![]() ![]() 11 DÍAS POR BRETAÑA Y NORMANDÍA CON NUESTRO COCHE. ✏️ Blogs of France
Pueblos con magia, castillos de cuento, costas, faros y el Monte San Michel en 11 días.Author: Oblomgo Input Date: ⭐ Points: 4.9 (19 Votes) Index for Blog: 11 DÍAS POR BRETAÑA Y NORMANDÍA CON NUESTRO COCHE.
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![]() VANNES-AURAY. 20 kilómetros. AURAY-CARNAC. 15 kilómetros. CARNAC-QUIBERON. 20 kilómetros. QUIBERON-PONT-AVEN.100 kilómetros. PONT-AVEN-CONCARNAU. 18 kilómetros. CONCARNAU-QUIMPER. 30 kilómetros, Amanece un nuevo día, volvemos a desayunar en el apartamento y rehacemos las maletas, pasamos por una boulangerie a comprar pan y croissants y vamos hacia Auray. Auray es una pequeña ciudad, en la que lo más destacable es su puerto de Saint Goustan, del que dicen que se conserva igual que en el siglo XV, nosotros conseguimos aparcar en un sitio libre y gratuito muy al lado de dicho puerto, desde el que recorrimos brevemente la ciudad. ![]() ![]() No nos enamoró Auray, hemos visto pueblos más visuales, para nosotros es una visita prescindible. Siguiente parada, Carnac y sus yacimientos megalíticos, aparcamos en un aparcamiento gratuito habilitado para ello y vamos a visitar el monumento prehistórico más grande del mundo, con casi 3000 menhires con alineaciones de hasta 1 kilómetro. Hay cuatro zonas o agrupamientos diferentes, a saber: Menec (1099 menhires), Kerlescan (540 menhires), Kermario (982 menhires) y Petic Ménec (100 menhires). Éste es un recorrido mixto, parte lo haces en coche y hay circuitos para hacer la visita andando, a nosotros nos gustó mucho esta visita, nos pareció muy interesante y extraña ver tantas piedras alineadas. Muy recomendable. ![]() ![]() Campos de setas. ![]() También visitamos el túmulo de Saint Michael. ![]() Camino hacia la península de Quiberon, atravesamos la carretera costera mientras vamos observando a un lado playas y al otro la costa más salvaje, se pueden ver restos de varios bunkers. Es una carretera con muchas curvas y mucho tráfico, como no nos estaba llamando la atención, cuando llegamos a Saint Pierre de Quiberon, decidimos darnos la vuelta y seguir con el planning del día. Pont-Aven, apodada “la ciudad de los pintores”, este pequeño pueblo en el que Gauguin fundó una escuela de pintura que dotó de notoriedad a esta población, también es famoso por sus galletas de mantequilla y es muy apetecible dar un paseo por la ribera del río, donde se pueden ver varios molinos y lugares que parecen sacados de un cuadro impresionista. Hay un parking público gratuito donde dejar el coche y empezar la visita y así hacemos ![]() ![]() ![]() ![]() En algo menos de una hora hemos visto lo más destacable, así que compramos un par de paquetes típicas de aquí (sabrosísimas) y un paquete de magdalenas, también de mantequilla y también riquísimas. Aprovechamos el magnífico césped del aparcamiento y nos preparamos nuestros bocadillos, antes de poner camino a Concarneau, nuestra penúltima parada del día. Pont Aven nos ha parecido una parada muy agradable, recomendable. Concarneau se fundó en una antigua isla fortificada, la Ville Close, donde se ubica el casco histórico. Volvemos a aparcar gratis siguiendo las señales que nos van indicando y nos encaminamos a la Ville-Close. A mí la entrada me pareció espectacular, digna de Juego de Tronos y me recordó un poco a la entrada a Dubrovnik. Lo cierto es que fue lo que más nos gustó, por dentro sólo hay negocios dedicados al turismo, es bonito pero pierde mucho encanto. Deambulamos por dentro de la muralla y nos marchamos. La entrada a la fortaleza nos ha parecido súper vistosa, el resto no está a la altura a nuestro gusto, pero nos parece una parada recomendable. ![]() ![]() ![]() Afrontamos ya la última parte del día de hoy, llegar a Quimper y su visita. Hoy el tiempo no acompaña del todo y en la última parte del día se pone a llover y no lo deja en unas horas, así que nos toca poner buena