CRUCERO POR EL RHIN ROMÁNTICO Y EL MOSELA. FIN DE FIESTA EN DISNEYLAND PARIS ✏️ Blogs de Alemania

Aprovechando que podemos entrar a algunas de las atracciones de Disneyland Park una hora antes del resto de visitantes, madrugamos. Nuestro objetivo está en Discoveryland: Buzz Lightyear Laser Blast (a matar marcianos). Y después el Orbitón (vaya mareo) y los Misterios del Nautilus.


Tenemos que dejar claro que no somos muy amantes de los loops, por lo que algunas de las atracciones ya estaban descartadas desde el primer momento, como Space Mountain. Por desgracia, algunas de las atracciones que teníamos marcadas como imprescindibles están cerradas por mantenimiento, como el Vuelo de Peter Pan, o Indiana Jones y el Templo Maldito o el simulador de Star War.

Como en Walt Disney Studios están a punto de empezar algunos espectáculos, nos vamos para allá. Vemos la Escuela de Jedis, flojito.


Y nos encantamos con el maravilloso CinéMagique y Stitch Live. Para volver a mi infancia, nada como circular por el Cars Quatre Routes Rally, en el que me sentí cual Penélope Glamour.

Una vez más la cola en Crush Coaster o Buscando a Nemo hace que desistamos de ella, así que nos decidimos por ir a comer una hamburguesa al restaurante que hay junto al escenario de la Escuela de Jedis (no siempre se puede comer bien). Y volvemos a Disneyland Park para ver el paseo de Micky, Minni, Donald y Daisy (¡vaya elegancia!), volvemos a los Piratas del Caribe y damos una vuelta hasta Frontierland.



Frontierland está en obras: no funciona el barco, ni el Big Thunder Mountain… Decidimos probar en el Phantom Manor y, a media atracción… Terror, también se estropea y nos hacen salir de ella caminando, por las tripas de la atracción.


Hoy la cena es en el bufet del Hotel, que la verdad es que está muy bien y después damos un paseo por el lago: hace una noche preciosa.

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Pues sí, 27 de mayo, día que solemos celebrar: nos ponemos la camiseta de Kukumutxu de los periquitos.

Después de desayunar nos decidimos por una cacería de marcianos y a continuación, volvemos a Ratatouille, de la que ya somos fans incondicionales. Y es que no hay nada como una buena cola.



Visitamos a la princesa Sofía, montamos en la alfombra mágica de Aladin y nos decidimos por pasar por el parque, por disfrutar de su arquitectura de cuento, por las esculturas de flores, las tiendas de artículos Disney y … de subir a las atracciones más tradicionales, como Blancanieves y los Siete Enanitos o los Viajes de Pinoccio. La verdad es que se las ve un poco “trasnochadas”, pero es agradable subir en ellas.



Hoy hemos comido en Earl Sandwich, pero la cena será en Wild West Show, que no está mal del todo.

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Estos días maravillosos están llegando a su fin. Tenemos hasta las 11:00 para dar vueltas por el parque y montarnos de nuevo en algunas de nuestras atracciones favoritas.

Como muchas de las atracciones que tenían mejor pinta estaban cerradas, tenemos la excusa perfecta para volver dentro de unos años.

Adiós Disneyland. Por delante nos esperan más de seis horas en el Ave París-Barcelona.

Sin duda este año hemos tenido una experiencia totalmente distinta. Nosotros estamos acostumbrados a organizarnos nuestros viaje, a desplazarnos con transporte público mezcándonos con la gente de los lugares que visitamos, a desoxidar nuestro inglés, el mío cada vez más macarrónico,... Pero la contrapartida es que hemos conocido a personas muy interesantes que además tenemos muy cerca. Ha sido una buena experiencia que, sin duda repetiremos, alguna vez.

Y de la visita a Disneyland, ¿qué puedo decir? Ha sido maravilloso. Nos hemos sentido como unos niños.

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