22 días en Corea del Sur - Agosto 2019 (En construcción) ✏️ Blogs de Corea Sur

Nuevo día y más cosas para conocer. Hoy nos toca ir a Suwon, una ciudad situada a unos 30 kilómetros de Seúl.

La Fortaleza Hwaseong de Suwon ha sido la fortificación oficial de la ciudad de Suwon-si, provincia de Gyeonggi-do, desde fines del Período de Joseon (1392-1910). La fortificación comenzó a ser construida en 1794 y fue finalizada en 1796. Los muros de la fortaleza tienen 5,52 km de longitud y cuenta con cuatro puertas que coinciden con los puntos cardinales: al Norte, el portal Janganmun; al Sur, el Portal Paldalmun; al Este, el Portal Changnyongmun; y al Oeste, el Portal Hwaseomun.

Para ir a Suwon se puede hacer de dos formas:

- En metro: estación de Suwon (línea 1). Se tarda 1 hora o así desde Seúl y cuesta unos 1.500 wones.
- En tren: salen de Seoul Station y tardan unos 30 minutos. El precio ronda los 8.000 wones (depende del tipo de tren).

Aprovecho y os recomiendo la web de Korail para consultar los horarios de los trenes en Corea.

Otra web que nos ha salvado la vida es rome2rio; Goole Maps no funciona bien en Corea del Sur y, además, con rome2rio te aparecen opciones en transporte público, horarios, precios...Un descubrimiento para nosotros en este viaje.

Volviendo a Suwon, nosotros decidimos ir en metro. No teníamos ninguna prisa y, además, la combinación no era mala desde nuestro hotel. Una vez en Suwon hay que ir por la salida 4 hasta encontrar una marquesina justo a la salida por donde pasan los buses 11 y 13, que dejan en una de las puertas de la Fortaleza. Aunque veáis los tornos abiertos hay que pasar la T-Money al entrar y al salir; en una de las ocasiones a mi me dio error en la lectura de la tarjeta y se cerraron las puertas.


El recorrido alrededor de la Fortaleza son unos 6 kilómetros que nosotros hicimos por completo. Entre paradas a echar fotos, descansar, ver cosas, comer y demás tardamos unas 5 horas en hacerlo todo.


La verdad es que la Fortaleza resulta muy interesante, estar paseando entre esos muros y a pocos metros de distancia ver una ciudad con edificios modernos.


Llevábamos apuntado un restaurante para comer y la casualidad hizo que sobre las 14.30 horas estuviéramos aquí, justo al lado del restaurante.


El restaurante se llama Yeonpo Galbi y os aseguro que es la mejor barbacoa coreana que hemos probado en el viaje. Espectacular es poco.

Con el estómago lleno continuamos la marcha; hacía bastante calor así que os recomiendo llevar agua aunque allí podéis comprar. Dentro de la Fortaleza hay un punto (el más alto) desde el que se ve toda la ciudad; no es complicado llegar, hay escaleras pero se suben fácilmente. Una vez arriba, podéis disfrutar de las vistas.


También en la cima hay una campana que se puede tocar; cuando fuimos nosotros estaba cerrada pero os dejo los horarios y el significado de tocar la campana.



Tras esto, bajar es bastante sencillo y en una media hora estaréis ya en la entrada, habiendo completado el recorrido. Para volver a la estación cogimos el bus 11, que nos dejó en las salidas 11 y 7 del metro. En una horita estábamos de vuelta en Seúl. Tras descansar un poco en el hotel y darnos una ducha decidimos quedarnos a cenar por Itaewon; fuimos a un vegetariano, llamado Plant 2, que nos gustó bastante por lo que os lo recomendamos si queréis comer o cenar ligero. Nosotros, tras la barbacoa, lo necesitábamos.

Después de cenar nos dimos una vuelta y pronto a dormir. A las 6.30 horas suena el despertador, tenemos la excursión a la DMZ.

---

6.30 horas y suena el despertador. La DMZ nos espera.

