![]() ![]() Japón en Verano 2017: el viaje de las experiencias. ✏️ Blogs de Japon
Diario de un viaje de tres semanas y medias a Japón desde el 27 de Julio al 21 de Agosto de 2017. Incluye, junto a lo más típico en un viaje a este país, algunas etapas que quizá no son demasiado habituales en una primera toma de contacto, pero que sin duda han merecido la pena.Autor: Omaringa Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Índice del Diario: Japón en Verano 2017: el viaje de las experiencias.
01: Introducción
02: Itinerario y medios de transporte
03: Visitas inesperadas.
04: Hyvää huomenta, Helsinki!
05: Aprovechando el tiempo
06: Aprovechando el tiempo II
07: En busca de la Geisha perdida
08: Kyoto Express
09: Ciervos y Toriis
10: Garzas y bueyes
11: Gran Torii Sentado
12: Vacaciones infernales
13: Tú a Boston y yo a California
14: Un monstruo viene a verme
15: Matsusaka?!?!?! WTF!!
16: ¡Bienvenidos a España!
17: Un pueblo en las montañas
18: La ciudad de las carrozas y los muñecos.
19: Con el chacachá del tren...
20: Fantasmas y samurais
21: Terror japonés en 3D
22: City of lights
23: Relaciones internacionales
24: Los illuminatti.
25: Templos y empanadillas bajo la lluvia.
26: Amigos Invisibles
27: La tormenta perfecta
28: El fina de la aventura.
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Etapas 4 a 6, total 28
Jueves 27 de Julio:
Nuestro vuelo Finnair AY736 salió puntualmente a las 01:05 en dirección a Helsinki, ciudad donde haríamos escala. Siempre hemos intentado volar sin escalas, pero esta vez decidimos hacerlo así ya que salía bien de precio. Eran casi 9 horas en la capital de Finlandia y nos daba tiempo a darnos un paseo por la ciudad y conocer algunos de sus puntos más emblemáticos. No es una ciudad que estuviera en nuestra lista de destinos prioritarios ni la teníamos contemplada para una escapada de unos días, así que nos pareció una buena idea aprovechar esas horas para llevarnos una idea general de la ciudad. Este primer vuelo fue bien, Victor se encontraba animado y sin molestias renales. Llegamos a las 06:40 de la mañana al aeropuerto y tras dejar algunas cosas en unas taquillas para ir ligeros de equipaje, fuimos a la parada de tren de la terminal (Helsinki Vantaa Airport ) para ir hasta el centro de la ciudad. También es posible hacerlo en autobús pero la diferencia de precio es mínima y es mucho más rápido y sencillo hacerlo en tren. El trayecto nos costó unos 6 euros por persona, comprado en las máquinas VR de autoventa. Estos billetes tienen una validez de 90 minutos. Existe la posibilidad de comprar un pase para todo el día pero salía más caro ya que sólo necesitábamos dos trayectos. ![]() Al llegar a la estación de tren, con un estilo Art Nouveau entre arquitectura comunista y El Señor de los Anillos, nuestra primera misión fue encontrar algún sitio para desayunar. Al lado de la estación había un centro comercial y allí encontramos una cafetería abierta, ¡pero vaya precios!, el desayuno, un café y una pasta o tarta por persona salió caro para lo que estamos acostumbrados en España, pero entra dentro de lo esperable en un país nórdico. ![]() Entre croasanes y tartas varias vi algo que me llamó la atención ya que no lo conocía, era una especie de pasta rellena de arroz y decidí probarla, en los viajes hay que probar cosas nuevas, ¿no? Sin saberlo (de eso me enteré después) me comí una Karjalanpiirakka, o pastel de Carelia, una región finesa limítrofe con Rusia. No estaba malo pero creo que me quedo con las tartas normales ![]() ![]() Tras reponer fuerzas cogimos un bus justo en la explanada de al lado de la estación para irnos a un punto situado hacia las afueras de la ciudad, el Parque Sibelius, para ver la estatua que los fineses dedicaron a su compositor más afamado