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6.30 horas y suena el despertador. La DMZ nos espera.
La DMZ o zona desmilitarizada se encuentra a unos 50 kilómetros de Seúl y, por lo que leímos antes de ir, solo se puede visitar con una excursión. Leí en el foro que era posible hacerlo por libre pero, la verdad, me extraña un poco tras haber ido. En transporte público, desde luego, lo veo casi imposible; con coche privado a lo mejor se puede pero, como digo, no lo sé. Los lunes no es posible hacer la visita, tenedlo en cuenta cuando hagáis vuestra planificación.
Hay muchas agencias que ofertan excursiones y distintas modalidades; hay excursiones de medio día o de día completo. Las de día completo son las que suelen incluir la JSA y el puente sin retorno. La JSA (Joint Security Area) es la única zona donde se produce contacto y su función es que las dos Coreas puedan mantener contacto diplomático. Por su parte, el llamado puente sin retorno fue utilizado para el intercambio de prisioneros posterior a 1953. El origen de su nombre se refiere a la opción que los capturados por EEUU y Naciones Unidas tuvieron de cruzarlo o permanecer en el estado en el que habían sido capturados. Si decidían cruzarlo, no podían volver. El puente fue utilizado por última vez en 1968, cuando los tripulantes de un buque espía de Estados Unidos fueron obligados a cruzarlo hasta Corea del Sur. A mí me apetecía bastante ver el puente pero la excursión con la JSA nos pareció bastante cara (96.600 wones) y tampoco queríamos emplear todo el día.
Tras leer bastante nos decidimos por una excursión de medio día con Koridoor Tours. Nos costó 46.000 wones e incluía:
- Tercer túnel
- Observatorio Dora
- Comida (no incluida en el precio)
- Estación Dorasan
- Imjingak Park
La excursión hay que reservarla con 3 días de antelación como mínimo y se paga en el momento de reservarla. Leí que había que enviar copia del pasaporte pero a nosotros no nos pidieron nada, solo el número.
A las 7.45 horas estábamos en las oficinas de Koridoor Tours; están muy céntricas y fue uno de los motivos para elegir esta agencia, ya que desde el hotel tardamos unos 20-25 minutos. Al llegar tienes que enseñar el pasaporte y te entregan una acreditación que debes llevar colgada.
Puntualmente, a las 08.00 horas poníamos rumbo al primer destino de la excursión: el Tercer Túnel. Por el camino, la guía nos fue contando algo de la historia pero no esperéis gran cosa porque ella dice que hablaba en inglés pero yo tengo serias dudas. Así que entre su "coreanglish" y el sueño resultó bastante difícil enterarse de algo.
Tardamos una hora, aproximadamente, en llegar al Tercer Túnel. Os comento que, de todas las agencias que vi, Koridoor era la que más pronto salía; lo agradecimos bastante cuando llegamos al Túnel y solo estaba nuestro grupo (20-25 personas). Al llegar, te indican claramente que no puedes hacer fotos en el túnel y todas las pertenencias deben quedarse en una taquilla; además, hay que ponerse casco. Antes de bajar al túnel ponen un vídeo con la historia de los túneles (esta vez sí era inglés
). Hay varios túneles que conectan ambas Coreas y éste fue descubierto en 1978. Una vez visto el vídeo la guía nos dejó 40 minutos libres; casi todos fuimos al túnel ya que éramos los únicos allí y mejor verlo vacío.Como no se pueden hacer fotos voy a intentar describirlo lo mejor posible para que ya decidáis si os interesa o no, porque hubo gente que se dio la vuelta. Para llegar al túnel primero hay que bajar casi un kilómetro; imaginaos un pasillo anchísimo en la roca con una cuesta abajo de la que no ves el final. Pues eso es. Una vez llegas abajo (tardas 5-10 minutos o así en bajar) empieza el túnel propiamente dicho. Es estrecho y, en algunas partes, hay que agacharse; yo me agaché en pocas y mido 1,64 pero mi chico se pasó agachado casi todo el recorrido. Se tardan, aproximadamente, unos 10 minutos en llegar al punto en el que no se puede avanzar más y hay que darse media vuelta. Aquí es cuando agradecimos haber salido tan pronto de Seúl; íbamos los primeros en el túnel y detrás 20 personas; no me quiero imaginar lo que es el túnel con varios grupos porque la vuelta se realiza por el mismo pasillo. Una vez has recorrido el túnel te toca subir hasta la salida; es una cuesta arriba, sin más, pero para gente mayor se puede hacer pesada. Mientras subíamos (éramos los primeros) nos cruzamos con un grupo de unas 50 personas; por eso, lo mejor es intentar entrar lo antes posible.
