiempo en casi toda la isla, vientos huracanados en los que se recomendará no circular en lo que viene a ser la zona cero, que justo nos pillaría en la zona de uno de los tops del viaje, Jökulsárlón. Pero nada que no pueda solucionar un reajuste en la planificación, seguimos adelante con nuestro itinerario, comprimiendo algo más el día 2, y ganando de paso un tiempo valioso a usarse cuando creamos conveniente.

Un dato de especial relevancia de cara a conducir por Islandia, fue el hecho de la apertura del roaming a los países europeos, nos pilló que ni pintado, justo 2 meses antes de nuestro viaje, y esa seguridad que te da poder ir por ahí con tu google maps… fue un gran punto a favor de nuestra tranquilidad viajera.

Una vez en marcha, pusimos rumbo a nuestra primera parada, la cascada que se puede pasear por detrás, Seljalandsfoss. Parece que el tiempo nos sonríe, y tras esa llovizna que nos dio la primera bienvenida, ahora quiere como salir un solete la mar de majo…

No habían pasado ni 15 minutos en carretera, cuando nada más entrar en algo similar a una autovía, el coche de delante salta una piedrita, la cual veo venir a cámara lenta hacia nosotros, impactando en la parte central inferior de nuestra luna, y dejando una linda estrellita que seria nuestra compi de viaje el resto de días… recordáis lo del seguro de lunas?? Bueno, pues aquí os lanzo mi primera recomendación del diario, cogerlo. (volveremos al tema de la luna al dejar la furgo en el noveno día)

Sacando toda nuestra energía positiva a flote para que el “efecto chinazo” no nos afee nuestro comienzo de vacaciones, hacemos una parada en un Bonus que encontramos a los pocos kilómetros recorridos. Nos dejamos 67€ en una compra de básicos para la furgo, iba en serio lo de que la vida en Islandia es cara desde luego, pero bueno, ya tenemos para subsistir unos cuantos días a base de fruta, pasta, arroz, tomate, atún, salmón, yogures islandeses (Skyr, probadlos)…

Llegamos a nuestra primera cascada, nos forramos de chubasqueros, ya que hemos leído que la gracia de pasar por detrás de la caída de agua tiene sus consecuencias, así que muy aplicados nosotros hacemos los deberes y nos encaminamos hacía ella. Hay turismo, pero bueno algo normal, tampoco es que agobie, y no hay cola para pasar por detrás ni mucho menos. Con determinación (y con cuidao de no resbalar) nos lanzamos rodearla, y bueenoo lo que fue aquello, que caladura! No sé si fue culpa de un viento inoportuno, o es lo normal, pero nos dimos una ducha en toda regla, hasta los huesos! Nadie nos había preparado para aquello… eso sí, que bonita experiencia!


Tras unas fotos de rigor, a cambiarse al coche, hay que ir a ver la misteriosa y esquiva Glufrafoss! Están pegadas, un paseíto que creo que no llega ni a 10minutos, y la verdad es que merece cada paso.


Yo osado de mí, pensando que ya que estábamos ahí… para que escatimar, me acerqué hasta lo más posible a la caída de agua, para ello hay que pasar por piedras que sobresalen del agua al más puro estilo “Humor amarillo”, teniendo en cuenta que no venga otro turista de frente porque puede haber un incómodo colapso, y una vez llegué allí que ocurrió? Pues que me volví a calar… eso sí, mi pareja me hizo unas fotos desde el punto de partida que bien merecieron la pena el cambiarme de ropa por segunda vez el primer día!

Cogemos carretera y en un plis plas llegamos a Skogafoss y su camping, nuestro destino final del día, que no está mal para comenzar… Intentamos acercarnos hasta la base de la cascada, la cual es impresionante por cierto, pero una nube de vapor de agua a 100m a la redonda de la cascada nos lo hace pensar dos veces… ya sería excesivo un tercer cambio de ropa en el día no?? Así que desde una distancia prudencial echamos una fotos, y nos volvemos a la furgo para hacernos unos macarrones con tomate y atún.


(por cierto atentos en la nueva temporada de Vikings a esta cascada)
Es curioso que la gente nos mirase mientras comíamos y se sonreían, como diciendo, “mira que apañaos”…

Tras la comida subimos las cientos de escaleras al costado derecho de Skogafoss para realizar nuestro primer trekking en suelo islandés. Son unos 5km que nos gustaron bastante, a la vera del río, y observando multitud de minicascadas y parajes verdes rodeados de montañas… puro Islandia.