La DMZ o zona desmilitarizada se encuentra a unos 50 kilómetros de Seúl y, por lo que leímos antes de ir, solo se puede visitar con una excursión. Leí en el foro que era posible hacerlo por libre pero, la verdad, me extraña un poco tras haber ido. En transporte público, desde luego, lo veo casi imposible; con coche privado a lo mejor se puede pero, como digo, no lo sé. Los lunes no es posible hacer la visita, tenedlo en cuenta cuando hagáis vuestra planificación.

Hay muchas agencias que ofertan excursiones y distintas modalidades; hay excursiones de medio día o de día completo. Las de día completo son las que suelen incluir la JSA y el puente sin retorno. La JSA (Joint Security Area) es la única zona donde se produce contacto y su función es que las dos Coreas puedan mantener contacto diplomático. Por su parte, el llamado puente sin retorno fue utilizado para el intercambio de prisioneros posterior a 1953. El origen de su nombre se refiere a la opción que los capturados por EEUU y Naciones Unidas tuvieron de cruzarlo o permanecer en el estado en el que habían sido capturados. Si decidían cruzarlo, no podían volver. El puente fue utilizado por última vez en 1968, cuando los tripulantes de un buque espía de Estados Unidos fueron obligados a cruzarlo hasta Corea del Sur. A mí me apetecía bastante ver el puente pero la excursión con la JSA nos pareció bastante cara (96.600 wones) y tampoco queríamos emplear todo el día.

Tras leer bastante nos decidimos por una excursión de medio día con Koridoor Tours. Nos costó 46.000 wones e incluía:

- Tercer túnel
- Observatorio Dora
- Comida (no incluida en el precio)
- Estación Dorasan
- Imjingak Park

La excursión hay que reservarla con 3 días de antelación como mínimo y se paga en el momento de reservarla. Leí que había que enviar copia del pasaporte pero a nosotros no nos pidieron nada, solo el número.

A las 7.45 horas estábamos en las oficinas de Koridoor Tours; están muy céntricas y fue uno de los motivos para elegir esta agencia, ya que desde el hotel tardamos unos 20-25 minutos. Al llegar tienes que enseñar el pasaporte y te entregan una acreditación que debes llevar colgada.

Puntualmente, a las 08.00 horas poníamos rumbo al primer destino de la excursión: el Tercer Túnel. Por el camino, la guía nos fue contando algo de la historia pero no esperéis gran cosa porque ella dice que hablaba en inglés pero yo tengo serias dudas. Así que entre su "coreanglish" y el sueño resultó bastante difícil enterarse de algo.

Tardamos una hora, aproximadamente, en llegar al Tercer Túnel. Os comento que, de todas las agencias que vi, Koridoor era la que más pronto salía; lo agradecimos bastante cuando llegamos al Túnel y solo estaba nuestro grupo (20-25 personas). Al llegar, te indican claramente que no puedes hacer fotos en el túnel y todas las pertenencias deben quedarse en una taquilla; además, hay que ponerse casco. Antes de bajar al túnel ponen un vídeo con la historia de los túneles (esta vez sí era inglés ). Hay varios túneles que conectan ambas Coreas y éste fue descubierto en 1978. Una vez visto el vídeo la guía nos dejó 40 minutos libres; casi todos fuimos al túnel ya que éramos los únicos allí y mejor verlo vacío.

Como no se pueden hacer fotos voy a intentar describirlo lo mejor posible para que ya decidáis si os interesa o no, porque hubo gente que se dio la vuelta. Para llegar al túnel primero hay que bajar casi un kilómetro; imaginaos un pasillo anchísimo en la roca con una cuesta abajo de la que no ves el final. Pues eso es. Una vez llegas abajo (tardas 5-10 minutos o así en bajar) empieza el túnel propiamente dicho. Es estrecho y, en algunas partes, hay que agacharse; yo me agaché en pocas y mido 1,64 pero mi chico se pasó agachado casi todo el recorrido. Se tardan, aproximadamente, unos 10 minutos en llegar al punto en el que no se puede avanzar más y hay que darse media vuelta. Aquí es cuando agradecimos haber salido tan pronto de Seúl; íbamos los primeros en el túnel y detrás 20 personas; no me quiero imaginar lo que es el túnel con varios grupos porque la vuelta se realiza por el mismo pasillo. Una vez has recorrido el túnel te toca subir hasta la salida; es una cuesta arriba, sin más, pero para gente mayor se puede hacer pesada. Mientras subíamos (éramos los primeros) nos cruzamos con un grupo de unas 50 personas; por eso, lo mejor es intentar entrar lo antes posible.