internacionalmente (con el permiso de Lordi ![]() ![]() Desde aquí volvimos andando hacia el centro de la ciudad, pasando primero por la Iglesia de Piedra (Temppeliaukio), una iglesia subterránea excavada en la roca que presume de una acústica perfecta debida a su gran cúpula. Me gustó la visita, y además había allí una señora tocando. Es conocida de forma coloquial entre los finlandeses como Piruntorjuntabunkkeri (bunker de defensa anti-diablo). ![]() Tras visitar la iglesia nos encaminamos hacia el centro propiamente dicho, pasando por delante de edificios emblemáticos como el Museo Nacional de Finlandia, el Parlamento, el museo Ateneum, el Teatro Nacional... hasta llegar al paseo de la Explanada, una avenida donde se ubican tiendas de lujo y mansiones, vamos la zona comercial por excelencia. Tras recorrer la avenida llegamos a la Plaza del Senado (Senaatintori), donde se encuentra la que es quizá la imagen más característica de Helsinki, la Catedral luterana, con su blanca estampa recortada contra el cielo azul. El diseño de la plaza es de estilo neoclásico y junto a la Catedral se pueden encontrar el Palacio del Consejo de Estado y la Universidad. La Catedral es del siglo XIX y se eleva encima de una escalinata sobre toda la plaza. Tras esta parada teníamos previsto ir a ver la catedral ortodoxa y la zona del puerto y el mercado para comer por allí y volver al aeropuerto, pero Victor empezó otra vez con dolores en el riñón, bastante fuertes, y nos volvimos al aeropuerto. Comimos en un MacDonalds algo rápido y nos fuimos a recoger las cosas que teníamos en las taquillas. Ya dentro de la zona de embarque nos encontramos con el sexto miembro del viaje, Jorge, que venía desde su Galicia natal en otro vuelo distinto y nos uníamos ya en el tramo Helsinki-Osaka. Nuestro vuelo JL6802 de Japan Airlines salía a las 17:25 y teníamos varias horas por delante para ver películas, dormir, probar la comida del avión... si podíamos claro. Victor pasó el vuelo bastante regular, con dolores que no se iban pese a tomarse la medicación que le dieron en Málaga, pero ahí ya poco podíamos hacer. Decidimos que cuando aterrizáramos en el aeropuerto de Osaka-Kansai cogeríamos el tren a Kyoto como estaba previsto y en cuanto llegáramos al hotel llamaríamos al seguro para que nos mandaran a un hospital nipón. El viaje empezaba estupendamente ![]() NOTA: Las fotos de esta etapa están sacadas de Internet, ya que he tenido problemas con mis fotos y he perdido las de algunos días, incluyendo las de Helsinki. Etapas 4 a 6, total 28
Viernes 28 de Julio:
Nuestro vuelo aterrizaba en el aeropuerto de Kansai sobre las 9 de la mañana hora local. El viaje había sido largo desde que salimos de Ceuta, teniendo en cuenta que además habíamos pasado casi 10 horas en Helsinki de escala, y se notaba en el cansancio, pero la emoción de la llegada y empezar a descubrir cosas nuevas era más fuerte. Lo malo, que Victor seguía fatal. Lo primero que hicimos tras salir del avión fue ir al baño, y allí ya pudimos tener una primera toma de contacto con los WC japoneses modernos, los de los botones y los chorritos y la verdad es que no me parecieron difíciles de utilizar, está todo bien indicado. A lo largo del viaje probamos muchos de estos servicios y la verdad es que me encantaron, ¡quiero uno para mi casa!. ![]() Recogimos las maletas y salimos ya al hall de llegadas, donde cambiamos dinero en un puesto de cambio que allí había, con un cambio más que aceptable. Del hall salimos a la calle para cruzar a la estación de tren que hay junto a aeropuerto. La primera sensación de humedad y calor fue sofocante, una bofetada en la cara en toda regla, y eso que en Ceuta en verano con el levante estamos muy acostumbrados a la humedad veraniega, pero ni punto