Una vez en la salida, todavía tienes tiempo libre y puedes elegir entre visitar el Museo de la DMZ o hacerte fotos en las famosas letras. Obviamente, nos fuimos a las letras
Para ese momento, debía haber en el parking unos 8-9 autocares y todos se dirigían a la entrada del túnel. El siguiente punto es el Observatorio Dora, desde el que se puede ver Corea del Norte. Hay varios telescopios (gratis) en la azotea pero con el zoom de la cámara las fotos no salen muy bien y, además, estaba nublado. La banderita que veis es Corea del Norte.
Lo bueno de esta excursión (para nosotros) es que cuando te bajabas del autocar la guía te decía a qué hora había que volver y te dejaba libertad. Cuando nos cansamos de mirar por los telescopios nos dimos una vuelta por el edificio del Observatorio; hay una sala con una maqueta y otra en la que proyectan un vídeo. Aquí ya encontramos mucha más gente, incluso grupos grandes de militares.
Tras ver el Observatorio nos dirigimos a comer a lo que parecía un espacio de trabajo, ya que había más gente comiendo. La comida costó 4.000 wones por persona, si no recuerdo mal, y era un pequeño buffet con comida coreana.
Tras esto, nos dirigimos a la estación de Dorasan, que sería bastante útil en una Corea unificada y que pretende conectar Corea con Rusia, China y países europeos, entre ellos España. Se puede bajar al andén pagando 1.000 wones pero nosotros preferimos quedarnos en la estación viendo la pequeña exposición que hay y consultando la información de cuando Bush estuvo allí. La verdad es que la estación es curiosa por la historia pero no tiene gran cosa.
Tras esto, tocaba el parque Imjingak, algo así como el parque de la Unificación. Es bonito de ver pero nos pareció un poco de relleno.
Pusimos rumbo a Seúl donde llegamos sobre las 14.15 horas. De la excursión os diré que es interesante pero nos pareció una turistada; no nos gusta mucho el concepto excursión organizada y eso se nota pero entendemos que ir a Corea del Sur implica, sí o sí, una visita a la DMZ. El Túnel y el Observatorio para mí hubiesen sido suficientes.
Tras pasar por el hotel nos dirigimos en autobús a la Torre de Seúl; hay varias formas de llegar:
- Bus
- Funicular de Namsan: 7.000 wones un viaje / 9.500 wones ida y vuelta
- Andando: no lo comprobé pero creo que es un paseíto cuesta arriba
- Metro: Chungmuro, Myeongdong y Dongguk University son las estaciones más cercanas
Andando y en metro toca subir la cuesta; con bus y funicular, no. Desde Chungmuro y Myeongdong hay buses que llevan a la Torre.
Acceder a la Torre tiene un precio de 10.000 wones que nosotros no pagamos básicamente porque estaba nublado y no íbamos a ver nada. Aunque no subas a la Torre hay miradores y restaurantes donde poder estar un rato disfrutando de las vistas.
Para bajar, nos apeteció probar el funicular. Honestamente, os lo podéis ahorrar. 7.500 wones para 5 minutos me parece demasiado. Las vistas están bien, sí, pero creo que no merece la pena pagar ese dinero.
Tras bajar, decidimos acercarnos al estadio del Mundial y al espacio cultural Oil Tank. Ambos sitios están al lado y la parada de metro es World Cup Stadium, no tiene pérdida
Se nos echaba encima la hora de cenar y os fuimos a Itaewon; cenamos en Luigi BBQ, un sitio estilo americano pero que estaba bien y cerca de nuestro hotel.
Nos vamos a dormir, ha sido un día muy largo y Sokcho nos espera.
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