Llegamos hasta una especie de palo en una montañita y damos media vuelta, dando un pequeño rodeo hacia el interior, pero volviendo básicamente por donde hemos ido.


Tras esto pagamos 300isk por una ducha de 4minutos en el mismo camping, y nos metemos una suculenta cena a base de salmón made in camping gas… pagamos el camping, 3000isk, y a las 21 y pico nos acostamos… reventaos… pero con un buen sabor de boca por cómo ha comenzado esto (obviando el tema estrellita lunera…)

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Amanecemos vía alarma a las 6am, ya descansados tras casi 9h de buen sueño, y con la expectativa de hoy juntar lo que teníamos planeado del día, y parte de lo que teníamos preparado para el día mañana, ya que tras la diaria revisión a la biblia del tiempo islandés (vedur.is), se confirma que mañana será el apocalipsis en la zona sur.

La verdad es que el camping de Skogafoss en sí no tiene nada, de hecho es el mismo aparcamiento donde deja el coche todo el mundo para ver la cascada, pero como se pusieron serios con el tema aparcar fuera de camping… pues decidimos no correr riesgos innecesarios en la primera noche e ir por la vía legal. Tiene su encanto despertarte y ver la majestuosa cascada como primera visión del día, lástima que la segunda sea la lluvia…

Así que sin más demora arrancamos hacían nuestro cercano primer destino del día, los acantilados de Dyrhóaley.

Siguiendo el gmaps, nos adentramos en nuestra primera mala carretera para llegar a la cima de una montañita donde nos espera el peor de los escenarios… prefiero la lluvia!! (ya inexistente en este punto)


Tras dar una vuelta y nada más que intuir el mar por el sonido de las olas retornamos por donde vinimos, mientras vemos como la niebla comienza a disiparse a medida que avanzamos… hay esperanza! Seguimos a un bus turístico que va más hacia dentro por la carretera de acceso, y llegamos a los verdaderos acantilados de Dyrhóaley (gmaps me la querias jugar eh!!)


Desde aquí ya podemos observar la belleza que se le otorga a este lugar en todo su esplendor, sus playas negras, y este bonito regalo que también era algo que andábamos buscando, nuestros primeros puffins!!


Recorrida la zona avanzamos unos km´s más para llegar a Reynisfjara, por muchas fotos que se hayan visto es un lugar que no te deja indiferente, tanto por las columnas basálticas del comienzo, como por la cueva y las altas paredes de la montaña que tiene delimitándola. Nos la recorremos entera y ya más contentos porque el día nos empieza a sonreir, proseguimos nuestro tour por el sur islandes!


Paramos brevemente en Vik pueblo, mi pareja se coge un cafetuco y subimos hasta la iglesia, que al estar en un alto nos permite ver el encanto del pueblecito y los trolls convertidos en roca en la lejanía (según cuenta la leyenda!).


Siguiendo la carretera, ya comenzamos a observar los grandes glaciares de las tierras centrales de Islandia, es un paisaje increíble para conducir, conducción por cierto muy cómoda por el momento, sin mucho tráfico, y carreteras en buen estado, es lo bueno de ir principalmente por la Ring Road!

Nos paramos ya que pilla justo a pie de carretera el campo de lava de Eldhraun, inmenso, bien merece un paseo por el circuito que tienen habilitado


A media mañana, y con unas cuantas grandes visiones ya en el bolsillo, llegamos a uno de los puntos calientes del día, el cañon de Fjaðrárgljúfur. Hay que tomarse un pequeño desvio en la carretera principal, pero se llega sin mayor problema.

Para mayor suerte, el sol comenzó a calentar (si! A calentar!!!), y pudimos incluso ponernos en manga corta. El cañon es impresionante, tiene un paseo a realizar por la parte superior del mismo, con un largo trekking que no realizamos en toda su extensión, y luego tiene un recorrido inferior por el cauce del río, para verlo desde la otra perspectiva, este también le hicimos pero en menor medida, teníamos el lastre de correr contra el reloj hoy… aun así nos tomamos un merecido descanso para disfrutar de este precioso lugar desde la parte baja.


Nuestra siguiente parada conlleva otro premio, trekking + glaciar + cascada top! Si, lo habéis adivinado, es ni más ni menos que el parque nacional de Skaftafell.

En nuestro plan original, estaba hacer noche aquí, y disfrutar del entorno con tranquilidad tras el esfuerzo que supone el trekking, pero dadas las circunstancias haremos todo lo previsto… sin descanso final!

