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MONT SANT MICHAEL-CEMENTERIO CANADIENSE BENI SUR MER. 145 kilómetros.
BENI SUR MER-PLAYA DE ARROMANCHES. 16 kilómetros.
ARROMANCHES-LONGUES SUR MER BATTERY. 8 kilómetros.
LONGUES SUR MER-BAYAIX. 9 kilómetros.
Da gusto levantarse cuando el día está soleado, tienes por delante la visita a la Abadía de Saint Michel y más tarde dirigirnos a Normandía, a la zona de las playas del desembarco del día D. Y más aún cuando vemos el espectacular desayuno que tenemos preparado en la mesa. Café, té, chocolate, zumos, mermeladas, mantequillas, dulce, salado, todo casero, todo riquísimo, era un espectáculo la mesa.
Esta vez llevamos el coche hasta el aparcamiento y una vez estacionado nos montamos en las lanzaderas que nos llevarán hasta la última parada, a los pies del monte. Volvemos a subir por la calle principal, ahora las calles están silenciosas, las tiendas y restaurantes aún no han abierto y todavía no han llegado las montoneras de gente.
Entramos en la abadía, nosotros habíamos comprado días antes la entrada por internet, 11 euros cada entrada y 3 la audioguía.
Esta abadía benedictina, importante lugar de peregrinaje en el pasado y que también fue utilizada como cárcel, empezó a construirse en el siglo X y a mí me pareció un lugar mágico. Es majestuosa tanto por fuera, como por dentro.
Estuvimos una hora y media embelesados con la visita. Nos encantó y nos parece que su visita es imprescindible.
Contentos por nuestra visita al Monte, nos montamos en la lanzadera que nos llevará hasta el aparcamiento (a nosotros nadie nos pidió el ticket del parking para acceder ). Pagamos 14,90€ por las dos horas y media que ha estado el coche aparcado y nos marchamos hacia Normandía.
Se nota el cambio entre Bretaña y Normandía, ésta también es muy verde, hay mucho maíz, pero los arcenes no están “tan arreglados”, las casas de los pueblos parecen más del día a día y la conducción ya no es tan amable, sin ser agresiva.
Llegamos con un día espléndido a nuestra primera parada, el cementerio canadiense Beny Sur Mer, que está abierto las 24 horas del día.
Contiene en su mayoría soldados canadienses caídos el día del desembarco o en días cercanos a ellos. Se siente algo al entrar, es un sitio “bello”, se respira paz, es paradójico.
Está inmaculadamente pulcro y bien cuidado.
Ahora vamos a Longues sur Battery, complejo defensivo situado entre las playas de Omaha y Gold Beach, ubicada sobre un acantilado de 60 metros con vistas al mar, que formaba parte del Muro Atlántico, sus cañones tenía un alcance de 20 kilómetros.
Esta batería es la única que aún conserva sus cañones originales y todo el complejo se encuentra en muy buen estado. Se puede visitar las 24 horas del día y es gratuito. A nosotros nos gustó. Recomendable.
.Nos vamos a Bayeux, que hemos elegido como “campamento base” durante dos días para realizar las visitas que tenemos previstas. Aparcamos en la calle del alojamiento que es gratuita y hacemos el check-in. Es una habitación independiente con baño dentro y terraza, amplia con baño moderno y bastante espaciosa.
La marea baja en la playa de Arromanches (importante para apreciar vestigios que allí quedan de la segunda guerra mundial) es a las 18:36, tenemos tiempo de ir a visitar el Museo del Tapiz de Bayeux, que se encuentra a cinco minutos andando de nuestro alojamiento.
El museo del tapiz, exhibe el tapiz del siglo XI, de casi 70 metros de longitud que cuenta la historia de la conquista de Inglaterra en 1066 por Guillermo el Conquistador, duque de Normandía, antes de su ascensión al trono de Inglaterra tras la batalla de Hastings, la UNESCO incluyó el tapiz de Bayeux en el Registro de la Memoria del Mundo, en 2007. La entrada cuesta 9,50 euros por persona e incluye una audioguía en diferentes idiomas que te va “marcando” el paso de la visita bajo sus explicaciones. Ésta nos llevaría unos 40 minutos y nos pareció muy amena e interesante, nos gustó mucho. Muy recomendable.
Ponemos dirección a Arromanches, donde podemos observar los restos del puerto artificial que allí construyeron los aliados para aprovisionar a las tropas que habían desembarcado. Observamos desde un acantilado los restos que emergen del agua.
Allí mismo se encuentra el Jardín del dia D memorial de veteranos británicos.
Bajamos ahora hasta la arena de la playa, a lo largo del pueblo (y de prácticamente todos los de la zona) se despliegan cañones, vehículos militares, es como un museo al aire libre. A pie de playa se pueden ver de cerca los restos del puerto de Mulberry, grandes bloque de hormigón que permitieron el desembarco de todo el material necesario. Nos ha gustado la visita. Recomendable
Volvemos a Bayeux, nos acercamos al cementerio británico, que contiene más de cuatro mil tumbas, lo que le convierte en el cementerio británico más grande situado en Francia. Cuando llegamos estaba una cadena echada, por lo que no pasamos, lo vimos desde fuera y nos marchamos
Cenamos en un restaurante recomendado por nuestros anfitriones, donde comimos muy bien un menú degustación y nos fuimos a dar un paseo nocturno por Bayeux
Chambre d´hote En Famille, buen colchón y buenas almohadas, habitación muy confortable, los dueños son encantadores y te hacen sentirte que formas parte de la familia, un desayuno más que correcto. Muy recomendable.
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