Una vez en la salida, todavía tienes tiempo libre y puedes elegir entre visitar el Museo de la DMZ o hacerte fotos en las famosas letras. Obviamente, nos fuimos a las letras Para ese momento, debía haber en el parking unos 8-9 autocares y todos se dirigían a la entrada del túnel.

El siguiente punto es el Observatorio Dora, desde el que se puede ver Corea del Norte. Hay varios telescopios (gratis) en la azotea pero con el zoom de la cámara las fotos no salen muy bien y, además, estaba nublado. La banderita que veis es Corea del Norte.


Lo bueno de esta excursión (para nosotros) es que cuando te bajabas del autocar la guía te decía a qué hora había que volver y te dejaba libertad. Cuando nos cansamos de mirar por los telescopios nos dimos una vuelta por el edificio del Observatorio; hay una sala con una maqueta y otra en la que proyectan un vídeo. Aquí ya encontramos mucha más gente, incluso grupos grandes de militares.

Tras ver el Observatorio nos dirigimos a comer a lo que parecía un espacio de trabajo, ya que había más gente comiendo. La comida costó 4.000 wones por persona, si no recuerdo mal, y era un pequeño buffet con comida coreana.

Tras esto, nos dirigimos a la estación de Dorasan, que sería bastante útil en una Corea unificada y que pretende conectar Corea con Rusia, China y países europeos, entre ellos España. Se puede bajar al andén pagando 1.000 wones pero nosotros preferimos quedarnos en la estación viendo la pequeña exposición que hay y consultando la información de cuando Bush estuvo allí. La verdad es que la estación es curiosa por la historia pero no tiene gran cosa.

Tras esto, tocaba el parque Imjingak, algo así como el parque de la Unificación. Es bonito de ver pero nos pareció un poco de relleno.


Pusimos rumbo a Seúl donde llegamos sobre las 14.15 horas. De la excursión os diré que es interesante pero nos pareció una turistada; no nos gusta mucho el concepto excursión organizada y eso se nota pero entendemos que ir a Corea del Sur implica, sí o sí, una visita a la DMZ. El Túnel y el Observatorio para mí hubiesen sido suficientes.

Tras pasar por el hotel nos dirigimos en autobús a la Torre de Seúl; hay varias formas de llegar:

- Bus
- Funicular de Namsan: 7.000 wones un viaje / 9.500 wones ida y vuelta
- Andando: no lo comprobé pero creo que es un paseíto cuesta arriba
- Metro: Chungmuro, Myeongdong y Dongguk University son las estaciones más cercanas

Andando y en metro toca subir la cuesta; con bus y funicular, no. Desde Chungmuro y Myeongdong hay buses que llevan a la Torre.


Acceder a la Torre tiene un precio de 10.000 wones que nosotros no pagamos básicamente porque estaba nublado y no íbamos a ver nada. Aunque no subas a la Torre hay miradores y restaurantes donde poder estar un rato disfrutando de las vistas.


Para bajar, nos apeteció probar el funicular. Honestamente, os lo podéis ahorrar. 7.500 wones para 5 minutos me parece demasiado. Las vistas están bien, sí, pero creo que no merece la pena pagar ese dinero.

Tras bajar, decidimos acercarnos al estadio del Mundial y al espacio cultural Oil Tank. Ambos sitios están al lado y la parada de metro es World Cup Stadium, no tiene pérdida



Se nos echaba encima la hora de cenar y os fuimos a Itaewon; cenamos en Luigi BBQ, un sitio estilo americano pero que estaba bien y cerca de nuestro hotel.

Nos vamos a dormir, ha sido un día muy largo y Sokcho nos espera.

