Lunes 19 de agosto de 2019
Por la mañana tomamos el tren de Angers a Nantes, tarda alrededor de una hora.
Al llegar a
Nantes y después de dejar las maletas en el hotel, lo primero que vamos a visitar son las Máquinas de la isla.
Les Machines de l’île son un proyecto artístico que combina la fantasía de Julio Verne (probablemente el nantés más famoso) con la estética industrial steam-punk. Sus instalaciones se encuentran en una isla en el Loira, justo en el centro de Nantes.
Estas máquinas constan en la actualidad de tres elementos, por un lado está el
Elefante mecánico de 12 metros de altura, construido en acero y madera, con capacidad para 50 personas, que pasea por la isla solemnemente. Sus movimientos son súper realistas, desde sus pasos al caminar hasta cuando saca agua por la trompa.
El segundo elemento que forma este proyecto es el
Carrusel de los Mundos Marinos.
La estructura consta de tres tiovivos uno encima del otro, en cada piso se puede montar en las extrañas y fantásticas criaturas. El primer piso representa el fondo marino, en el segundo se pueden encontrar todo tipo de peces y el tercero es la superficie, con barcos y otros vehículos imaginarios. Cada uno de los elementos está articulado en varias partes, y los activa manualmente quien esté montado y al girar el tiovivo, todo cobra movimiento.
El tercer elemento es la
Galería de las Máquinas. En los antiguos astilleros nos encontramos el almacén de los prototipos del proyecto más ambicioso de esta compañía, el
Árbol de las Garzas.
Cuando esté construido, este árbol será una estructura de 30 metros de alto y 50 de diámetro. Combinará los elementos vegetales, con plantas en todas las ramas, con animales mecánicos móviles. El árbol tendrá un circuito para que 450 personas a la vez puedan estar paseando por el árbol o montadas en las dos enormes garzas que coronarán la estructura.
En esta nave industrial se muestra la maqueta del árbol así como varios animales ya construidos: pájaros, insectos y demás.
El guía nos explica a los visitantes, en grupos de unos 40 o 50, (en francés, y no entendemos nada) el funcionamiento de cada máquina, y permite a un visitante montar en ella durante la demostración. Estos bichos mutantes se mueven lenta y mecánicamente y le dan a todo el asunto un aire de ciencia ficción.
Sin duda, valdrá la pena visitar el árbol cuando esté finalizado (se prevé que en el 2021, aunque llevan años retrasando la fecha).
Los tickets para cada uno de estos elementos (elefante, carrusel y galería) se compran separadamente. Para comprar la entrada para la galería tuvimos que hacer ¡una hora de cola!
Todos los tipos de entrada dan derecho a visitar el
taller, donde a diario trabajan construyendo nuevas máquinas, y un prototipo de una
rama del gran árbol.
Han pasado unas tres horas y media y nuestro amigo Pedro se tiene que ir. No nos ha dado tiempo a visitar el taller y el árbol todavía.
Lo acompañamos a la estación y volvemos, tenemos que comer pero no hay muchas opciones, son las cuatro de la tarde y los pocos restaurantes que hay cerca están cerrados. Nos salva un mísero hot dog. Estamos media horita más visitando el taller y la rama.
Ahora toca dar una vueltecita por el centro de Nantes. Es popular el
pasaje Pommeraye, una elegante galería con el techo acristalado y amplias escalinatas.
Nos topamos con varias instalaciones artísticas originales y cuando estamos cansados nos paramos a tomar una cervecita y luego a cenar, la oferta es variadisima aquí en el casco antiguo.
El hotel de esta noche es
The Originals Nantes Centre Gare Novella, con dos estrellas, es cómodo, económico y está situado cerca de la estación de tren.
Martes 20 de agosto de 2019
Hoy es nuestro último día, nuestro vuelo sale por la noche, así que vamos a aprovechar lo que nos queda de Nantes.
Después de desayunar pasamos por la
catedral, de estilo gótico. Aquí se encuentra el sepulcro de los duques de Bretaña.
Y a continuación visitamos el hogar de los duques, el
castillo.
Esta fortaleza con foso incluído es actualmente el museo de historia de Nantes y centro de exposiciones. Se puede entrar libremente en el patio y recorrer los 500 metros de perímetro de la muralla.
En el interior del patio nos encontramos con la residencia ducal, una elegante edificación gótica. Para descender de la muralla se ha instalado (creo que temporalmente) un divertido tobogán.