cara al mal tiempo, nos pertrechamos con nuestros chubasqueros y después de acomodarnos en el Hotel Oceanía, nos vamos a conocer Quimper. A escasos cinco minutos desde nuestro hotel está la Catedral de Saint Corentin, o mejor dicho la deslumbrante Catedral gótica de Saint Corentín!!. Que desde el primer momento que la vimos, nos enamoró y se convirtió en una de las imágenes más icónicas de nuestro viaje por la Bretaña. Destacan sus agujas que se alzan por encima de los setenta y cinco metros de altura, también es reseñable, la ausencia de alineación entre el coro y la nave (dicen que para recrear la posición de la cabeza de Jesús en la Cruz) ![]() ![]() Pasamos a visitar su interior, que no impresiona tanto como por fuera, debido a que el mobiliario, las estatuas, fueron quemadas en 1793, aún así nos gustan sus vidrieras. ![]() Permanecemos un rato dentro a ver si amaina y como no lo hace, seguimos visitando esta ciudad que te transporta al Medievo. Nos dejamos llevar, yendo y viniendo por las solitarias calles de Quimper, la lluvia por un lado desluce la visita, por otro nos da el plus de tener la ciudad casi para nosotros solos. Caminamos por la rue Kereon, la rue du Guedoet, Boucheries, place au Beurre…. ![]() ![]() ![]() Un rato después, la lluvia nos dio una tregua y conseguimos sitio para cenar en una crepería dónde comimos unas galettes saladas y otras dulces y nos fuimos caminando tranquilamente hasta el hotel. A pesar de la lluvia, Quimper nos ha parecido una ciudad muy bonita, que te transporta al pasado y la imagen de la catedral de Saint Corentin. Muy recomendable ![]() El Hotel Oceanía Quimper, fue “el hotel más hotel” de todos los del viaje, habitación amplia, colchón muy cómodo y un desayuno buffet muy completo. Muy recomendable Journeys 4 to 6, Total 11
![]() QUIMPER-PONT CROIX. 40 kilómetros. PONT-CROIX-PUNTA DE RAZ.23 kilómetros. PUNTA DE RAZ-LOCRONAN. 46 kilómetros. LOCRONAN-HUELGOAT. 53 kilómetros. Otra vez a madrugar, preparar las maletas e ir a ver lo que se nos quedó ayer pendiente. Nuestro plan, con las previsiones meteorológicas en la mano que daban lluvia a partir de las ocho de la mañana, era salir pronto, turistear y volver a desayunar al hotel para iniciar nuestro camino del día. Pero cuando estábamos dispuestos a salir del hotel se puso a llover a lo bestia, así que cambio de planes (el orden de los factores no altera el producto), desayunamos como campeones y a esperar como ser comporta el día. Vemos la Prefectura al otro lado del río Odet ![]() Es una ciudad muy bonita, cuenta con multitud de pasarelas peatonales engalanadas con flores para cruzar el río, que aprovechamos para volver a visitar el casco histórico ![]() Da igual las veces que hayamos visto la Catedral, nos sigue impresionando ![]() Observamos parte de las murallas originales ![]() ![]() Y para despedirnos de la ciudad, volvemos una vez más por la Rue Kereon, la calle más comercial de la ciudad y que debe su nombre a los zapateros que trabajaban y vendían sus productos. Desde esta calle son visibles las agujas de la omnipresente Catedral de Saint Corentin ![]() A pesar de que se nos ha quedado en el tintero poder visitar el Barrio de Locmaria, origen de la ciudad, así como los jardines de la muralla, nos ha gustado muchísimo esta ciudad. Muy recomendable la visita a Quimper. Repostamos gasolina en la propia ciudad a mucho mejor precio que en los trayectos, además aquí es como en España, te pones la gasolina y entras a pagar, no tarjeta, no retenciones de crédito. ![]() Se pasa por pueblos pequeños que de vez en cuando te sorprenden con algo que ver, en este caso, un pequeño calvario. ![]() ![]() Nos dirigimos a la Punta de Raz, pero antes hacemos una parada en Pont Croix, una pequeña ciudad de estilo medieval con típica arquitectura bretona. Nos sorprende la belleza de la iglesia de Notre Dame de –Roscudon, con su aguja que se levanta 67 metros. Visitamos su interior y caminamos por sus