de comparación con lo de allí. Este clima se mantuvo durante los primeros días del viaje, mucho calor y humedad elevadísima, lo que nos hacía estar reponiendo líquidos constantemente y dejarnos un presupuesto en las famosas máquinas de vending japonesas. ¡Menos mal que están por todas partes! Buscamos el logo de la zona de taquillas: ![]() y allí nos atendió nuestra primera empleada ferroviaria, de los muchos que conocimos durante este viaje. Ésta al menos sabía un poco de inglés, que en otras ocasiones no sabían apenas nada. Aún así, siempre consigues comunicarte con ellos, la legendaria amabilidad japonesa es cierta y siempre están dispuestos a ayudarte en cualquier situación. Lo primero que hicimos fue canjear el JR PASS, le dimos el vale y a cambio nos dieron el documento que te da acceso a las estaciones y los trenes. Le pedimos que pusiera fecha de activación para el día 1 de Agosto, ya que en los días que pasaríamos en Kyoto no lo íbamos a usar, y así ya nos duraba para todo el resto del viaje. También le pedimos que nos diera los billetes con asientos reservados para el día 2 de Agosto, que teníamos planificada la excursión a Himeji. Cogimos el primer tren directo que salía para Kyoto, el Limited Express Hakura 14 de las 10:46. Llegar al andén fue fácil, en las estaciones de tren está todo muy bien indicado y con muchos carteles, así que es fácil saber donde tienes que ir. Buscar el punto del andén fue un poco más complicado pero con la ayuda de alguien a quien preguntamos, problema arreglado. El tren iba casi vacío, al menos en nuestro vagón, y además tenía wifi gratuito, por lo que aproveché para bajarme los idiomas japonés e inglés en la aplicación de traductor de goole, ya que veía que nos tocaba ir de médicos en cuanto llegaramos a Kyoto. A las 12:04 habíamos llegado a nuestro destino y salimos de la estación central de Kyoto hacia nuestro hotel. De camino en el tren fui buscando información sobre los hospitales que había en Kyoto y había uno justo al lado de la estación, y que además tenía consulta de urgencias de urología, por lo que supuse que sería ese al que nos iba a mandar nuestro seguro. El hotel estaba a unos 5 minutos andando de la salida de la estación, pero debido al cansancio, el calor, las maletas y las circunstancias nos parecieron más. El hotel era el Guesthouse in Kyoto Karatachi Nanajo Ainomachi, que tiene aspecto tradicional por fuera pero completamente reformado por dentro. Las habitaciones son amplias y son como estudios, con tu zona de cocina, lavadora, etc, y con un baño que hace las veces de secadora también ![]() ![]() Cuando llegamos era pronto para hacer el check-in, ya que, en general, en todas partes es a partir de las 2 de la tarde como poco, muchas veces a partir de las 4. Hablamos con los empleados y nos dijeron que tenían preparada una de las 3 habitaciones que teníamos reservadas, así que nos la quedamos Victor y yo para que él pudiera descansar y empezar ya a llamar al seguro y gestionar la asistencia hospitalaria. Como me esperaba, nos dijeron que teníamos que ir al Takeda Hospital, el que está justo al lado de la estación de tren. En 5 minutos estábamos allí y preguntamos en el mostrador de admisión. Primer problema, ninguna de las chicas que había allí sabía inglés, pero nos dieron unos formularios para que fuéramos completando que sí estaban en inglés, y además le tomaron la temperatura. Como tenía fiebre le hicieron ponerse su mascarilla, como un japonés más ![]() Mientras rellenábamos el formulario apareció por allí una señora, trabajadora del hospital, que fue nuestra salvación. Ella sí hablaba inglés y fue la que estuvo pendiente de nosotros en todo momento, diciéndonos los pasos que teníamos que seguir y a qué consultas había que entrar. Le