---

Acaban nuestros días en Seúl y toca cambiar de ciudad. Nos vamos a Sokcho.

Corea del Sur tiene un buen sistema de transporte público; nosotros nos hemos movido sin problemas en autobús y tren. Eso sí, los precios de los billetes no son, precisamente, baratos. Deben rondar los precios españoles, aproximadamente.

En Seúl hay varias estaciones de bus; dependiendo del tipo de bus y del destino será necesario salir de una u otra. A nosotros, como he comentado, nos vino muy bien rome2rio para planificar los traslados.

Salimos del hotel y nos dirigimos en metro hasta la Estación de Autobuses Express (la parada de metro se llama igual) y nos dirigimos a las taquillas. Un consejo: llevad el nombre escrito en coreano e inglés porque muchas personas (la gran mayoría) ni hablan inglés ni hacen por entenderlo. Nosotros lo que hacíamos era enseñar el maps.me con el sitio al que queríamos ir ya que también aparece en coreano.

Hay muchos buses al día entre Seúl y Sokcho; podéis consultar los horarios aquí. No cogimos ningún billete de tren o bus por adelantado y no tuvimos ningún problema; como mucho, nos tocó esperar una hora si había buses o trenes llenos. Eso nos pasó para ir a Sokcho, una hora de espera que empleamos en desayunar en la estación de autobuses. El precio del billete, por cierto, fue de unos 15 euros por persona para un trayecto de 2 horas y algo. Un consejo: evitad ir a Sokcho en fin de semana; nosotros cogimos algo de atasco y era miércoles. Cuando volvíamos a Seúl dos días después (viernes) había un atascazo de impresión en el carril dirección Sokcho.

Llegamos a la estación de buses de Sokcho a las 2 de la tarde; nuestro alojamiento no estaba en el centro de Sokcho, sino a las afueras. Justo enfrente de la estación cogimos un bus que, en 10 minutos, nos dejó en Daepo Port. Nuestro alojamiento, Marine Guesthouse, estaba a 1 minuto andando de donde nos dejó el bus.

El alojamiento estaba muy bien, una guesthouse sencilla pero muy bien ubicada. Nos costó unos 100 euros las dos noches que es, más o menos, el precio que pagamos por hoteles de mayor categoría en otros lugares pero en agosto suben bastante los precios en Sokcho ya que van muchos coreanos de vacaciones a la playa.

Teníamos pensado ir a pasar la tarde a Naksan así que paramos a coger algo de comer en una tienda y volvimos a la parada de bus para llegar a Naksan. Si no recuerdo mal, el bus 9 es el que lleva a Naksan y tardan unos 15-20 minutos. Podéis usar la T-Money sin problemas, creo que el viaje son 1.000 wones.

Según la Wikipedia, el templo de Naksan fue construido en el año 671 por el monje budista Uisang Daesa (Gran Maestro Uisang), embajador del trigésimo Rey Munmu del período Silla.

Os recomiendo la visita ya que no es únicamente un templo sino que se trata de un parque en el que puedes ir viendo diversas edificaciones. La entrada son 3.000 wones.


En recorrer el parque se tardan un par de horas, más o menos. Y podéis disfrutar, aparte de las edificaciones, de este senda de ofrendas que a nosotros nos resultó muy curiosa.


La joya de la corona en Naksan es el templo que se encuentra justo al lado del mar.


Salimos del Parque sobre las 6 de la tarde y nos acercamos a la playa a dar un paseo; sobre la hora de cenar volvimos a Daepo Port para buscar un sitio. Os aviso de que todos los restaurantes allí sirven lo mismo: cangrejo y sashimi. El precio medio ronda los 70 euros una cena para dos personas; nosotros nos volvimos locos buscando un sitio en el que, por lo menos, cocinaran el pescado pero no hubo manera. Al final cenamos sashimi, que nos encanta, pero sí que hubiésemos preferido mezclarlo con algo de pescado a la plancha o similar.


Después de cenar, paseíto y a dormir. Al día siguiente empezamos con los trekkings, nos espera Seoraksan.

---