calles de piedra, admirando sus casonas antiguas. ![]() ![]() ![]() A través de carreteras secundarias llegamos a la Punta de Raz, Finisterre, el fin de la tierra. Hay un aparcamiento habilitado para su visita y que es de pago, pero fue aquí donde nos enteramos que el 18 y el 19 de septiembre eran los días del Patrimonio y por este motivo, este día el no se pagaba por estacionar, luego nos daríamos cuenta que no sólo sería gratis el aparcamiento, también las entradas a los monumentos. Para llegar al faro y al cabo propiamente dicho, hay un sendero que te toma de 20 a 30 minutos, mientras puedes ir disfrutando de las magníficas vistas que ofrece el océano. Cuanta con imponentes acantilados de más de setenta metros de altura, desde los que se puede divisar la isla de Sein y el faro cuadrado del islote de la Vieille. Este promontorio, tiene una característica forma de proa que se proyecta sobre el océano Atlántico. Cuando hice el esbozo del itinerario, tenía dudas si incluir esta visita, y menos mal que si lo hice, a nosotros fue un sito que nos gustó mucho, a pesar de que estaba nublado, la temperatura era muy agradable y el viento era prácticamente nulo. Para nosotros una visita muy recomendable ![]() ![]() ![]() Nos asomamos al otro lado, echamos un buen rato contemplando la bravura del mar y completamos el recorrido circular para recoger de nuevo el coche y seguir nuestro viaje. ![]() Continuamos viaje, siguiente parada, Locronan, uno de los pequeños pueblos con carácter y uno de los pueblos más bonitos de Francia. En Locronan hay que dejar el coche en un aparcamiento de pago habilitado para los turistas y que al igual que en Punta de Raz, también es gratuito hoy. Unos eurillos de ahorro siempre vienen bien. ![]() Caminamos por sus calles, el pueblo tiene buena pinta, sus calles de piedra, la ausencia de tendido eléctrico, de semáforos y de antenas, así como la prohibición de tráfico rodado, intentan darle un carácter más auténtico, más genuino. ![]() Este es un pueblo pequeño, bastante pequeño, de hecho lo más reseñable de Locronan es su Grand´Place, a la que accedemos por una de sus adoquinadas calles. ![]() La Grand´Place, es una preciosa plaza rodeada de mansiones renacentistas construidas en granito- Como en casi todos estos pueblos, hay un pozo en el centro. No es de extrañar que se hayan rodado varias películas aquí. ![]() ![]() ![]() Aquí también se encuentra la Iglesia de Sain-Ronan y la capilla anexa de Pénity, que se encuentran unidas e intercomunicadas, visitamos su interior. ![]() Y caminamos por sus calles. ![]() ![]() Locronan es un pueblo precioso, con una plaza espectacular que enamora, pero esta visita nos ha dejado un sabor agridulce, es que es tan pequeño!! y se ve tan rápido que te deja con ganas de más. Es una visita recomendable, diría que imprescindible, pero nos han gustado más otros pueblos ya vistos, tan bonitos y más completos. Después de comer en una de las mesas y bancos que se encuentran al lado del aparcamiento, ponemos rumbo a Huelgoat, última parada del día, mientras el cielo cada vez está más negro y amenazador. Dejamos el coche al lado del lago, desde donde empiezan varias rutas de senderismo por el bosque de Huelgoat. Se pone a llover con fuerza, esperamos resguardados en el coche más de media hora e intuyendo que no tiene pinta de parar, nos vamos a realizar esta ruta pertrechados con nuestros chubasqueros y a caminar bajo la lluvia. ![]() ![]() Lo primero que vemos es la roca temblante, con sus 137 toneladas y de la que dicen que cualquiera puede hacerla tambalear si sabe el punto exacto donde empujar ![]() Después vemos el champiñón. ![]() Le Menage de la Viergé, un sitio donde si le echas imaginación podrás ver diversos utensilios de cocina, cucharón, caldera, ollas, el fuelle. En realidad yo creo que si te dicen que puedes ver un elefante, también lo verías…. ![]() ![]() Ahora le toca el turno a la gruta del diablo ![]() ![]() Y finalizamos en