Primero de todo nos preparamos unos bocatas a base de embutidos traídos de España (tercer consejo, llevaros bien de embutidos envasaos al vacío), y nos fuimos al centro de información a ver que ruta podíamos seguir para ver la mayor parte del parque en un tiempo prudente. Encontramos la ruta perfecta, circular, primero, al glaciar por el borde del parque, y luego yendo hacia el interior para encontrarnos con Svartifoss, genial!


O al menos eso parecía… aviso a navegantes! No sé si lo habrán cambiado, ya que al finalizar la ruta se lo comenté a la chica del punto de información, y me dijo que estaban en ello, pero para que no os pase a vosotros, en este punto del recorrido, la flecha que apunta al glaciar Sjonarnipa (la de abajo) esta mal puesta, en vez de apuntar hacia la izquierda, debería ser para arriba! Para tomar ese senderuco que era el que teníamos que haber tomado para seguir la ruta planteada…


Bueno con nuestra ruta alternativa también llegamos a buen puerto, y además sin un exceso de gente como pensábamos que iba a ser, con buen tiempo, y rodeados de plena naturaleza!


Volviendo sobre nuestros pasos, pero por la parte superior de la línea azul esta vez, llegamos a la bonita cascada de Svartifoss


Y vuelta hacia abajo, algo cansados ya, pero contentos por haber conocido este parque.
Por temas de tiempo descartamos hacer la caminata de media hora que te lleva hasta prácticamente la base del glaciar desde el camping. Estaba en nuestros planes, pero entre nuestro cansancio, nuestro horario apremiante, y que iba a ser una visión bastante parecida a la que tuvimos desde arriba, lo dejamos para otra ocasión…

Y rumbo a las lagunas cambiando de tercio!

La verdad es que Islandia es una isla comodísima, porque tienes cientos de grandes lugares, y todos al alcance de la mano! No tienes que darte grandes pechadas de kilómetros para ir llegando de uno a otro, de hecho media hora después, llegamos a Fjallsárlón.

Lo de este lugar fue algo mágico… ya que llegábamos con las primeras luces del atardecer, nos encontramos el aparcamiento del lugar con 2 coches solamente, y a los 5 minutos de llegar a la laguna la teníamos para nosotros solos, gracias Islandia! Queda olvidada cualquier pullita anterior!


Me llamó la atención el poco número de icebergs que había en ella, aunque no se vean en la foto sí que habían unos cuantos, aunque estaban más en los costaos. Sea como fuere, el lugar era espectacular, ayudado por ese atardecer eterno que hay en esta época del año.

De vuelta al coche y 10 minutos después estábamos en el que bien podría ser uno de los top 3 de todo el viaje a priori, la laguna de Jökulsárlón.

Y como podéis ver… cumplía lo prometido!



Esta visita fue posible gracias a venir en Julio, me explico. Nos fue posible estirar tanto el día porque eran las 22 de la noche y seguía habiendo luz, además, esa luz mágica del atardecer que tiñe todo de anaranjados rosáceos y que en España nos dura media hora… pues aquí vienen siendo 4 o 5. Algún pro tenía que tener perderse las auroras!

Aquí observé una cosa, y es que de inicio, el primer golpe visual que ví de la laguna no fue como en las fotos… había muchos bloques de hielo si, pero no tan impactante como en las fotos, sin embargo una hora después de paseos y descansos por la laguna, de repente sí que se parecían a lo que había visto con anterioridad! Que había ocurrido pues??

La marea, cuando llegamos estaba alta, habiendo mayor cantidad de agua en la laguna y dispersando más los icebergs, sin embargo 1h después estaba algo más baja, haciendo que se juntasen más y dando esa sensación de dejarte sin palabras ante lo que tenías delante.

Para ponerle la guinda al día antes de irnos, ya con la laguna medio vacia a las 23 horas, se sumó a la fiesta una foca que se iba recorriendo cada recodo en busca de la cena me imagino…


Satisfechos por el día de espartanos que habíamos realizado, pusimos rumbo a nuestro sitio para pasar la noche, Hofn! Una hora de coche que se iba a hacer un poco larga, pero que nos alejaba definitivamente de los vientos huracanados que asolarían esa región el día siguiente. Cena rápida en el camping de la ciudad (3300isk la estancia), y a dormir plácidamente… pero un momento! En el repaso nocturno a Vedur vemos que hay un 6 sobre 9 en la escala de auroras boreales esta noche! A la 1am nos asomamos y nada más mirar para arriba nos pareció ver el destello verde… pero como tampoco se hace noche cerrada, hay algo de nube, tampoco dispongo de trípode, y estoy que me muero de sueño… dejamos el broche de oro para otro día… y nos damos por contentos con lo vivido.

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