A pocos cientos de metros y visible desde el castillo se encuentra la
torre LU, parte de lo que fue la fábrica de las populares galletas nantesas durante más de un siglo. Lo que se salvó de la demolición es desde el año 2000 un centro de creación y cultura contemporánea, al que han llamado
le Lieu Unique (el lugar único), en un original guiño al nombre de la empresa de galletas.
Tiene una bonita cafetería con vistas al tranquilo Erdre, el pequeño afluente del Loira, al que se une pocos metros más abajo.
En la calle Kervégan, situada en el barrio
Île Feydeau, que solía ser una isla del Loira, abundan los restaurantes. Elegimos un económico indio para comer.
Posteriormente visitamos la
Île de Versailles, situada en el río Erdre, al norte del casco antiguo, pero accesible caminando.
En esta pequeña isla artificial se encuentra un concurrido jardín japonés, con todo tipo de detalles: bambús, lagos, puentecitos, cascadas… Damos un apacible paseo.
Retrocedemos en tranvía hasta el muelle. Para finalizar el viaje visitamos el antiguo pueblo pesquero de
Trentemoult.
Para los ferries, que salen desde el muelle Marine et Loire Cròisieres, sirve el mismo
ticket que para el tranvía. Tenemos comprado un bono de 10 viajes con los que se puede hacer trasbordo durante una hora.
La frecuencia del “Navibus” es de unos 20 minutos y el trayecto no llega a 10.
Trentemoult es muy pequeño.
En la calle que da al río hay varios bares y cafeterías, luego en las callejuelas internas sólo hay pequeñas casas pintadas de colores alegres, con frondosas plantas en los alféizares y patios y varios gatos que siestean, curiosean y pasean. Estamos aproximadamente una hora.
Y finalmente después de cenar pronto, tomamos el
shuttle para ir al aeropuerto. Este bus se toma desde detrás de la estación de tren, no está muy bien indicado. Tiene una frecuencia de 20 minutos entre semana y 30 minutos los fines de semana. El billete cuesta 9€, que se paga al conductor.
Y tras un tranquilo y puntual vuelo, volvemos a estar en casa.
Y así se acaba nuestro viaje y nuestro diario. Agradezco al lector su tiempo, a Pedro su compañía y a Roger sus fotos y su buen humor incondicional.
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Últimos 5 Mensajes de 1245
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elanorH12
 Indiana Jones
 21-05-2009 Mensajes: 1729
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Buenos días.
Sólo opino sobre el día uno. Me parece demasiado en un día.
Nosotros en Chenonceau estuvimos tres horas, viendo castillo y jardines. Y eso que se puso a llover y acortamos un poco la visita a los jardines, que si no fácil estamos más tiempo.
Y los jardines de Villandry no estuvimos, porque teníamos que elegir sólo un sitio, pero lo tenía preparado también, y me parecieron muy grandes, para recorrerlos tranquilamente te llevaría bastante tiempo.
Yo quitaría cosas.
Del segundo día no te digo nada, porque esa zona no la tenía preparada.
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jaurmi
 Experto
 02-08-2019 Mensajes: 141
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Vale a ver cómo lo organizamos.
Pensábamos estar en el castillo de Chennonceau desde las 10 hasta las 13 aprox. Y luego ir a comer a Saumur, que hemos visto que es un pueblillos majo.
Y luego sobre las 17h ir a ver los jardines de Vilandry. Por eso habíamos todo eso el primer día, que las otras 2 paradas eran más justillas de tiempo
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elanorH12
 Indiana Jones
 21-05-2009 Mensajes: 1729
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Yo para ir más tranquilos quitaría los dos castillos que queréis ver por fuera, porque los trayectos también llevan tiempo.
Y en Chenonceau mirad de comprar las entradas por internet, o estad allí a las nueve, porque si vais en verano, fin de semana o puente las filas para comprar las entradas os pueden hacer perdar bastante tiempo.
Saumur no he estado, pero por lo visto en internet, merece dedicarle un tiempo para verlo.
Otra opción sería comer de picnic, y así tenéis más tiempo para visitas, porque si vais de restaurante, os costará más rato.
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gasolines
 Willy Fog
 15-08-2007 Mensajes: 16761
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El día 1 no iria hasta Saumur. Como mucho llegaría hasta Ussé y volvería para ver Villandry y Langeais. Como te han comentado tanto a Chenonceau como Villandry , minimo se te van a ir 3 horas en cada uno, sobre todo en Chenonceau.
En cuanto al día 2, no se si quieres visitar los 3 castillos, pero si es así, yo me limitaría a ver dos por dentro (Chambord para mí sería obligatorio) y el otro por fuera.
Saludos
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Salodari
 Moderador de Diarios
 03-04-2009 Mensajes: 22874
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