el molino del caos, continúa lloviendo, hemos visto como los bomberos están practicando un rescate a un chico joven que se ha bajado al cauce del río a por su “selfie” y se va a llevar una pierna rota y un susto grande, así que ponemos fin a la ruta que nos ha llevado algo menos de dos horas ![]() No nos ha emocionado la visita, de hecho para nosotros es un poco decepcionante, habíamos leído que era una visita muy recomendada y a nosotros no nos ha dicho gran cosa, ¿es bonito?, si, ¿merece la pena desviarse hasta aquí?. Pues honestamente, no para nosotros, hemos visto bosques bastante más atractivos aquí en España. De volver, no repetiríamos Huelgoat, seguramente nos hubieran gustado más ver calvarios. Nos instalamos en nuestro alojamiento de hoy, damos una vuelta por el pueblo ahora que ya ha dejado de llover y finalmente terminamos en la plaza del pueblo, donde nos comemos unas pizzas que están bastante buenas y ponemos fin al día de hoy. Ti Ar Bugale, una habitación independiente en una casa regentada por una pareja encantadora, que hace lo indecible por ayudar o comunicarse contigo y te recibe con unos bombones, galletas y agua.. La habitación era muy amplia, con una cama confortable y un ambiente muy acogedor. Muy buen ubicado en una calle sin problemas de aparcamiento y gratuito. Muy recomendable. Journeys 4 to 6, Total 11
![]() HUELGOAT-TREBEURDEN. 65 kilómetros. TREBEURDEN-TREGASTEL-SAINT GUIREC-PLOUMANACH-PERROS GUIREC. 25 kilómetros. PERROS-GUIREC-ABADÍA DE BEAUPORT. 39 kilómetros. ABADÍA DE BEAUPORT-DINAN. 105 kilómetros. Cómo nos gusta levantarnos y tener preparado un desayuno así!!, pan recién hecho, croissants, mermeladas, bizcochos, todo casero y del terreno. Con la energía a tope, cargamos nuestras maletas al coche, nos despedimos de nuestros anfitriones (que majos son estos bretones), y buscamos una boulangerie donde comprar pan y croissants. Hoy tenemos algo más de una hora de conducción antes de llegar a nuestra primera parada de hoy, Trebeurden, población que forma parte de la costa de granito rosa, zona costera del norte de Bretaña y una de las tres que existen en el mundo junto con la de Córcega y China. Nuestra idea es llegar hasta Trebeurden e ir bordeando la costa en coche pasando por Tregastel, Saint Guirec, Ploumanach hasta llegar a Perros-Guirec. ![]() ![]() ![]() Las nubes van y vienen, de repente sale el sol y hace un día radiante como en cinco minutos se tapa todo y se convierte en un día nublado, así es la Bretaña. Conducimos disfrutando del paisaje y de la conducción tan calmada que se estila por aquí. Llegamos finalmente a Perros-Guirec, dejamos el coche en un aparcamiento gratuito cercano a la playa de Trestraou y comenzamos a caminar por la senda de los aduaneros (llamado así porque a principios del siglo XX lo utilizaban los contrabandistas), un recorrido perfectamente señalizado por la costa, sin apenas desnivel y con unas vistas magníficas de calas, playas y enormes rocas de granito rosa. ![]() ![]() ![]() Caos de rocas ![]() Este camino es una delicia para la vista, las nubes van y vienen y los tonos y colores van cambiando. ![]() ![]() Las rocas adoptan formas caprichosas, aquí con imaginación también puedes ver figuras curiosas. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Vamos avanzando, ya divisamos el faro de Ploumanac´h, o de Men Ruz, construido en granito rosado, situado sobre una gran roca con un puente, al que accedes desde un camino rodeado de rocas. ![]() ![]() Nos acercamos a visitar el faro, avanzamos un poco más y un rato después emprendemos el camino de vuelta por el mismo sendero por el que hemos llegado hasta aquí. El recorrido han sido unos 8 kilómetros ida y vuelta en el que hemos invertido unas dos horas. Esta visita nos ha encantado, no teníamos puestas demasiadas expectativas en esta parte de la ruta y nos ha parecido más que muy recomendable, imprescindible. Un lugar muy sugerente y que se convirtió en uno de