hicieron analíticas y una ecografía y le dijeron que la piedra había llegado a la entrada de la vejiga y que había ocasionado una obstrucción y retención de orina, de ahí la fiebre. Le pusieron más goteros y el médico de urgencias que le atendió le dijo que le pinchaban antibiótico, y que tenía que volver todos los días al hospital a que le pusieran uno durante 1 semana. Esto evidentemente nos trastocaba todos los planes, porque implicaba perder tiempo en ir al hospital y además cancelar las excursiones que teníamos programadas a Nara e Himeji. La intérprete nos comentó que el médico que le había visto era un internista, no un urólogo y que si queríamos una segunda opinión podíamos volver al día siguiente por la mañana temprano y nos atendería, y quedamos en que haríamos eso. Volvimos al hotel y pasamos el resto del día en la habitación, solamente salí un rato por la noche para comprar algo para cenar y desayunar en un combini cercarno al hotel. Los combinis son tiendas donde venden un poco de todo, y que vienen muy bien para hacer comidas rápidas con un presupuesto ajustado, tienen desde patatas fritas y guarrerías varias a bandejas de shushi, platos combinados de cocina japonesa, sandwiches, bebidas, dulces, etc. Me llamó la atención que pese a ser ya tarde, porque serían las 11 de la noche o así, seguía haciendo un calor y una humedad de mil demonios, de hecho se me empañaron las gafas nada más salir a la calle ![]() Los otros 4 componentes del grupo siguieron con el plan original y esa tarde aprovecharon para ver la zona más cercana al hotel: Torre de Kyoto, templos Higashi Hongan-ji (東本願寺) y Nishi Hongan-ji (西本願寺), mercado Nisjiki, etc. Nosotros de momento no pudimos disfrutar de la ciudad, aunque por otra parte nos evitamos los calores y agobios climatológicos con el aire acondicionado del hotel. Etapas 4 a 6, total 28
Sábado 29 de Julio:
Mientras el resto del grupo salían a conocer Kyoto siguiendo el planning que teníamos marcado, Victor y yo seguimos de médicos y reposo en el hotel. A primera hora de la mañana volvimos al hospital para ver al urólogo, y por suerte éste le cambió el tratamiento y además de darle un dilatador para facilitar la expulsión de la piedra también le dio el antibiótico en forma de pastillas, por lo que yo sería necesario volver todos los días al hospital como nos había dicho el del día anterior. También le dijo que era cuestión de días, que en unos 4 días seguramente echaría la piedra y problema resuelto. Nuestra intérprete me acompañó a la farmacia de nuevo para comprar los medicamentos y una vez allí nos dieron unos impresos para rellenar, en inglés, que forman parte de un estudio que está haciendo la Universidad de Kyoto para mejorar la atención a pacientes extranjeros, ya que según nos contaron, cada vez están teniendo más casos y necesitan mejorar la forma de atenderles. El resto del día lo pasamos en el hotel de nuevo. Al menos el hotel era el más cómodo del viaje y se estaba muy a gusto. Por la noche, nuestros amigos nos estuvieron contando lo que habían visto, hoy tocaba la zona de Higashiyama así que nos habíamos perdido el templo Kiyomizudera, las calles Sannezaka y Ninenzaka, el santuario Yasaka, el barrio de Gion.... vamos, algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad ![]() A la hora de la cena, como Victor se encontraba mejor, Mar se apiadó de mi y me llevó a cenar a un restaurante cerca de la estación. Era un restaurante típico japonés, con reservados donde había un par de mesas bajas para comer y donde tenías que entrar descalzo, dejando los zapatos en el pasillo. Fue mi primera toma de contacto con la gastronomía japonesa (quitando los combinis) y no estuvo nada mal. Etapas 4 a 6, total 28
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