nuestros sitios favoritos de nuestro viaje por la Bretaña. Proseguimos nuestro camino, hace un día magnífico entre sol y sombra con una temperatura ideal. Después de comer en ruta, nos dirigimos a la Abadía de Beauport, catalogada como un “Grand sité de France”. Fue fundada hace más de ocho siglos y fue un punto de partida de los peregrinos bretones que iban a Santiago de Compostela. Aparcamos y nos llevamos la agradable sorpresa que la entrada sigue siendo gratuita al ser día del patrimonio, nos dan un mapa del lugar y vamos a recorrerla, tranquila y pausadamente. ![]() ![]() ![]() Su situación, construida en lo alto dominando el mar y la isla de Saint Riom, hacen de éste un emplazamiento cargado de belleza y sus ruinas góticas acentúan su misticismo y su aire mágico. Un lugar con mucho encanto y que nos gustó, para nosotros una visita recomendable, para la que invertimos algo más de una hora. ![]() Afrontamos ya el último desplazamiento del día, vamos a Dinan, donde dormiremos hoy y que se convirtió en nuestro pueblo favorito de los visitados. Entramos al pueblo por el puerto, seguimos las indicaciones que nos dirigen a uno de los aparcamientos preparados para ellos, pero se encuentra lleno, volvemos a la zona del puerto, donde tenemos nuestro alojamiento y en ese momento encontramos un sitio libre donde poder dejar el coche. Nos acomodamos en la habitación y nos lanzamos a visitar el pueblo. El alojamiento está muy bien ubicado, al lado del puerto deportivo, situado en la parte baja de la ciudad, extramuros pero a cinco diez minutos de todo el meollo. ![]() Dinan, ciudad medieval, está emplazada sobre una colina, dominando el rio Rance, está rodeada por casi tres kilómetros de murallas (las más largas de Bretaña) con sus catorce torres y cuatro puertas monumentales y cuenta con más de 130 casas con entramado de madera. Dicen que es una de las ciudades más fotografiadas de toda Francia. Enseguida ganamos la calle Jerzoual, que conecta el puerto con la ciudad y que data del siglo XIII, empinada calle adoquinada que nos da una primera visión de la belleza de esta ciudad, ya que contiene gran cantidad de casas con hermosas fachadas medievales de madera. ![]() ![]() ![]() ![]() Llegamos a la basílica de Saint-Sauver, curiosa ya que posee estilos románico, barroco, gótico y clásico. Entramos a visitarla. ![]() ![]() Continuamos caminando y llegamos a la torre del reloj, hay mucha gente en la cola para subir a ella, así que pasamos de largo. ![]() Llegamos al castillo de Dinan (gratuito hoy también, con lo que nos hemos ahorrado unos cuantos euros) del siglo XIV y vamos a verlo, su visita nos lleva cerca de hora y media, y es recomendable subir al torreón Coëtquen, desde donde conseguirás unas vistas magníficas de Dinan. ![]() ![]() ![]() Recorremos las calles de esta joya de ciudad medieval. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Nos sentamos en una terraza, tomamos unas cervezas mientras vemos como la ciudad se va vaciando a medida que los comercios cierran sus establecimientos sobre las siete de la tarde. Estas ciudades son preciosas, pero lo son aún más cuando sus calles se vacían y te sientes en la Edad Media. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Deshacemos el camino por la calle Jerzoual, desierta a estas horas y que nos deposita de nuevo en ell puerto deportivo donde cenamos los famosos cubos de mejillones acompañados de patatas fritas. Como ya he dicho Dinan nos ha enamorado, es una visita imprescindible. Le Poisson Ivre, es un hotel-restaurante que no nos gustó, el trato fue muy impersonal sin apenas información , habitación en el último piso muy incómoda de llegar , con unas escaleras muy empinadas, no nos dijeron nada de horarios, ni contraseña Wi-fi, el desayuno muy normalito y aunque esté muy bien ubicado, no lo recomendamos, si volviéramos nos buscaríamos otros alojamiento. Journeys 4 to 6, Total 11
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